Unidas Podemos llevará la reforma de la sedición a la mesa de diálogo

La Moncloa lo aparca 'sine die' y Asens replica que Yolanda Díaz la propondrá en la negociación

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El presidente español, Pedro Sánchez, mira la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, durante una intervención en el Senado

MadridNo han pasado ni 48 horas desde que ha empezado oficiosamente el nuevo curso político y ya hay pistas claras de que la mesa de diálogo entre los gobiernos catalán y español es un componente clave. Si este lunes el president de la Generalitat, Pere Aragonès, reclamó la presencia del jefe del ejecutivo español, Pedro Sánchez, hecho que la Moncloa todavía no aclara, ahora el choque es entre el PSOE y Unidas Podemos, que se sentarán al mismo lado pero expondrán visiones disonantes. La reforma de la sedición, prometida por Sánchez en enero de 2020, está guardada en un cajón sine die y Unidas Podemos tiene previsto proponerla, tal como ha revelado el presidente del grupo parlamentario, Jaume Asens, en un tuit.

"Para que quede claro: la reforma de la sedición es un compromiso con Europa y las organizaciones de Derechos Humanos. Por eso, esta será una de las primeras cuestiones que llevaremos a la mesa de diálogo para que se acuerde y se apruebe". Esta ha sido la respuesta de Asens al ministro de Presidencia, Félix Bolaños, que este martes ha presentado el plan normativo 2021 del gobierno español. Es decir, el paquete legislativo de los próximos cuatro meses. No aparece la reforma del Código Penal, pero tampoco se espera a medio plazo. "Cuando aprobemos los planes normativos de 2022 y sucesivos lo iremos viendo", ha dicho Bolaños, artífice de los indultos a los presos políticos junto con el exministro de Justicia Juan Carlos Campo.

La importancia de los indultos

A dos semanas de la convocatoria, la portavoz del gobierno español, Isabel Rodríguez, ha querido remarcar este martes en la rueda de prensa posterior al consejo de ministros el compromiso de la Moncloa con el "diálogo y el reencuentro", y ha recordado que el ejecutivo de Sánchez ya ha dado pasos importantes en este sentido. Los indultos han sobrevolado estas palabras, en una decisión que la Moncloa interpretó como un gesto que requiere ser correspondido desde la parte catalana, y que de momento también sirve para dilatar la reforma de la sedición.

La prioridad ahora es la "recuperació económica y social", ha manifestado Bolaños, que con la fórmula "lo iremos viendo" ha casi enterrado la iniciativa. Como mínimo, para un horizonte temporal cercano. A la vez, ha puesto de manifiesto que la cuestión catalana es una especie de distorsión del objetivo principal de Sánchez, la salida de la pandemia y de la crisis que ha conllevado, obviando en cierto modo que pueden ser paralelas. Además, se trata de una medida controvertida sobre la que hay aproximaciones diferentes: el independentismo apostaría por derogar el delito de sedición, mientras que la idea inicial del PSOE era más bien una rebaja de penas (se podrían beneficiar de ello los exiliados). Pero podría no reunir suficientes apoyos en el Congreso.

Hace meses que En Comú Podem observa con resignación cómo los planes de la Moncloa para profundizar en el fin de la represión se aparcan y se limitan a los indultos. Esta fue una de las principales batallas de Asens, que llamaba con insistencia a la puerta del ministro Campo para convencerlo. Ahora Unidas Podemos tendrá un rol en la mesa de diálogo y se constatará cómo en algunas cuestiones está más cerca de lo que reclama el independentismo que del PSOE. El 8 de septiembre, la líder de los comuns en el Parlament, Jéssica Albiach, explicará la propuesta que la vicepresidenta segunda del ejecutivo español, Yolanda Díaz, defenderá en la negociación con la Generalitat y uno de los puntos tiene que ver con la judicialización del Procés. Asens ya lo ha concretado.

Respuesta a Aragonès

La de la reforma de la sedición no es la única expectativa frustrada para el independentismo de cara a la mesa de negociación. A pesar de ser un portazo esperado, en la Moncloa no han gustado las palabras de Aragonès de este lunes sobre una hipotética votación sobre la independencia antes de 2030. "Claramente, este no es el camino del diálogo y el reencuentro", ha afirmado la portavoz del gobierno español, Isabel Rodríguez.

"El camino no es indicar horizontes para la independencia", ha subrayado Rodríguez, que ha respondido al presidente catalán motu proprio antes de que los periodistas se lo preguntaran. La también ministra de Política Territorial no ha querido dar detalles preparatorios de la cita: ni la composición, ni la fecha, ni los contenidos específicos. Está prevista para la semana del 13 de septiembre, pero el día concreto todavía se tiene que cerrar. Tampoco ha querido aclarar la presencia de Sánchez, reclamada este lunes por Aragonès.

"El presidente ya fue a la primera cita", ha apuntado la ministra, sin que esto se tenga que interpretar ni de una manera ni de otra, advierten fuentes de la Moncloa. La portavoz del Govern, Patrícia Plaja, ha insistido este martes en que no prevé otro escenario diferente a que Sánchez esté y, de hecho, fuentes de la Generalitat se muestran convencidas de que estará, informa Quim Bertomeu. Explican que así lo ha expresado en contactos privados, pero que esperará hasta última hora para confirmarlo para evitar tanto como pueda la presión a la que lo someterá la derecha española.

En Catalunya la presión alrededor de la mesa de diálogo se encuentra dentro del mismo movimiento independentista. Los últimos días ERC y Junts han evidenciado que sus expectativas al respecto no son las mismas, y este martes se ha añadido al debate el presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, que ha reclamado no ningunearla. En una entrevista a RAC1, lo ha reivindicado como un "éxito colectivo" porque implica el reconocimiento por parte del Estado del conflicto político. Cuixart ha defendido llevar una propuesta "firme" a favor de la autodeterminación. La reforma de la sedición, entre otras cosas, también estará, a instancias de Unidas Podemos. Falta saber qué ofrece el PSOE.

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