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Trump dice confiar en Putin: "Estamos avanzando en un acuerdo de paz en Ucrania"

El presidente estadounidense recibe a Starmer en la Casa Blanca y dice que el acuerdo de las tierras raras es una "garantía" de seguridad para Kiiv

Trump recibe al primer ministro británico Keir Starmer en la Casa Blanca
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Washington / LondresSecond round a las conversaciones a contrarreloj para convencer a Estados Unidos de que no dejen de lado a Europa y no conviertan las negociaciones de paz "en la rendición de Ucrania", como dijo el lunes el presidente francés Emmanuel Macron. El primer ministro británico, Keir Starmer, se ha reunido este jueves con Donald Trump con el objetivo de intentar convencerle para que dé garantías de seguridad en Kiiv para evitar una futura invasión rusa si se alcanza la paz en las próximas semanas o meses. Trump ha expuesto a Starmer que el acuerdo sobre las tierras raras será "una garantía" de seguridad para Ucrania y ha insistido: "Necesitamos las tierras raras".

Starmer regresa a Londres sin garantías de seguridad para Ucrania y sin haber logrado convencer a Trump de que no solo puede confiar en la palabra del presidente ruso, Vladimir Putin, para lograr la paz. Aún así, pese a que anteriormente Moscú violó una tregua por falta de garantías, Trump ha insistido en que no cree que vuelva a ocurrir: "No lo creo, este será el acuerdo". También ha puntualizado que están "abiertos a muchas opciones", en lo que respecta a la posibilidad de otras formas de garantizar la seguridad de Ucrania.

Durante su encuentro con Trump, Macron no solo insistió en que la paz no debía significar "la rendición de Ucrania", sino que le advirtió de la importancia de dar garantías de seguridad a Kiiv para defenderse de una futura agresión rusa. El francés le recordó a Trump lo ocurrido en el 2014, cuando sus predecesores negociaron la paz con Putin, pero "debido a la falta de garantías de seguridad", Rusia acabó violando el acuerdo. Sin embargo, parece que el americano no ha escuchado demasiado el consejo, ya que el texto de el acuerdo sobre las tierras raras ucranianas no explicita ningún compromiso de garantías de seguridad para Kiiv en caso de futura agresión rusa.

La rapidez con la que se están precipitando las negociaciones sobre el futuro de Ucrania ha convertido la visita de Starmer en un preludio de la reunión, este viernes, entre el ucraniano Volodímir Zelenski y Trump. "El progreso hacia la paz continuará cuando Zelenski visite la Casa Blanca. Será aquí mañana a primera hora y firmará un acuerdo histórico que convertirá a Estados Unidos en el principal socio de desarrollo para los minerales y las tierras raras de Ucrania, así como para el petróleo y el gas", expuso el republicano en la rueda de prensa conjunta con Starmer. Trump ha afirmado que el siguiente paso que damos "es hacia un alto el fuego". "Creo que vamos a tener una paz exitosa y que va a durar mucho tiempo. Si no se produce deprisa, quizá no vamos a tener nada", ha insistido el presidente.

Tras boicotear desde la oposición le ayuda a Ucrania y hacer campaña con la promesa de cortar la ayuda económica y militar, a Trump le podría salir muy caro comprometerse por escrito a seguir prestando apoyo a los ucranianos. En cambio, si al final Ucrania se convierte en un territorio valioso para Estados Unidos en términos económicos –como ocurriría con el acuerdo para explotar las tierras raras–, el republicano podría justificar ante el Congreso la tramitación de nuevos paquetes en caso de ser necesario enviar ayuda y cara a la galería podría justificarlo diciendo que se trata de proteger los intereses estadounidenses. Sea como fuere, Trump se lo ha hecho venir bien para no tener que comprometerse en firme con Zelenski sobre la protección de Kiiv y al mismo tiempo tener una carta en la manga para poder jugar en caso de que la relación con Moscú se enturbie.

Trump niega haber dicho "dictador" a Zelenski

Los elogios hacia Putin tampoco han faltado. El presidente estadounidense ha dicho que está haciendo "un buen trabajo" para conseguir el acuerdo de paz. El acercamiento de Washington a Moscú sigue siendo la tónica, mientras las fricciones persisten con Kiiv. Uno de los periodistas ha preguntado a Trump si todavía piensa que Zelenski es un "dictador" -tal y como le acusó la semana pasada- y el magnate ha hecho el desentendido: "¿Eso dije? No me puedo creer que dijera esto". Incluso ha asegurado: "Queremos trabajar con él y trabajaremos con él. Creo que el presidente y yo realmente tenemos una buena relación, quizás ha sido un poco complicada". De la misma forma, ha destacado: "La relación entre Zelenski y Putin no es buena, no sé si lo has notado".

A la llegada a la Casa Blanca el británico ha agradecido al magnate haber "llevado" la posibilidad de conseguir la paz en Ucrania y le ha entregado la invitación del rey Carlos de Inglaterra por una nueva visita a Gran Bretaña, que el estadounidense ha aceptado. El gesto quiere apelar al ego de Trump y ser una vía para reavivar las relaciones entre los dos países anglosajones.

El carácter más contenido del británico no augura las mismas imágenes efusivas que protagonizó el francés, pero viene con un obsequio: el compromiso, firmado esta misma semana, que el Reino Unido invertirá más en defensa: un presente con letra pequeña, ya que no será hasta 2030 que representará el 3% del PIB del país.

El compromiso de Londres de gastar más en defensa ha sido apreciado por Trump, aunque ha vuelto a insistir en que los aliados deben aportar más a la OTAN. "El desastre en Ucrania muestra exactamente por qué es tan importante que Reino Unido y otros socios de la OTAN hagan grandes inversiones en sus capacidades de defensa, en muchos casos, del 4% o 5%", ha dicho el estadounidense. Starmer le ha dado la razón y ha afirmado que cree que "es importante dar un paso adelante para dar más en defensa y seguridad".

La visita del premier, que no descarta el envío de tropas en una hipotética misión de paz en Ucrania, y que Rusia no acepta, se añade al esfuerzo de Macron, que se ha erigido en portavoz de la UE frente al republicano. El presidente francés también se mostró partidario de enviar tropas de paz, pero siempre con la cobertura de los americanos. Washington, de momento, no quiere ni oír hablar de implicarse más en el conflicto y hacerse cargo del envío de tropas de paz una vez se firme el fin del conflicto para Ucrania. Por el momento, el Kremlin ya ha desmentido al americano y ha reafirmado su negativa a la presencia de este tipo de soldados. "Se hará algo que sea satisfactorio para todos", respondió Trump el martes desde el Despacho Oval.

Starmer ha tenido que ajustarse a la negativa rusa sobre las tropas de paz europeas, ya que cuando se le ha preguntado ha repetido la premisa de Trump: "Como dice el presidente, primero debe producirse el acuerdo. Pero sí, nuestros equipos hablarán sobre cómo asegurarnos de que este acuerdo se mantenga, sea duradero y se dura.

El británico también llega a Washington tras la ruptura simbólica en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. El lunes Estados Unidos escenificó una escena impensable hace sólo unos meses: la de votar resoluciones favorables a Rusia en el conflicto. Los estadounidenses lograron sacar adelante una resolución que simplemente "implora un final rápido del conflicto e insta a una paz duradera entre Ucrania y la Federación Rusa". Reino Unido y Francia no la vetaron, pero se abstuvieron.

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