La cara y la cruz de Gerard Piqué

Gerard Piqué somatizó buena parte de las sensaciones de la remontada del Barça. El central marcó el gol decisivo para igualar la eliminatoria, pero encendió todas las alarmas cuando se quejó de dolor a poco más de diez minutos para el final del partido. Se hizo daño solo, después de un giro con la rodilla derecha al hacer un pase. Desde que se lesionó en noviembre y, después de seguir un tratamiento conservador, volvió acortando plazos el 16 de febrero, en el duelo contra el PSG. Desde entonces, ha sido titular en todos los partidos.

“No es el mismo tipo de lesión que sufrió. No sabemos si es grave. Tendremos que esperar a que pase más pruebas mañana [por hoy]”, valoró Ronald Koeman, que también elogió a su futbolista. Dembélé también abandonó el partido con gestos de dolor y cansancio, en su caso, tocándose los gemelos. Ayer, después del partido, el club no tramitó ningún comunicado médico en relación a ninguno de los futbolistas a la espera de que pasen más pruebas.

Las lesiones fueron la cruz de una remontada llena de orgullo. Pedri, que vivió el 2-0 desde el banquillo, dijo: “Ha sido una locura. Primero he pensado que el lanzamiento de falta de Messi iría a gol, después ha habido el córner y... al final, el gol y la euforia”. El canario se expresó con un talante que, como su buen fútbol, también recuerda a Andrés Iniesta.

“Si nos marcaban un gol, la cosa se complicaba mucho. En un penalti siempre hay lotería. Pero creo que todos hemos hecho un buen partido. Estoy muy contento por dar una alegría a nuestros seguidores. Todos sabemos que son tiempos difíciles, pero nosotros intentamos mejorar y esperamos ganar la Copa”, afirmó por su parte Ter Stegen, uno de los otros héroes de la noche con su intervención decisiva cuando el marcador todavía era de 1-0.