Puigdemont cierra filas con Sànchez ante el manifiesto "anónimo" que pide que se vaya

Considera que las discrepancias se tienen que canalizar a través de los órganos internos del partido

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Laura Borràs, Jordi Sànchez y Elsa Artadi en la sede de JxCat la noche electoral del 14-F.

BarcelonaEl expresident Carles Puigdemont cierra filas con el secretario general de Junts, Jordi Sànchez, ante la recogida de firmas impulsada "anónimamente" contra él. Fuentes de la entorno a Puigdemont aseguran al ARA que el expresident "desautoriza un manifiesto anónimo que no busca el bien de Junts" y pide que las discrepancias se canalicen a través de los órganos internos del partido.

Según las mismas fuentes, ayer por la tarde Puigdemont y Jordi Sànchez se reunieron telemáticamente para abordar la cuestión después de que Europa Press avanzara un documento en que se criticaba al secretario general por haber dicho que el 1-O era una manera de forzar al Estado a negociar y le pedía que pusiera su cargo a disposición.

La polémica interna en Junts se generó a raíz de una carta que Sànchez hizo pública a través del ARA respondiendo a Oriol Junqueras (ERC), que había puesto en cuestión la unilateralidad como vía efectiva y extendía la mano a los que se sintieron "excluidos" del 1 de Octubre. Sànchez respondió que el referéndum no fue un "error", en defensa de la vía unilateral, y añadió que era de los que creía que fue concebido más para "forzar al gobierno español a abrir una vía de diálogo y negociación para lograr un referéndum acordado que para proclamar efectivamente la independencia".

Esta última afirmación propició un debate en Junts, porque algunos miembros de la ejecutiva –como Aleix Sarri, Josep Rius, Elsa Artadi y el portavoz adjunto en el Parlament, Francesc Dalmases– dijeron públicamente que el 1-O fue un referéndum para proclamar la independencia. También el vicepresidente del partido, Jordi Turull, hizo ayer la misma reflexión en Catalunya Ràdio. Más allá de esto, algunos sectores del partido dieron un paso más y prepararon un documento criticando las declaraciones para recoger firmas contra Sànchez. "Las declaraciones del secretario general, que decía que creía que el referéndum no era para declarar la independencia de Catalunya, son un insulto al pueblo que ejerció el derecho de voto arriesgando la vida, un insulto a los exiliados, presos y represaliados (muchos de ellos represaliados por pedir su libertad) y una falta de respecto a los afiliados de Junts", destaca el documento.

Ante esto, el entorno de Puigdemont remarca que Jordi Sànchez, entonces como presidente del ANC, fue uno de los impulsores del referéndum del 1-O, junto con el Govern que capitaneaba el expresident exiliado. "Lo hicieron juntos", destacan las mismas fuentes. En este sentido, el expresident asegura que no descarta hacer declaraciones públicas en función de cómo vaya la ejecutiva del partido prevista para lunes.

Cada semana la dirección nacional de la formación se encuentra lunes a primera hora para abordar la actualidad política y ayer todas las fuentes consultadas del partido asumían que la semana que viene se tratarían las declaraciones del secretario general sobre el 1-O y el manifiesto anónimo. Aún así, varias fuentes del partido consultadas creen que si hay malestar es probable que se canalice también en la primera reunión del consejo nacional prevista para el mes de julio.

La negociación del Govern

A pesar de que públicamente la discrepancia sea por las declaraciones sobre el 1-O, algunos miembros de Junts interpretan que el malestar expresado en el documento anónimo –nadie ha reivindicado la autoría, de momento– no tiene tanto que ver con las discrepancias políticas sino con la manera como el secretario general llevó la negociación para formar gobierno con Esquerra. Algunos sectores de Junts quedaron al margen de las conversaciones en el último tramo y Sànchez cerró a solas con el president, Pere Aragonès, el acuerdo final y el reparto del Govern. También ha sido él quien ha llevado directamente la elección de los consellers y conselleres de Junts, optando por hasta tres perfiles independientes –la politóloga Victòria Alsina (Exteriors), el exdirectivo de La Caixa Jaume Giró (Economia) y el doctor Josep M. Argimon (Salut)– ante otros dirigentes del partido. Solo el vicepresident, Jordi Puigneró, ha repetido en el ejecutivo respecto a los consellers de la anterior legislatura.

También hubo polémica por la elección de los portavoces de Junts en el Parlament – había varios candidatos que querían serlo– y finalmente se acabó votando –Mònica Sales fue ratificada como portavoz y Josep Rius se impuso para ser portavoz adjunto por solo un voto de diferencia ante Francesc Dalmases (el candidato de la presidenta del Parlament, Laura Borràs), Glòria Freixa y Joan Canadell–. En este sentido, consideran que la mala mar es más por una cuestión de reparto del "poder" que no por la estrategia del partido.

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