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El ejército israelí dispara contra desplazados que volvían al sur del Líbano y mata a 22

Hezbollah anima a los residentes a volver a zonas ocupadas aunque Israel ya avisó de que no se retiraría

Vecinos de Burj al-Muluk, en el sur de Líbano, transportan a un herido por balas del ejército israelí.
26/01/2025
3 min
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BeirutAl menos 22 personas murieron, incluido un militar libanés, y 124 resultaron heridas este domingo en el sur del Líbano. Es la estampa trágica que ha dejado al ejército israelí tras disparar contra civiles que han desafiado la restricción de no volver a 60 localidades fronterizas bajo ocupación israelí. La muerte de civiles libaneses por fuego israelí hace que haya que preguntarse hasta qué punto Hezbollah es cómplice por haber incitado esta situación con su llamada a regresar a las localidades ocupadas.

Tanto el ejército libanés como las fuerzas de paz de la ONU habían advertido, un día antes del vencimiento de los sesenta días de alto el fuego, que los civiles no debían volver porque no existían medidas de seguridad que garantizaran su protección. Sin embargo, caravanas de cientos de vehículos con familias completas –mujeres, niños y ancianos– se dirigieron a primera hora de este domingo hacia sus pueblos ondeando la bandera amarilla de Hezbollah y la verde de su aliado chií Amal.

Debilitado militar y políticamente, el grupo proiraní ha desafiado tanto a Israel como al ejército y al estado libanés, y ha puesto a prueba su capacidad para proteger el territorio nacional y garantizar la seguridad de los residentes del sur del Líbano. Hezbollah vive uno de sus momentos más críticos después de perder gran parte de su capacidad militar en la frontera con Israel. Además, políticamente, el nuevo presidente y el primer ministro libanés han complicado su hegemonía. Hasta ahora, Hezbollah había operado como un estado dentro del estado, pero las renovadas autoridades libanesas han roto con el monopolio de poder.

Acuerdo incumplido

Israel incumplió el acuerdo para el alto el fuego en Líbano, que establecía que este domingo debían haberse retirado las tropas hebreas del país. Ni la diplomacia internacional ni las autoridades libanesas confiaban en que Israel cumpliera con la retirada de las regiones fronterizas en la fecha prevista, y la posibilidad de una prórroga ya estaba sobre la mesa. El miedo es que esta prórroga se vuelva indefinida, algo que el estado libanés no puede garantizar sin el apoyo de Francia y Estados Unidos. De lo contrario, el retorno de Hezbollah como fuerza activa sería inevitable.

El ejército libanés, con apoyo de las fuerzas de paz de la ONU, ha escoltado el convoy de residentes de pueblos fronterizos hacia zonas donde las fuerzas israelíes ya se habían retirado. Sin embargo, en otras áreas bajo empleo, grupos de personas desafiaron a los soldados hebreos, que, sin dudar, abrieron fuego y causaron muertos y heridos. En al menos 14 localidades fronterizas se reportaron víctimas por fuego israelí.

Regreso a pueblos destruidos

Quienes han logrado volver a sus pueblos a los sectores oeste y central de la Línea Azul –la frontera delimitada por Naciones Unidas tras la retirada israelí en el 2000– sólo han encontrado viviendas reducidas a montones de escombros. Para muchos, el regreso ha sido sólo simbólico: ser unas horas en las que había sido su casa, antes de volver a los lugares donde siguen viviendo como desplazados desde hace más de 14 meses. Prácticamente todas las localidades fronterizas fueron destruidas durante los combates entre Hezbollah e Israel o durante la ocupación israelí, que ha devastado viviendas e infraestructuras civiles con explosivos y bulldozers.

En una declaración dirigida al pueblo libanés, el presidente Joseph Aoun enfatizó que "la soberanía y la integridad territorial no son negociables", y llamó a la población a mantener la calma ya confiar en las fuerzas armadas libanesas. El reto inmediato para el gobierno está claro: garantizar la retirada israelí y evitar que el conflicto escale nuevamente.

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