El primer ministro francés salva la moción de censura y los presupuestos
Los socialistas y la extrema derecha de Le Pen optan por no apoyar las mociones contra Bayrou

ParísEl primer ministro, François Bayrou, ha superado su primer gran examen. Las dos mociones de censura presentadas por la izquierda radical después de que Bayrou decidiera aprobar los presupuestos de este año sin someterlos a votación en la Asamblea Nacional fueron rechazadas este lunes. Menos de 130 de los 577 diputados de la Asamblea han votado a la censura. Finalmente, ni los socialistas ni la extrema derecha de Marine Le Pen le han apoyado. Ambas formaciones han decidido salvar al gobierno, al menos por ahora, para evitar que Francia se quede sin presupuestos para este año y se agrave la difícil situación económica que atraviesa el país.
Aunque Bayrou ha logrado superar el trámite de los presupuestos, sigue estando en la cuerda floja, en manos de las decisiones políticas de socialistas y de la extrema derecha. Ambos partidos han advertido de que no descartan presentar mociones de censura contra el gobierno en un futuro. Un aviso para el primer ministro, que tendrá que trabajar duro para conseguir el apoyo parlamentario para cualquier ley que quiera aprobar.
Con su rechazo a apoyar las mociones, los de Le Pen ganan tiempo. En marzo está previsto que se haga pública la sentencia por el desvío de fondos del Parlamento Europeo, que podría suponer para la líder del partido cinco años de inhabilitación. Hasta entonces, el Reagrupament Nacional difícilmente apostará por derribar al gobierno, aunque siempre esconde hacerlo y en diciembre no le tembló la mano a la hora de censurar al gobierno de Michel Barnier.
Difícil equilibrio de los socialistas
Los socialistas, muy divididos, se encontraban con el difícil papel de distanciarse del gobierno y dejar claro que son un partido de oposición, alejado de las posiciones conservadoras del ejecutivo, pero al mismo tiempo no dejar a Francia sin cuentas. "Queremos unos presupuestos para el país, pero no apoyamos al gobierno", ha puntualizado este miércoles el jefe de filas del grupo parlamentario, Boris Vallaud.
Si hubieran censurado a Bayrou, sobre todo con una cuestión tan relevante como los presupuestos –si alguna moción hubiera salido adelante, el proyecto de presupuestos habría decaído–, el partido se habría alineado con la izquierda radical de Jean-Luc Mélenchon, de quien la formación también quiere distanciarse ahora, y habría contribuido al caos. Esta vez el partido socialista ha optado por la responsabilidad. "Lo hemos hecho a regañadientes, es una decisión dolorosa", ha asegurado Vallaud.
La decisión de los socialistas de no apoyar las mociones de censura ha irritado a los de Mélenchon, que ya dan por liquidada la alianza de los partidos de izquierda. O al menos consideran que los socialistas han abandonado el Nuevo Frente Popular. "El Reagrupament Nacional y el Partido Socialista escupen en la cara de sus votantes", ha declarado a la Asamblea el diputado de La Francia Insumisa Aurélien Le Coq.
Concesiones de Bayrou
Los socialistas han preferido salvar al gobierno, sobre todo después de algunas concesiones de Bayrou, como dar marcha atrás en la supresión de 4.000 profesores, una medida prevista en el proyecto inicial. Pero los socialistas advierten que el suyo no en la censura no significa apoyar al ejecutivo y recuerdan que "la estabilidad parlamentaria está lejos de ser una realidad". El primer ministro tiene ya presupuestos, pero no lo tendrá fácil para seguir gobernando.