¿Cuáles serán los candidatos a las cuatro capitales catalanas?
Los partidos comienzan a preparar los próximos comicios municipales en el ecuador del mandato
Barcelona / Gerona / Tarragona / LéridaLas elecciones municipales del 2023 trajeron un cambio de color político a los ayuntamientos de las cuatro capitales catalanas. Girona fue la única ciudad que retuvo a un gobierno independentista, mientras que los socialistas consiguieron las alcaldías de Barcelona, Tarragona y Lleida. En el ecuador del mandato, los partidos con representación institucional empiezan a moverse para encarar las municipales del 2027. ¿Qué candidatos continuarán y cuáles no?
Barcelona
Collboni espera contrincantes
Cuando están a punto de cumplir dos años de su llegada in extremis en la alcaldía de Barcelona de la mano de los votos de Barcelona en Comú y el PP, Jaume Collboni ya mira a la reelección. El alcalde socialista ya ha dicho públicamente que quiere optar a un segundo mandato, que es una de las pocas certezas que hoy por hoy tienen las elecciones municipales del 2027 en la capital catalana. Los candidatos del resto de partidos todavía están por definir, y en algunos casos la elección promete ser movida.
La incertidumbre del escenario electoral de 2027 bebe de lo que ha pasado en estos dos primeros años de mandato. La investidura a última hora de Collboni ha supuesto de rebote la retirada de la primera línea política de Xavier Trias –que ganó las últimas elecciones– y de Ernest Maragall. Ambos tenían un acuerdo para gobernar juntos que saltó por los aires cuando los comunes y el PP dieron sus votos al alcaldable socialista, y ambos acabaron marchando del Ayuntamiento, como también hizo la exalcaldesa y candidata de los comunes, Ada Colau, una vez cerrada la puerta a un gobierno con el PSC.
Junts, Barcelona en Comú y ERC, pues, tienen por delante la difícil misión de encontrar candidatos que sustituyan a estos tres pesos pesados. Los republicanos –que están actuando como socios preferentes de Collboni y estuvieron a punto de entrar en el gobierno– son quienes lo tienen más claro, con Elisenda Alamany ejerciendo ya de candidata in pectore aunque algunas voces dentro del partido cuestionan que esto sea compatible con ser secretaría general de Esquerra. Juntos y los comunes, en cambio, tienen más trabajo pendiente.
En el caso de los junteros, el debate lleva tiempo abierto y divide el partido entre los que apuntan a Josep Rius –ahora concejal y que cuenta con la máxima confianza de Carles Puigdemont– y los que se oponen y creen que es necesario un candidato alternativo. El actual líder del grupo, Jordi Martí, también quiere ser candidato, pero en las quinielas han sonado también nombres como Joaquim Forn o incluso Artur Mas.
En cuanto a los comunes, Colau dice que no está entre sus planes volver pero esta puerta nunca se acaba de cerrar definitivamente. Sin su mayor figura de los últimos años, el espacio está obligado a buscar una alternativa. Janet Sanz es ahora la cara visible, pero éste ya es su cuarto mandato en el Ayuntamiento, y la opción de algún nombre proveniente de los movimientos sociales como fue en su día Colau también está sobre la mesa.
Más claro parece el futuro de Daniel Sirera. El hombre que decidió que Collboni fuera alcalde aspira a presentarse de nuevo si bien en el caso del PP la última palabra la tendrá, como siempre, Génova.
Girona
Sin candidatos claros a excepción de Junts en el ecuador del mandato
Cuando Lluc Salellas, actual alcalde de Girona por Guanyem, volvió a presentarse como candidato a las elecciones municipales del 2023, pudo hacerlo gracias auna excepción expresadel consejo político de la CUP. Militante anticapitalista, estaba superando el límite de dos mandatos en la primera línea de la política. Por esosiempre se ha comprometido a dejar la política institucionaluna vez finalice este mandato. Ganamos, pues,una coalición progresista y transversalque incorpora y nace a partir de la CUP Girona, se encuentra en el ecuador del mandato en Girona sin un candidato claro para las próximas elecciones. Pero no está solo en esa ecuación. El PSC, el partido que ganó las elecciones municipales de hace dos años pero que no gobierna gracias a un acuerdo entre los tres partidos independentistas en Girona (Guanyem, Junts y ERC), sigue sin un referente político claro.
