Una terapia diferente

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El 'Telenotícies Migdia' del jueves mostraba la terapia para los jóvenes supervivientes de la 'rave' que Hamás atacó el 7 de octubre.

Los informativos nos ponen al corriente de las noticias, a menudo impactantes y conmovedoras, pero después es difícil seguir el rastro de lo ocurrido con los protagonistas. La urgencia del periodismo lleva en pantalla los hechos más relevantes. Y poco a poco las informaciones se funden en beneficio de nuevos eventos. En noticias de gran alcance, la actualidad no permite atender a los detalles. El jueves, en Telediario mediodíaSin embargo, descubríamos un hecho singular de la mano de la corresponsal Roser Oliver, que lleva casi cuatro meses en Israel sin descanso, asumiendo un trabajo periodístico de mucha presión, que requiere rigor, sensibilidad y mucha constancia. También una mirada ancha y audaz para conseguir que las noticias no caigan en la rutina. La crónica estaba vinculada a la masacre que Hamás llevó a cabo en ese festival de música que se celebraba justo en la frontera con Gaza. Aquel 7 de octubre, los jóvenes que asistían fueron sorprendidos por la crueldad de los atacantes. Hubo 364 personas asesinadas y una cuarentena de secuestrados. Muchos de los supervivientes sufrieron lesiones y tuvieron que pasar horas escondidos, sin beber ni comer, por no ser detectados por los terroristas. La inmensa mayoría de los asistentes perdieron a amigos y familiares. Tres meses y medio después, Roser Oliver nos informaba del proceso de recuperación que siguen los supervivientes de ese ataque. Las escenas que nos mostraba, desde la localidad de Rishpon, llamaban la atención porque más que unas sesiones de terapia parecían tratarse de otro festival. Jóvenes en medio de la naturaleza, alrededor de un fuego de campo, tocando la guitarra, lucecitas que cuelgan de los árboles, jaimas para realizar talleres de yoga o masaje y sesiones de acupuntura. Supervisado por psicólogos, psiquiatras y trabajadores sociales se les está facilitando un trabajo de recuperación del trauma vinculado a ese espíritu de comunidad, para compartir la experiencia y el dolor. Roser Oliver entrevistaba a la directora de este espacio de recuperación para entender su método, y también hablaba con algunos de los supervivientes.

La periodista explicaba cómo este programa dirigido a las víctimas y familiares de los ataques se llevaba a cabo en diferentes lugares del país. Sin lugar a dudas, las características de este recurso asistencial contrastan con la realidad de otros muchos países donde las víctimas del terrorismo quedan a menudo olvidadas. Y más si tenemos en cuenta la naturaleza tan original y festiva de la terapia.

Pero la noticia contrasta también con la brutalidad que nos llega todos los días desde Gaza y el sufrimiento de sus ciudadanos. De forma implícita, la crónica ponía de manifiesto las desigualdades que se producen a pocos kilómetros de distancia. Y hacía pensar si alguna vez todos estos niños que hemos visto temblar de miedo y llenos de ceniza tendrán la oportunidad de curarse de su trauma.

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