Entra en vigor el decreto que prohíbe viajar a Estados Unidos a los ciudadanos de 12 países
Trump envía a la Guardia Nacional a Los Ángeles para sofocar la revuelta por las deportaciones de inmigrantes
BarcelonaEste lunes ha entrado en vigor la orden ejecutiva firmada por Donald Trump la semana pasada que prohíbe la entrada en Estados Unidos a los ciudadanos de doce países, además de imponer restricciones para otros siete estados. La medida contribuirá a calentar aún más la situación en la ciudad de Los Ángeles, donde desde el viernes cientos de manifestantes se han enfrentado a los agentes de la policía federal en las redadas para detener y deportar a inmigrantes, e incluso han intentado detener con sus cuerpos los autobuses que se llevaban a los migrantes. De hecho, este lunes se prevén otras dos manifestaciones en la ciudad: una contra la nueva medida de restricción de entrada en Estados Unidos, y otra para pedir la puesta en libertad del sindicalista David Huerta, detenido el viernes en una redada en una empresa de la ciudad.
Los doce países afectados por el nuevo decreto de Trump son Afganistán, Birmania, Chad, República del Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Haití, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen. Por otro lado, los siete estados que tienen la entrada limitada o restringida a partir de este lunes son Burundi, Cuba, Laos, Sierra Leona, Togo, Turkmenistán y Venezuela. Trump ha justificado la medida diciendo que es necesaria para proteger la "seguridad nacional".
También basándose en una supuesta seguridad, ha ordenado este domingo desplegar a 2.000 soldados de la Guardia Nacional en Los Ángeles con el objetivo de sofocar las protestas contra las deportaciones de inmigrantes. Para ello, se ha amparado en una controvertida disposición federal y se ha saltado la autoridad del gobernador demócrata de California, Gavin Newsom, algo sin precedentes en los últimos sesenta años. Los primeros agentes de la Guardia Nacional llegaron a la ciudad este domingo.
Sin embargo, cientos de personas se han vuelto a manifestar este domingo por el centro de esta ciudad del oeste de Estados Unidos. En esta ocasión, la protesta se ha desarrollado de forma pacífica, pero se han registrado algunos altercados cuando se ha hecho de noche. Grupos de jóvenes encapuchados quemaron cinco taxis, desinflaron las ruedas de vehículos que estaban aparcados y ensuciaron las fachadas de algunos edificios oficiales. Los agentes les han intentado dispersar con gases lacrimógenos.
Trump ha descrito este domingo a Los Ángeles como una ciudad "invadida y ocupada por inmigrantes ilegales y criminales", y ha asegurado que las protestas "fortalecen" su determinación de deportar. También declaró que la "izquierda radical" está detrás de los disturbios de la ciudad.
El sábado había publicado en su plataforma, Truth Social, que si el gobernador de California, el demócrata Gavin Newsom, y la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, no pueden hacer su trabajo, "el gobierno federal intervendrá y resolverá el problema". Poco después, el presidente firmaba un memorando presidencial para desplegar a las tropas de la Guardia Nacional para "abordar la ilegalidad que se ha permitido que se agrave", según decía la Casa Blanca en un comunicado. Para ello, Trump se acogió a la ley de insurrección, de 1807, a la que no se había recurrido desde 1992. Poco después, Trump advirtió también de que prohibirá el uso de mascarillas en las manifestaciones.
El gobernador de California, Gavin Newsom, calificó la decisión de desplegar la Guardia Nacional de "deliberadamente provocadora". En un mensaje en la red X, el gobernador demócrata dijo que Trump estaba desplegando la Guardia Nacional "no porque haya escasez de fuerzas del orden, sino porque quiere un espectáculo", y añadió: "No les da ninguna. No utilice la violencia. Hable pacíficamente". De hecho, la propia policía de Los Ángeles aseguró que la situación estaba controlada y que las protestas que quedaban aún la noche del sábado eran pacíficas, pero, sin embargo, la Casa Blanca dijo que salía adelante con el despliegue de la Guardia Nacional.
Unas críticas –repetidas en todo el país por todos los representantes del Partido Demócrata– a las que el equipo de Trump respondió con una amenaza contundente: arrestar directamente al gobernador ya la alcaldesa. "El gobernador de California y la alcaldesa de Los Ángeles podrían enfrentarse a detenciones si se exceden", ha dicho Tom Homan, conocido como el zar de la frontera de Donald Trump en una entrevista en NBC News. "Lo digo para cualquiera: es un delito grave resguardar y ocultar a un inmigrante ilegal sabiendo que lo es. Es un delito grave impedir que las fuerzas del orden hagan su trabajo", ha añadido.
Por su parte, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, había advertido también el sábado de que el Pentágono estaba preparado para movilizar a tropas en servicio activo "si la violencia continúa" en Los Ángeles, y añadió que los marinas de Camp Pendleton, cerca de Los Ángeles, ya estaban preparados y "en alerta máxima".
Las protestas contra las deportaciones se han agravado en los últimos días en Los Ángeles, donde buena parte de la población es hispana y nacida en el extranjero, especialmente en la zona de Paramount. La revuelta arrancó el viernes por la noche después de que los agentes del ICE arrestaran al menos a 44 personas en varias redadas en Los Ángeles por presuntas violaciones de la ley de inmigración.