La policía mata a una estudiante de secundaria en Irán por negarse a cantar un himno pro régimen en el instituto
El asesinato de Asra Panahi en el asalto policial a un instituto de Ardabil desencadena nuevas protestas
BarcelonaLa represión en Irán no se para. Asra Panahi, una estudiante de secundaria de 16 años, murió después de que la policía asaltara su instituto en la localidad de Ardabil y exigiera a las alumnas que cantaran un himno en honor al ayatolá Ali Jamenei. Cuando se negaron los agentes les dieron una paliza, Panahi tuvo que ser ingresada en el hospital con otras compañeras y murió al día siguiente. Lo ha denunciado en su canal de Telegram la coordinadora de sindicatos de maestros del país.
Las autoridades niegan toda implicación y un tío de la chica ha dicho a los medios de comunicación que murió de una enfermedad cardíaca congénita. La misma versión oficial que se dio de la muerte bajo custodia policial de Mahsa Amini, la chica de 22 años detenida por la policía de la moral por no llevar el velo bien puesto y que desencadenó la actual oleada de protestas. Un mes después de ese asesinato, la movilización ya se ha convertido en el principal desafío al régimen de los ayatolás.
Las estudiantes de secundaria se han convertido en las últimas semanas en protagonistas de la revuelta con varios vídeos que se han hecho virales, a pesar de la censura de internet, en los que se quitaban el hijab en clase, gritaban eslóganes contra el régimen y descolgaban los retratos del líder supremo de las aulas. Las estudiantes han salido a las calles haciendo volar los velos y gritando consignas contra el régimen, en un movimiento sin precedentes y que ha sorprendido a muchos iraníes.
La policía ha asaltado varios institutos en todo el país, irrumpiendo en las aulas, lanzando gases lacrimógenos y deteniendo con violencia a las alumnas. En un comunicado publicado este domingo, los sindicatos de maestros calificaron estos asaltos de "brutales e inhumanos" y exigieron la dimisión del ministro de Educación, Yussef Nouri. Las estudiantes han incrementado las movilizaciones este fin de semana después del asesinato de Panahi.
Según el último recuento de la ONG Iran Human Rights, al menos 215 personas, incluidas 27 criaturas, han muerto en la represión de las protestas.
Miles de estudiantes de secundaria iraníes se sumaron a las protestas cuando en las redes sociales corrió como la pólvora la noticia de la muerte de Nika Shakarami, que había desaparecido el 20 de septiembre después de participar en una protesta en Teherán, y según sus compañeros habría sido golpeada, violada y enterrada sin que la familia pudiera ver su cuerpo. Las autoridades aseguraron que la chica se había suicidado, pero la madre acusó a los servicios de seguridad de haberla asesinado y de presionarla a ella para que admitiera el suicidio de su hija.
Las autoridades, desbordadas
En una entrevista este domingo, el politólogo reformista Sadebh Zibakalam, al que han prohibido continuar dando clases en la Universidad de Teherán por sus críticas al régimen, asegura que las autoridades están desbordadas y que la dimensión de las protestas ha sorprendido a las propias autoridades, el sistema político y el judicial, que no saben cómo responder. Zibakalam admite también que él mismo no se esperaba la implicación de las estudiantes de secundaria, además de estudiantes y profesores universitarios. El politólogo dice que "sin ignorar los problemas económicos", la principal causa de la oleada de protestas es el rechazo a la policía de la moral y a las patrullas que imponen la obligatoriedad del velo, y destaca el protagonismo de las mujeres y de la generación Z en las protestas.