Obituario

Muere Xavier Gramona, referente catalán del vino espumoso

El empresario, de 63 años, impulsó el crecimiento de la bodega Gramona y fue clave en la creación de Corpinnat

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Larga vida al espumoso Xavier Gramona Sandé

BarcelonaXavier Gramona, un histórico del sector del vino en Catalunya, ha fallecido este viernes a los 63 años. Nacido en 1959, pertenecía a la quinta generación de la centenaria bodega Gramona. Una caída mientras trabajaba el jueves de la semana pasada en la bodega de Sant Sadurní d'Anoia, y las complicaciones que se derivaron, con un accidente cardiovascular, han sido las causas del repentino traspaso. El miércoles el equipo médico había indicado a la familia que su estado mejoraba, que haría falta una operación, pero que se mantenía estable. El jueves por la noche Gramona empeoró y entró en coma repentinamente, y esta mañana ha muerto. Su hijo, Leo Gramona, lo ha confirmado al colectivo Corpinnat, al que está adscrita la bodega.

Se da la circunstancia de que el día antes de que Xavier Gramona sufriera el fatal accidente, su hijo Leo y el hijo de su primo hermano Jaume, Roc, habían comenzado la vendimia. El diario ARA estuvo con ellos en los viñedos, durante la mañana del 27 de julio. Justo después, al mediodía, fue cuando Xavier Gramona cayó de una altura muy grande en una claraboya, y un helicóptero se trasladó a ella para llevarlo al hospital.

Gramona, economista y copropietario de la bodega Gramona, se había convertido en uno de los nombres propios del sector en Catalunya por su empuje empresarial y por un carácter afable que han dejado huella entre los que le conocieron. Llegó a la empresa que lleva el nombre de su familia en 1995, después de estudiar en Esade, de formarse en Londres y de trabajar en sectores como el marketing, la consultoría, la banca internacional e incluso para la competencia, habiendo trabajado en la filial de Freixenet en Estados Unidos.

En 2019 Gramona fue uno de los grandes impulsores de la escisión que se produjo en el sector de los espumosos catalanes. Como respuesta a años de pérdidas de rentabilidad en el sector del vino, la bodega Gramona que él lideraba y otras seis bodegas hicieron una apuesta por crear una nueva marca, Corpinnat, y escindirse del Consejo Regulador del Cava cinco años después de la primera quebradiza que derivó en la creación de Clàssic Penedès. El objetivo de Corpinnat, de la que había sido presidente el propio Xavier Gramona, era reivindicar el vino espumoso de calidad realizado desde el corazón del Penedès, del sur del Llobregat hasta el Baix Penedès.

"Era una persona de ideas firmes, familiar, trabajador, y deja un gran agujero", lamentaba esta noche en declaraciones al ARA Paco de la Rosa, propietario de las bodegas Torelló. Su aportación al sector fue fuerte: "Apostaba por la larga crianza, por no hacer vinos jóvenes, por poder competir con el champán, e insistía mucho en la importancia de la exportación", rememora De la Rosa. El impacto en las bodegas que él dirigió fue profundo: "Ha hecho un pequeño imperio, pasando de una empresa pequeña o media a una grande, y ha situado a los espumosos catalanes en lo más alto; fue un gran director comercial de su empresa", añade el empresario, que destaca su buen entendimiento con su primo Jaume.

Para Alba Balcells, directora general del INCAVI, “se va uno de los grandes”. “Visión, talento, e infinita devoción por la viña y el territorio. La huella de los artesanos del tiempo que perdurará. Demostró que una empresa familiar en nuestro país puede ser una gran empresa”, decía ayer.

Jaume Mata, gerente de Corpinnat y que había sido director general de la bodega, también quiso glosar su figura: "Lo que hizo Xavier fue revolucionario; creyó en las largas crianzas y en que se pueden hacer grandes vinos espumosos, y logró que fueran vinos reconocidos en el mundo". De Gramona también recuerda que "fue un gran defensor del vínculo con el campo y que los agricultores tuvieran unos precios dignos". "Él se comparaba con un marchante de arte, que era capaz de vender las obras que hace una gran bodega", recuerda Mata, quien también destaca su labor buscando consensos: "Xavier era un buscador de equilibrios, uno de los grandes negociadores que ha habido en el mundo de la empresa, era capaz de negociar cualquier cosa hasta la extenuación –explica–, sin duda, ha sido uno de los grandes del mundo del vino y una de las personas más inteligentes con quien he trabajado", concluye.

Las principales marcas que reunía Corpinnat, que empezaron siendo seis y ahora llegan a once, son bodegas como Recaredo, Gramona, Llopart, Navidad o Torelló, y cerraron el 2021 con unas ventas de 2,3 millones de botellas, cifra que suponía un 35% más que en el 2020 y un 12% más que en el 2019.

En los últimos tiempos, Xavier Gramona estaba ultimando el relevo en la empresa para dejarla en manos de su hijo Leonard.

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