Diez años de 'Retratos de Vino'
El Vinseum acoge el epílogo de esta colección de la URV sobre la vida de ocho enólogos catalanes

Vilafranca del Penedes"La colección Retratos de Vino empezó hace diez años pudiendo viñedos en el Molar, en el corazón del Priorat, con Toni Sánchez-Ortiz". Lo recuerda la autora del ciclo, la periodista y sumiller Ruth Troyano. Y es que el joven enólogo nacido en Organyà fue ahora hace diez años el protagonista del primer libro de la mujer. 'Enología de la Universidad Rovira i Virgili (URV).
Con estas publicaciones se disecciona la profesión vitivinícola a partir de su experiencia profesional y personal, los objetivos y los retos a los que se enfrentan, los paisajes... Diez años después, en enero, la publicación celebró el aniversario en el Museu de les Cultures, colección.
El acto contó con la autora del ciclo, la periodista y sumiller Ruth Troyano, que dialogó con Toni Sánchez-Ortiz (El Solà de Ares), Francesc Ferré (Celler Frisach), Anna Espelt (Espelt Viticultors), Sergi Colet (Colet Vinos), Roser Amorós (Celler Carlania), Miquel Palau (Celler Abadal) qué) –los protagonistas del ciclo–, así como con el fotógrafo Maoz Eliakim y Jaume Llambrich, coordinador y editor de Publicacions URV. Fue también el pistoletazo de salida de las celebraciones correspondientes al vigésimo aniversario del sello editorial de la URV.
A través de las historias recogidas en esta serie de testimonios, la colección mantiene su vigencia. Construye un relato sobre la enología, una tradición que siempre ha estado arraigada en el territorio y sus gentes. "Con Retratos de Vino empezamos el camino de poner la mirada en los paisajes y en las personas, porque el vino es humanidad y naturaleza, esencialmente", indica la autora de los libros. "Se hizo una elección muy consciente de enólogos que no conocíamos, un acto de fe y confianza de gente muy joven que iniciaba su proyecto", añade. Troyano, que añade: "De los ocho enólogos que hemos hecho, cuatro tienen raíces y vínculos con Tarragona". El sur como gran despensa enológica del país con infinidad de proyectos. Son inquietos enólogos, con muchas ganas de atreverse, de hacer vinos muy originales y con mucha libertad, pero habiendo pasado por la academia. Hemos insistido en que están haciendo más vinos de paraje, de finca, con esa agricultura de precisión que pide la emergencia climática. Trabajan con modelos como la biodinámica, la permacultura o la regenerativa".
Mirando más el suelo
Troyano advierte que ha habido una evolución en el mundo del vino en la última década: "Hoy se está mirando más el suelo que hace diez años, también porque el clima obliga a ello. Se han desarrollado mosaicos agroforestales en territorios resilientes en los embates del clima y en los incendios que caracterizan al Mediterráneo". "Los libros significaron otra forma de leer el mundo del vino, más allá de la parte técnica, haciendo entrar la dimensión humana, la filosofía de vida y el paisaje, porque es humanidad, de quien hace el vino", reflexiona. Da por cerrada la colección, pero no descarta que se pueda reanudar más adelante. Lo que sí se editará pronto es una memoria de lo que se vivió hace unas semanas en el Vinseum.