Pere Aragonès se prepara para dejar el poder

BarcelonaAl día siguiente de la derrota del 12-M, Pere Aragonès se responsabilizaba en primera persona de la derrota y anunciaba que abandonaba la primera línea política. El todavía presidente de la Generalitat subrayaba que a partir de entonces sus esfuerzos se centrarían en "facilitar la transición" hacia el nuevo gobierno y que, por tanto, su labor al frente de la Generalitat sería eminentemente la de un presidente en funciones: perfil bajo y gestión de los meses que queden hasta la investidura de un nuevo presidente –siempre que se evite una repetición electoral–. En las últimas semanas, su agenda se ha vaciado relativamente y solo figuran los actos imprescindibles de un presidente que ya tiene un pie fuera del Palau de la Generalitat.

Su equipo explicaba estos últimos días que Aragonés mantendría su agenda institucional pero que la iniciativa ejecutiva sería mínima para dedicarse a las labores de un gobierno en funciones. Las reuniones de los consejos ejecutivos de los martes serán de trámite y la portavoz del Govern en funciones, Patrícia Plaja, ya avisó de que las ruedas de prensa posteriores serían más cortas de lo habitual. Aragonés, por otra parte, también ha pedido a todas las conselleries que preparen documentos de resumen de la labor realizada a lo largo de estos tres años para traspasarlo a los sucesores. El presidente, en este sentido, está centrado en realizar una "buena" transición. "Yo he trabajado para cuidar a la Generalitat y me centraré en las próximas semanas en hacer un traspaso como el que yo no tuve, porque la represión no permitió que el presidente pudiera hacerlo", aseguró Aragonès el miércoles.

Esta semana, sin embargo, el Govern de ERC aún ha tenido que ver como uno de los últimos decretos que aprobó en materia de vivienda por regular el alquiler temporal y el de habitaciones caía por su situación de minoría en el Parlamento. El PSC se abstuvo y Junts votó en contra, lo que hizo que el texto, que debía servir para regular los alquileres de temporada –que no lo estaban en la ley estatal–, haya tenido tan sólo un mes de vida . De hecho, haberse quedado en minoría en el Parlament después de que Junts abandonara el Govern ha sido una losa para sacar adelante su obra de gobierno y es, de hecho, lo que ha acabado dinamitando al ejecutivo después de no conseguir los apoyos suficientes para sacar adelante los presupuestos de este año.

Sea como fuere, aparte de la gestión habitual del Govern, Aragonès también participará en actos ya previstos fuera de la Generalitat. Esta semana, por ejemplo, el presidente se despidió de uno de los eventos económicos anuales, la reunión del Círculo de Economía. Allí, Aragonès sacó pecho de la "buena marcha de la economía catalana" y aseguró que su Govern deja "una Catalunya mejor" que antes de que llegara a la Generalitat. El acto se convirtió en una despedida de los empresarios hacia el presidente y un clamor para evitar una repetición electoral. De hecho, los grandes protagonistas de la primera jornada de esta edición fueron los representantes socialistas y, en concreto, Salvador Illa, a quien el empresariado ve como nuevo presidente de la Generalitat. De cara a los próximos días, el presidente tiene previsto participar en otros eventos como los Premios Nacionales de Cultura o también los de Investigación, así como foros como el Encuentro empresarial en el Pirineo y otros actos de ámbito económico o de la salud mental, además de reuniones de trabajo.

La crisis de ERC

Aragonés focalizará sus esfuerzos en los próximos meses en las labores de presidente y sus apariciones públicas serán principalmente en el ámbito institucional. Al día siguiente del 12-M, el dirigente republicano también anunció que abandonaría la primera línea del partido una vez Esquerra hubiera encauzado su debate interno. Aragonés dejará su cargo en el congreso del 30 de noviembre. Es la fecha que ha puesto el partido como meta para cerrar la crisis interna y de liderazgo tras la ruptura de Oriol Junqueras y Marta Rovira.

¿Qué papel juega Aragonés en esta cuestión? Aporta su visión en los órganos internos, pero no quiere posicionarse públicamente sobre la crisis interna ni sobre el papel de ERC en la próxima investidura del presidente de la Generalitat, es decir, sobre si el partido debe hacer presidente Salvador Isla o no. Lo hizo en las reuniones de la ejecutiva de la semana pasada, ya su renuncia le siguió la de la secretaria general del partido, Marta Rovira. Aragonés también ha participado en el encuentro del grupo parlamentario de esta semana, donde estuvieron Oriol Junqueras y Marta Rovira desde Ginebra.

Si finalmente los grupos evitan la repetición electoral, Aragonès todavía tendrá unos meses para dedicarse a la transición del partido, desde el mes de septiembre –a finales de agosto es la fecha límite para el segundo debate de investidura– hasta noviembre, cuando el partido celebrará su congreso. Será entonces cuando el dirigente republicano tendrá que definir su vida post presidencia.