La marcha de Silvia Paneque comosuperconsejera en el gobierno de la Generalitatha dejado al grupo municipal sin un referente fuerte. Le capitanea la que era su número dos, Bea Esporrín, que el jueves cerró el acto organizado por los socialistas en el Hotel Bellavista de Girona convencida de que en el 2027 habrá cambio en Girona y que esta vez, "lo liderará el PSC". Ahora bien, lo que no está nada claro es quién del PSC le liderará.
Lo mismo ocurre con Esquerra. Elgran acierto de Joaquim Ayatsha sido pacificar en los últimos dos mandatos una agrupación como la gerundense, acostumbrada a las guerras intestinas. Ahora, sin embargo, le ha salido un competidorcon el apoyo de Oriol Junqueraspara presentarse en Gerona. Se trata de Marc Puigtió, ex alcalde de Sant Julià de Ramis. En diciembre del 2024 presentó Moviment Gironí, desmarcándose de las siglas de ERC, y defiende que se presentará a las municipales ya sea elegido candidato republicano o no. En esta ecuación lo que está ahora menos en entredicho es el liderazgo de Gemma Geis en Junts, después de que en el 2023fuera elegida candidata a última horaa raíz de divergencias internas. Primera teniente de alcalde en Girona, ha incrementado su actividad institucional en los últimos meses gracias a ser también la vicepresidenta segunda de la Diputació.
En cuanto a PP y Vox, que cierran la composición del pleno municipal con un diputado, no se esperan grandes cambios. Por parte de los populares está Jaume Veray, ahora también diputado en el Parlament y hermano de Concepció Veray, queentró de concejal en el Ayuntamiento por primera vez en 1996. En Vox se encuentra Francisco Javier Domínguez García, con un pacto tácito del resto de grupos de evitar que tenga protagonismo.
Tarragona
El PSC confía en Viñuales para mantener la alcaldía
La apuesta que el PSC de Tarragona hizo en las pasadas elecciones municipales por Rubén Viñuales, que había sido el líder de Ciutadans, funcionó y los socialistas pudieron recuperar en el 2023 la alcaldía que habían perdido en manos de ERC después de 12 años seguidos gobernando la ciudad. La renovación del partido socialista, salpicado por el caso Inipro, era necesaria y Viñuales fue la persona elegida para liderarlo. Uno de los grandes retos del nuevo alcalde, que contaba sólo con 9 concejales de los 14 necesarios para conseguir la mayoría en el salón de plenos, era ser capaz de llegar a acuerdos y, dos años después, Viñuales ha demostrado esa capacidad. El primer presupuesto del mandato lo aprobó con los votos a favor de ERC (6 concejales), los de Junts (3) y los de En Comú Podem (2), mientras que el segundo salió adelante con el apoyo de Junts y En Comú Podem, y alcanzó los 14 votos necesarios.
El resto del mandato se augura más difícil porque una concejala juntera ha abandonado recientemente el partido, por desavenencias con la dirección municipal, y la suma, en caso de que el voto de la ahora concejala no adscrita se perdiera, se quedaría en 13, uno por debajo de la mayoría. "Por nosotros no ha cambiado nada", explican fuentes socialistas que insisten en que tienen muy claro que están en minoría y que les toca negociar. Además, a medida que se acerque el fin del mandato, es posible que los partidos de la oposición quieran distanciarse del gobierno y dejen de apoyar las cuentas. "La clave es aprobar los próximos presupuestos", explican fuentes socialistas, ya que esto permitiría prorrogarlos de cara al 2027 sin demasiados problemas. Sin embargo, el primer objetivo es intentar cerrar acuerdos con cualquier formación "menos con Vox".
