Soldados israelíes atan a un palestino herido en el capó de su vehículo en una incursión en Jenín
El ejército mata a más de 150 palestinos en una de las jornadas más sangrientas de las últimas semanas en Gaza
BarcelonaMientras Israel continúa su indiscriminada campaña de bombareos en la Franja de Gaz, también intensifica los ataques a Cisjordania, el otro territorio ocupado palestino. Un niño de 12 años ha fallecido este sábado por las heridas de balas que le dispararon soldados israelíes en la ciudad de El Bireh, cerca de Ramala, según comunicó la Autoridad Palestina.
El ejército protagonizó además una incursión en el campo de refugiados de Jenin, donde ataron a un palestino herido en el capó de uno de los vehículos militares para utilizarlo de escudo humano. Después de que las imágenes se difundieran en las redes sociales, los militares aseguraron que llevaban al hombre a una ambulancia y no tenían espacio dentro de los vehículos, pero admitieron que había sido una violación del procedimiento y que se investigaría como tal.
Toda Gaza bajo fuego
El ejército israelí lanzó este sábado una ola indiscriminada de ataques sobre toda la franja de Gaza, en una de las jornadas más letales de las últimas semanas. Se han identificado al menos 25 fallecidos en el campo de refugiados de Al Mawasi, en el sur, donde los militares habían ordenado a la población buscar refugio cuando empezó la invasión de Rafah, hace casi dos meses. En el bombardeo del campo de Shati y el barrio de Tufah, en la ciudad de Gaza, han matado al menos a 42 personas, según las autoridades locales. En las últimas 24 horas Israel ha matado al menos a 150 palestinos en Gaza y ha herido a 169, según el balance oficial, el más elevado desde el 8 de junio, cuando Israel mató al menos a 274 palestinos en el campo de Nusseirat, en una operación por liberar a cuatro rehenes. El número de muertos aumentará porque las zonas atacadas son barrios civiles densamente poblados y los equipos de rescate no pueden trabajar para sacar a los supervivientes de los escombros por falta de maquinaria y combustible y porque los ataques no se detienen.
El último balance es de más de 37.500 palestinos muertos y 85.900 heridos desde el inicio de la operación militar en Gaza en respuesta a los ataques del 7 de octubre, a los que hay que añadir unos 15.000 desaparecidos . Y estos datos no incluyen a los muertos por desnutrición, deshidratación o enfermedades a consecuencia del bloqueo de la ayuda humanitaria que han impuesto las autoridades israelíes, en un uso claro del hambre como arma de guerra.
Después de que se evidenciaran las discrepancias entre el gobierno de Benjamin Netanyahu y la cúpula militar, que ha advertido que el objetivo de erradicar a Hamás no es realista sin un plan político, el ejército endurece la masacre en zonas que antes había dado por controladas, en el norte y el centro de Gaza, mientras avanza en la invasión de Rafah, en el sur. Israel afirma, sin aportar pruebas, que está atacando a "infraestructura militar" de Hamás.
El viernes un doble ataque israelí que mató a 25 personas afectó a la base del Comité Internacional de la Cruz Roja en el campo de Al Mawasi, que estaba claramente identificada y cuya localización se había compartido con las autoridades israelíes . El Comité Internacional y el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, condenaron el ataque. El ejército dijo que va a investigar el incidente.
Al Mawasi es una zona muy pequeña donde más de 100.000 palestinos se han desplazado por enésima vez desde que empezó el asalto a Rafah, siguiendo las órdenes militares de evacuación. Es la base de operaciones de las pocas organizaciones humanitarias que siguen trabajando en la Franja, que han instalado hospitales de campaña ante la sistemática destrucción de toda la infraestructura sanitaria de la Franja.
Después de casi nueve meses de guerra, las tropas israelíes avanzan sobre dos objetivos: Rafah, en el sur, donde según los testigos locales los tanques se han adentrado ya en el casco urbano, y la zona de Deir al-Balah, en el centro de la Franja.