El veto sepultado entre los comunes y la CUP

Las dos formaciones descartan gobernar juntas a pesar de su proximidad ideológica

Mireia Esteve / Xavi Tedó
3 min
Albiach, en un acto electoral

BarcelonaEn medio de los vetos cruzados entre ERC y el PSC para gobernar juntos, hay otros sepultados que, a medida que avanza la campaña, se hacen más visibles. A pesar de la proximidad ideológica entre los comunes y la CUP, especialmente en el ámbito social, las dos formaciones han mostrado estos últimos días sus divergencias, sobre todo en la cuestión nacional, para alejar cualquier posibilidad de entendimiento después del 14-F. Los comunes acusan a los cuperos de autoexcluirse de un ejecutivo de izquierdas con el PSC y ERC y de buscar el acuerdo con JxCat, mientras que los anticapitalistas denuncian el seguidismo de los de Jéssica Albiach respecto a los socialistas.

Este viernes, el número 2 de la CUP, Carles Riera, ha acusado a Albiach de ofrecer su apoyo a Salvador Illa para ser president "sin ninguna condición" y la ha instado a elegir entre "sumarse a la fortificación y a la estabilización del régimen del 78 de la mano del PSC" o apostar por los consensos que, dijo, defiende el 80% de la población catalana, como son la autodeterminación y la amnistía, pero también los servicios públicos y el rescate social. Aprovechando que el Tribunal Constitucional (TC) ha tumbado parte del decreto de vivienda que obligaba a los grandes tenedores a ofrecer un alquiler social a las personas que los ocupan, Riera ha emplazado a los comunes a posicionarse: "Lograr plenamente los derechos sociales solo es posible con la independencia, el TC lo acaba de demostrar al tumbar la legislación en defensa de la vivienda aprobada en el Parlament, y Albiach tendrá que elegir entre el TC y el derecho a la vivienda", ha dicho el cupero.

La cuestión nacional es el principal argumento que el partido de Ada Colau utiliza para excluir a los anticapitalistas de un hipotético gobierno de izquierdas. Sin ir más lejos, este viernes la candidata de la confluencia ha marcado distancias con la CUP en la resolución del conflicto político: "Tenemos mucha proximidad en términos sociales y económicos, pero en el ámbito nacional nosotros vemos la mesa de diálogo como la herramienta mediante la cual se tienen que canalizar las soluciones a nivel político, y la CUP no está en esta línea", ha criticado ante el rechazo de los cuperos a la negociación con el gobierno español tal como está planteada y a su propuesta de celebrar un nuevo referéndum antes del 2025 sea o no pactado.

Pero el principal reproche que hacen a los cuperos es su proximidad con JxCat. Albiach les ha reprochado varias veces a lo largo de esta campaña que hayan apoyado dos investiduras de presidentes de JxCat y que, en cambio, hayan votado en contra de la investidura de Pedro Sánchez y de los presupuestos estatales. Este aval al partido de Puigdemont y la voluntad de condicionar un nuevo gobierno independentista ha llevado a la cabeza de lista de la confluencia a sentenciar que ve a los cuperos "más cerca de JxCat" que de ellos. "Tanto Sabater como Riera han dicho que quieren un gobierno con JxCat en el que ellos marquen el paso social", ha insistido este viernes durante la entrevista en El món a RAC1. “No es que no los incluyamos, es que se excluyen ellos”, ha remarcado en varias ocasiones Albiach, también este viernes, para justificar que no cuenten con los cuperos en el tripartito que anhelan. En plena escalada de reproches, la portavoz del secretariado nacional de la CUP, Maria Rovira, ha recordado que fueron los comunes los que permitieron la aprobación de los presupuestos.

La pugna entre los comunes y los cuperos también es evidente en los mecanismos que hay sobre la mesa para liberar a los presos políticos. Mientras que la CUP reprocha a En Comú Podem que se abstuviera en la votación sobre la resolución a favor de la amnistía que se votó en el Parlament antes de acabar la legislatura, los comunes les contestan que están a favor de la amnistía pero que no es la solución más efectiva a estas alturas porque el PSOE se opone. Con todo, es cierto que dentro de los comunes hay voces que no son favorables a amnistiar a los presos y ven con más buenos ojos tanto los indultos como la reforma del delito de sedición. De hecho, son estas dos herramientas las que los comunes están batallando para que el gobierno español las saque adelante. "Con este posicionamiento no están demostrando que estén a favor de un derecho a a la autodeterminación que no sea criminalizado", aseguró este lunes.

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