La Fiscalía de Múnic ve una "motivación islamista" en el atropello que ha causado 36 heridos
El sospechoso, solicitante de asilo afgano de 24 años y residente legal en Alemania, habría llamado a la policía 'Allahu akbar'

BerlínEl sospechoso detenido por el atropello múltiple en el centro de Múnic este jueves podría tener una "motivación islamista" para su ataque, aseguraron este viernes por la mañana las autoridades alemanas. Sin embargo, la fiscal de la capital bávara, Gabriele Tilmann, ha añadido que no hay pruebas concluyentes de que el incidente estuviera vinculado a organizaciones terroristas como el llamado "Estado Islámico". La revelación puede impactar aún más en una campaña electoral muy marcada por el ascenso del partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD) y el debate sobre la inmigración y la seguridad pública.
El detenido, un ciudadano afgano de 24 años identificado como Farhad N., solicitante de asilo y residente legal en el país, espetó a los agentes de policía que le capturaron las palabras "Allahu akbar"["Dios es el mayor"]. La fiscal ha comentado: "Ha admitido que condujo deliberadamente contra los participantes de la manifestación." Soc molt cautelosa a l'hora de fer judicis precipitats, però a partir de tot el que sabem en aquest moment, m'atreviria a parlar d'una motivació islamista per al crim".
La investigació ha actualitzat el nombre de víctimes dels 28 ferits inicialment a 36. En conseqüència, s'investiguen 36 delictes d'intent d'homicidi, lesions corporals i interferències perilloses en el trànsit rodat.
El sospitós va arribar a Alemanya el 2016 com a sol·licitant d'asil. Ara, però, gaudia d'un permís de residència i no tenia cap denúncia penal anterior. Vivia en un pis de lloguer a Múnic, tenia feina i tenia una assegurança de salut i cobertura social. Les autoritats estan analitzant la seva activitat telefònica i la seva petjada digital a les xarxes socials. A Instagram, sobretot, compartia publicacions esportives, però també en tenia algunes de caràcter religiós.
Impacte en la campanya electoral
El atropello múltiple tuvo lugar en la víspera del arranque, este viernes, de la Conferencia de Seguridad de Munich, donde se dan cita en la ciudad jefes de estado y de gobiernos de medio mundo, representantes de las fuerzas armadas, políticos y miembros del mundo empresarial y de la sociedad civil. Entre otros, por ejemplo, participan el vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance; el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski; el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, y los líderes de la Unión Europea.
La práctica confirmación del carácter terrorista del atropello puede atizar aún más las posibilidades electorales de la ultraderecha para las elecciones del 23 de febrero. Algunos de los sondeos más recientes apuntan a que la CDU-CSU puede obtener el 29% de los votos, la extrema derecha el 21%, los socialdemócratas el 16%, los Verdes el 13% y la Izquierda el 6%. Pero aunque Merz sale como favorito, difícilmente tendrá votos suficientes para gobernar en solitario. Tendrá que pactar, aunque ha prometido a los alemanes que no colaborará con la extrema derecha.
Una afirmación que quedó en entredicho a raíz de la polémica que se generó en el país después de que la CDU contara con los votos de Alternativa para Alemania (AfD) para aprobar dos mociones para endurecer la entrada de inmigrantes y la acogida de refugiados, y para intentar tramitar un proyecto de ley a tal efecto. Finalmente, después de una segunda sesión encendida, Friedrich Merz sufrió un fracaso estrepitoso cuando doce diputados conservadores se abstuvieron o votaron en contra. Fue la primera vez desde la posguerra que en Alemania se tramitaba una ley gracias al apoyo de los ultras, confirmando el giro a la derecha del país más poblado de la Unión Europea. Scholz y otros candidatos de izquierdas acusaron a Merz de romper el cordón sanitario que se ha forjado contra los ultras desde la irrupción de AfD en el paisaje político alemán.