El PP de Maria Mercè Martorell se ha mantenido al margen de los pactos más importantes y esta posición aún se acentuará más al final del mandato. Desde ERC, Xavier Puig, que ya se ha postulado como alcaldable, avanza que también será difícil que el gobierno esté apoyado por los republicanos. "Extendimos la mano el primer año y le dimos una oportunidad, pero no cumplen con sus compromisos", denuncia. El concejal reconoce que tienen "mucho trabajo" para recuperar la alcaldía pero se muestra optimista: "Después de Manresa, fuimos la gran ciudad que logramos un mejor resultado", explica y asegura que la mayoría de lo que está haciendo Viñuales "es legado republicano" del anterior mandato.
Quien también se ha postulado como alcaldable, en este caso de Junts, es Jordi Sendra, actual líder de la formación en Tarragona. En el Partido Popular, Maria Mercè Martorell, también estaría dispuesta a repetir como candidata pese a remarcar que "la última palabra la tiene el partido". Los Comunes, en cambio, tienen un escenario más abierto. Parece que la voluntad es repetir la fórmula y volver a presentarse unidos (En Comú y Podem) y Jordi Collado podría repetir como candidato, pero las elecciones del 2027 todavía se ven muy lejos.
Lleida
Todo el mundo quiere repetir
Casi todos los portavoces políticos en la Paeria liderarán las candidaturas del 2027. Algunos lo han dicho explícitamente, como el líder de la oposición, el popular Xavier Palau, y el resto de líderes políticos también se confirman, pero entre líneas. El contexto les es favorable, pero no quieren saltarse los reglamentos de sus partidos, que fijan el inicio del engranaje electoral en un año. El socialista Fèlix Larrosa, que gobierna en minoría en Lleida, aparece en todas las encuestas del PSC. "Debería haber un terremoto [político] para que no sea nuestro candidato", reconocen fuentes socialistas.
Larrosa se siente fuerte. En un primer balance de legislatura ante empresarios emitió un discurso titulado "Lleida avança" y hará alguno más, seguramente igual de entusiasta, en las próximas semanas. Y es que las cosas le están yendo relativamente plácidas en una ciudad en la que el socialismo ha imperado más de 40 años. Los presupuestos los ha podido salir adelante gracias al apoyo de Junts y, si no se tuercen las cosas, será favorito en el 2027. "No estamos todavía para mirar cabezas de lista, pero todos nuestros alcaldes están haciendo muy buen trabajo y, si quieren repetir, les apoyaremos", dice Judit Alcalá, la secretaria de organización de la federación del PSC en la provincia. Pero Alcalá recuerda que, dentro de un año, no se pondrán.
Juntos y ERC, que debido a la derrota electoral cambiaron de liderazgo, también tienen candidatas claras. Sus portavoces, Violant Cervera y Jordina Freixanet, son las mejor posicionadas. Ambas manifiestan sus ganas, pero son cautelosas. "Me veo con ganas de salir adelante, pero ni siquiera hemos abierto el proceso interno", añade Freixanet, que confiesa estar "aburrida" en la oposición y con energía para volver al gobierno, si hace falta de nuevo con Junts. "Tenemos la obligación de entendernos", concluye.
El PP, con Xavier Palau ya al frente, logró cinco concejales en los comicios de hace dos años y la autoridad interna para confirmarse ya como alcaldable. "Tuvimos un resultado extraordinario –confirma–, somos la alternativa a una de las peores políticas de la ciudad". Garantizar seguridad, mejorar la limpieza y regular la inmigración son sus promesas (las mismas hace dos años). Gloria Rico, de Vox, que irrumpió con dos escaños, se siente también fuerte por presentarse, con el visto bueno necesario de la ejecutiva en Madrid. Laura Bergés, del Comú, es la más cautelosa. "Estoy centrada en la acción política, todavía falta mucho, pero tampoco te digo que no", dice.