De Ciudadanos a Aliança Catalana: el exconcejal de Sant Just que hace el saludo nazi contra Arran
La organización juvenil independentista había enganchado pegatinas a su restaurante para no rotular en catalán

BarcelonaEn pleno auge de Aliança Catalana, el partido de Sílvia Orriols ha ido incorporando a exconcejales de Junts o ERC descontentos con la parálisis del Proceso, pero también ha recogido, sorprendentemente, formaciones españolistas como Ciutadans, a pesar de ser netamente independentista. Es el caso de Kiko Ferrer, que fue cabeza de lista de Ciudadanos en las elecciones municipales del 2019 en Sant Just Desvern y fue concejal de esta formación y se ha hecho fotografías con militantes de Vox en esta localidad del Baix Llobregat.
Ferrer ha sido noticia este miércoles por una acción llevada a cabo por Arran contra su negocio para no rotular en catalán. El empresario, propietario del restaurante Mile Monkey Burger, ha colgado un vídeo en las redes en las que explica que las juventudes de la CUP le han enganchado pegatinas al establecimiento denunciando que no cumple la ley de política lingüística. Tras cargar contra el "totalitarismo" de Arran, Ferrer ha arrancado una de las pegatinas y, tras desabrocharse los pantalones, se le ha enganchado al culo. Para rematar la acción, Ferrer ha hecho el saludo nazi. El ahora militante de Aliança Catalana ha borrado la publicación, pero Arran la ha recuperado y ha hecho difusión en las redes.
En un comunicado posterior, Ferrer negó que fuera un saludo nazi y que era "una expresión espontánea de frustración e indignación ante la impunidad con la que se repiten estos ataques". "Cualquier intento de interpretarlo de otra manera no es más que una manipulación grosera y malintencionada para desacreditarme personal y políticamente", ha añadido para tratar de rebajar la polémica que se ha generado.
Este viernes en su cuenta de Instagram, Ferrer ha anunciado que se da de baja de Aliança después de que Arran haya vuelto a hacer pintadas en las inmediaciones de su establecimiento con el escrito "Zona antifa". "Estoy harto de que me ataquen por ser de Aliança Catalana", afirmó enseñando el carnet de militante del partido y tras enseñar la carta del restaurante en catalán, aunque admitió que también la tiene en castellano y que el letrero con el horario también está en castellano.
Antes de dar el salto a Aliança Catalana, Ferrer se presentó a las elecciones municipales del 2019 encabezando la lista de Ciutadans, formación de la que se desvinculó –o de la que le expulsaron, según las fuentes– antes de llegar a mitad del mandato, pasando a ser concejal no adscrito. Su salida se produjo a raíz de que Ferrer pidiera disculpas a la ciudadanía, durante un pleno en febrero del 2020, por el comportamiento de los diputados de la formación naranja en el Parlament. Ese día también denunció mobbing por parte de la dirección desde que se abstuvo en una moción de ERC para reconocer la inmunidad de Oriol Junqueras.
"Me siento como un Lucifer dentro del partido", espetaba por criticar las presiones que recibía. En el comunicado de hoy quiso marcar distancias con la formación españolista, y dijo que fue "un error" ser su cabeza de lista. Tras pasar por Cs, ingresó en el Partido Nacionalista Catalán (PNC) donde acudió de número 9 a las elecciones del 14-F del 2021 en la lista encabezada por Marta Pascal, que sólo sumó 4.560 votos con un irrisorio 0,16% de los votos, y de ahí ingresó en Centrem del 'n'.
En las últimas elecciones municipales lideró una candidatura independiente, Som-hi Sant Just, que fue la única de las seis listas que se presentaron que no logró representación. Tras obtener 212 votos (2,5%), hizo público un comunicado en el que anunciaba la disolución del nuevo partido. "Es lo más sensato", dijo, reconociendo el fracaso de la operación. Con la eclosión de Aliança Catalana, ahora Ferrer se ha hecho militante y era uno de los nombres que sonaban, dada su experiencia en el consistorio, por ser el candidato a Sant Just.