Un G-20 para vigilar los riesgos de salud: la propuesta de los asesores de la OMS para prepararnos para la siguiente pandemia
La comisión de expertos reclama aprender de las lecciones y priorizar la inversión en salud y servicios sociales
BarcelonaEl covid-19 ha hecho que Europa se dé cuenta, como pasa en la fábula, que en lugar de llevar un vestido nuevo, el emperador iba desnudo. Lo han constatado este martes los expertos a quienes la rama europea de la Organización Mundial de la Salud (OMS) encargó repensar las prioridades a la luz –o la oscuridad– de la pandemia. "El covid-19 ha revelado que nuestros sistemas de salud, financieros, económicos y de servicios sociales no están preparados ni disponen de los recursos para afrontar una situación así con eficacia", dice el primer informe de la comisión paneuropea encabezada por el ex primer ministro italiano y ex comisario europeo, Mario Monti.
La comisión Monti, formada por una veintena de expertos independientes de los ámbitos de la salud, las finanzas y la gobernanza mundial, hace una propuesta pensando en el medio plazo, pero alerta que no se puede esperar más tiempo para poner en marcha una estructura internacional de contención de las pandemias y otros problemas de salud mundial. Siguiendo los pasos que se dieron después de la crisis financiera del 2008, cuando se puso en marcha un sistema de valoración de los riesgos financieros de los países, ahora quieren crear un G-20 de la salud. "Las enfermedades virales que tenemos desde hace treinta años se han acelerado porque estamos malogrando el medio: cada vez tenemos más enfermedades que pasan de los animales a las personas", explica al ARA Rafael Bengoa, ex consejero de Salud del País Vasco y ex director de sistemas de salud de la OMS, que es uno de los miembros de la comisión. Partiendo del concepto One Health (una salud), que destaca la interdependencia de la salud humana, animal y medioambiental, los expertos plantean que se tendría que crear un organismo mundial de vigilancia de los riesgos sanitarios. "No es wishful thinking: si no se organiza un mecanismo parecido, cuando llegue la siguiente pandemia –que llegará– seguro que nos arrepentiremos", asegura.
Recoser las fracturas sociales es la otra gran asignatura pendiente. "Los gobiernos y las organizaciones internacionales tienen que cerrar las fracturas de nuestras sociedades y dejar de ignorar las condiciones que han hecho que el coronavirus causara tanto de mal al mundo. Hay que cambiar la manera en la nuestras sociedades ven los servicios sociales y de salud, y cómo los sistemas financieros tienen en consideración los riesgos de salud y medioambientales, y como la gobernanza global responde al rol cada vez más importante de los bienes públicos. Tenemos una alternativa: ignorar la evidencia y permitir que nos golpeen todavía más fuerte las futuras pandemias, o escuchar las advertencias y poner en práctica lo que hemos aprendido", advierte Monti.
Recoser las sociedades
Parece un objetivo más al alcance que "reparar las fracturas de la sociedad y recuperar la confianza en las instituciones identificando e implicando a la gente que está desencantada, y mejorando el acceso a la salud y los servicios sociales". Los expertos también creen que tendrían que aumentar los niveles de gasto en salud, servicios sociales, investigación y educación, que entienden como "una inversión en capital humano e intelectual que conduce al progreso", y proponen que las instituciones financieras y las autoridades incorporen los riesgos para la salud de las personas, los animales y el medio en los análisis de riesgo. Conscientes de que un reto como una pandemia no se puede afrontar desde los límites de los estados, proponen crear un Consejo de Salud Global a escala del G-20, parecido al Consejo de Estabilidad Financiera, que promueva un Tratado Internacional de Pandemias. Los expertos también insisten en "la importancia de invertir en los sistemas de salud como un fundamento de la cohesión social y el bienestar, que a su vez consolida el crecimiento económico".
También hacen un llamamiento a los gobiernos a trabajar "juntos para coordinar y acelerar los ensayos clínicos para reducir los atrasos y mejorar la eficiencia, y también procesos reguladores que coordinen y armonicen medicinas y tecnologías". En este sentido, exponen la necesidad de hacer "visibles estas fracturas con medidas paneuropeas para garantizar la interoperabilidad de los datos de salud" y también de hacer "que los sistemas de salud sean más inclusivos", en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, para conseguir la cobertura sanitaria universal.
