Crítica de serie

'El caso del Sambre': el mejor 'true crime' de la temporada nos llega de Francia

Modélica en su género, la serie expone por qué un violador pudo actuar impune durante más de tres décadas

La actriz Alix Poisson en la serie 'El caso del Sambre'.
3 min
  • Jean-Xavier de Lestrade para France 2
  • En emisión en Movistar+

En 2022, Dino Scala fue condenado por 54 violaciones, intentos de violación y agresiones sexuales. Lo que se considera el peor depredador sexual de la historia reciente de Francia había empezado a actuar a finales de los años ochenta, pero no fue detenido hasta el 2018. Atacaba siempre por la misma zona, alrededor del río Sambre, en la frontera entre la región del norte de Francia y Bélgica. Y lo hacía siempre a primera hora de la mañana, casi al amanecer. Su modus operandi también se repetía. Asaltaba a las mujeres por detrás, inmovilizándolas con una cuerda en el cuello y amenazándolas con una navaja. Con este patrón reiterativo resulta sorprendente que la policía no le identificara antes. ¿Cómo puede que un violador actúe impunemente durante décadas en la misma región? Ésta es la pregunta a la que quiere responder El caso del Sambre, uno true crime modélico dirigido por Jean-Xavier de Lestrade (responsable también de The staircase), a partir de la investigación que llevó a cabo sobre el caso la periodista Alice Géraud, que cofirma el guión junto con Marc Hérpoux.

Movistar+ ha estrenado el primer episodio de los seis que conforman la serie, cada uno de los cuales se desarrolla desde una perspectiva y una época diferentes. La protagonista del capítulo inaugural es Christine (Alix Poisson), la primera víctima del violador, que aquí han rebautizado como Enzo Salina (Jonathan Turnbull). Se agradece que uno true crime se ponga, para variar, junto a las agredidas. Que las escuche con atención mientras explican su experiencia, y que las acompañe durante años para comprobar cómo la violencia sexual ha condicionado su vida. El personaje de Christine se ha construido a partir de diferentes víctimas reales y encuentra uno de sus puntos fuertes en la excelente interpretación de Alix Poisson. Buena parte del reparto lo forman actores y actrices con una clara apariencia de gente trabajadora, lo que otorga una verosimilitud excepcional a la dramatización de los hechos y subraya la dimensión de clase del caso.

A El caso del Sambre no necesita jugar al misterio en torno a la identidad del abusador porque se nos lo presenta desde el primer episodio. Enzo Salina no respondía al perfil prototípico de un violador en serie, lo que explica en parte que se tardara tanto en identificar al culpable. Era un hombre casado y con hijos, perfectamente integrado en su entorno. La serie resalta este hecho introduciendo a Enzo en las líneas narrativas de los otros personajes como un secundario más. Aquí el violador no es un forastero ni un trastorno, sino el padre de la mejor amiga de tu hija, el entrenador de fútbol de los ganapias del pueblo.

El caso del Sambre se despliega en el sentido contrario de las series procedimentales. Este tipo de ficciones siguen el proceso a través del cual se llega a descubrir al responsable de un crimen. Aquí, por el contrario, contemplamos cómo toda una operativa policial y judicial fracasa durante décadas en su intento de pillar a un violador. A partir de los distintos puntos de vista de los seis episodios, la serie pone en evidencia cómo un sistema puede fallar por múltiples factores, aunque la suma de errores y negligencias comparten un punto en común: el menosprecio de la violencia sexual sufrida por mujeres de clase obrera. El planteamiento a la contra de los tópicos de los procedimentales pasa también por señalar la impotencia de las diferentes protagonistas que en algún momento u otro intentan hacer avanzar el caso. Aquí no hay heroínas que vencen al sistema. Pero es la suma de los esfuerzos de todas ellas lo que acaba conduciendo a la detención final.

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