Trapero recuerda sus días más difíciles: "Humía la cárcel desde la terraza de casa"
El director de la Policía pensaba que su vida sería "una larga procesión por los juzgados"

Barcelona"Yo sentí que estaba en prisión; olía la cárcel desde la terraza de mi casa". Con estas palabras, el mayor de los Mossos d'Esquadra y actual director de la policía catalana, Josep Lluís Trapero, recordó sus días más "complicados". Se remontan a los años posteriores al referéndum del 1 de Octubre, cuando Trapero, que en 155 cesó como jefe de los Mossos, fue encausado por sedición y acabó siendo juzgado en la Audiencia Nacional, enfrentándose a penas de 10 años de cárcel. En ese proceso, Trapero "respiró la cárcel".
En una entrevista en la SER, Trapero explica que pasó de ser un "héroe" a un "traidor" en cuestión de meses. "Me sentía muy ultrajado. Se me insultaba todos los días. Se construyó un personaje que no era real, no se correspondía con quien soy", lamentó. El actual director de la Policía cayó en el ostracismo por la aplicación del 155 y no fue juzgado hasta dos años después. "Pensaba que mi vida a partir de ese momento sería una larga procesión por los juzgados", ha afirmado, y ha añadido que afrontó un proceso muy largo que le "sanó", con "190 sesiones de psicólogo".
En medio de ese momento complicado, Trapero tuvo una hija que tuvo problemas de salud. "Aquello puso las cosas en su sitio, y toda la cuestión del proceso pasó a un segundo término", ha dicho. "No soy de religión, pero creo que a veces ocurren cosas porque alguien las ordena. Y alguien lo ordenó", concluyó. Por último, su hija mejoró y la Audiencia Nacional le absolvió avalando la actuación de los Mossos durante el 1 de Octubre.
"La policía a veces lo único que puede hacer es empeorar cosas", ha afirmado sobre el dispositivo policial del referéndum, y ha añadido que "dependiendo del uso de la fuerza lo único que puedes hacer es crear un problema de orden público". Trapero admitió que todos los cuerpos policiales cometieron "errores". Parte de este conflicto fue el enfrentamiento con otros cuerpos policiales, o al menos con algunos de sus mandos. No les guarda rencor, dijo, pero también explicó que "no mantendría una conversación".
Otro de los momentos que vivió con más "dolor" como jefe del cuerpo fueron los atentados del 17-A. Afirmó que las teorías que apuntan a que el imán de Ripoll no murió en la explosión de Alcanar "no responden a la realidad". "La policía demostró que había muerto sin lugar a dudas, y lo evidencia también la justicia. Hoy en día se comparan hechos demostrados científicamente con opiniones. En este aspecto no entro. Pero no tengo ninguna duda de que la persona murió allí. Se encontraron los restos. No es compatible con la vida encontrar un pedazo de esternón en una pared", ha relatado. El director de la Policía afirmó que desde entonces han mejorado en inteligencia y conocimiento. "Se nos había puesto en duda constantemente como cuerpo policial", espetó Trapero.
El cese
Trapero también recordó que tras ser cesado por el 155 y nombrado de nuevo jefe de los Mossos, una vez absuelto, el exconseller Joan Ignasi Elena decidió cesarle. El mayor de la policía catalana no cuestionó la legitimidad de esta decisión, pero afirmó que el proceso hasta el cese fue "mejorable", y que las formas no fueron del todo "honestas". "Afortunadamente, estamos en otro momento", aseveró. Con la llegada de Salvador Isla al Palacio de la Generalitat, Trapero fue nombrado director general de la Policía, cambiando el uniforme por la corbata. Ahora todavía esta etapa prometiendo un "nuevo despliegue de la policía" y trabajando por un cuerpo que no sea "partidista" y se aleje de las injerencias.
Sobre los temas de actualidad, como el regreso de Carles Puigdemont (el ARA reveló esta semana cómo lo hizo el expresidente para desaparecer en medio de la multitud), Trapero, que aún no era director de la Policía en ese momento, no ha querido valorar el dispositivo de los Mossos: "No me toca a mí". Sin embargo, sí que ha admitido que fue un golpe para el cuerpo. En cambio, ha valorado positivamente la investigación de los Mossos –la ha calificado de “excelente”– sobre Dani Alves, acusado de una agresión sexual de la que finalmente (a la espera del Tribunal Supremo) ha quedado absuelto.