Hoy hablamos de
ANÁLISIS

Juntos tiene un problema con Sílvia Orriols

Carlos Puigdemont
27/03/2025
4 min
Regala este articulo

BarcelonaLa encuesta del Centro de Estudios de Opinión (CEO) se reafirma en la tendencia de los últimos sondeos: el PSC se mantiene cómodo en primera posición, en solitario, mientras que Junts pierde apoyo electoral a expensas de un nuevo competidor, Aliança Catalana. Si bien el partido de Carles Puigdemont obtuvo 35 diputados las pasadas elecciones y la formación de Sílvia Orriols 2, según la primera ola del Barómetro del 2025 los junteros se situarían entre los 27 y los 29 diputados, mientras que los de Aliança Catalana subirían hasta los 8-10. Ambos datos están directamente relacionados: la fuga de voto más importante de Puigdemont va hacia Orriols.

Aunque Junts se mantiene con una fidelidad del 74% de quienes le votaron, hay un 9% que declaran que ahora elegirían la extrema derecha. Por delante de la frontera de voto que mantiene con Esquerra (6%) y el PSC (3%). Esta vía de escape de votos de los junteros también se intuye con la valoración de los líderes. Los que se declaran simpatizantes de Junts son los que valoran más positivamente a Sílvia Orriols, después de los mismos simpatizantes de Aliança Catalana, aunque les siguen de cerca los que se declaran simpatizantes de Esquerra, que valoran bien también a Orriols. El dato esperanzador para Carles Puigdemont es que él también es capaz de captar voto de Aliança Catalana: hay un 10% de los que votaron a Orriols que ahora le votarían a él. O que la segunda preferencia de los votantes de Orriols, con mucha diferencia, es Junts.

Los datos sitúan Junts en dos dilemas: primero, decidir con qué estrategia combaten ese auge de la extrema derecha; segundo, cuál es la política de pactos que mantienen, debiendo decidir, cómo han hecho las derechas europeas, si se alían o no con los ultras. En cuanto a la primera decisión, los junteros, para frenar el crecimiento de Aliança Catalana, han optado por un discurso sobre la inmigración a través de la delegación de competencias en la Generalitat por parte del Estado, y también por hablar de cuestiones, como la seguridad o el empleo, que hasta ahora eran patrimonio del PP o de la misma extrema derecha (también el PSC ha escogido empezar a hablar de estas cuestiones). Por ahora, los datos no apuntan a que esto haya detenido la subida de Sílvia Orriols. Por el contrario: respecto al último Barómetro, en el que la inmigración no aparecía entre las cinco primeras preocupaciones de los votantes de Junts, ahora este tema ya aparece, como también aparece entre los votantes del PP (en segundo lugar) y de Vox y Aliança Catalana (en primer lugar).

En este punto cabe preguntarse qué es antes, si el huevo o la gallina, pero no se puede descartar que esta creciente preocupación corresponda a un "efecto agenda", es decir, que los simpatizantes de Junts se hayan fijado también más en esta cuestión desde que sus líderes han empezado a hablar de ello. En cualquier caso, la preocupación por la inmigración aumenta en el conjunto de la ciudadanía. Si en el último Barómetro era el sexto problema de los catalanes, ha pasado ahora a ser el segundo por detrás del acceso a la vivienda y empatado con la insatisfacción con la política. Coincide, también, en que se habla más en general.

En cuanto al segundo cruce –sobre si pactar o no con la extrema derecha–, existen dos modelos: el del PP con Vox o el de la CDU en Alemania, que se ha negado a aliarse con AfD. Por ahora, Junts se ha mantenido en el cordón sanitario en el Parlament, a pesar de las críticas de los otros grupos por la negativa de los junteros de echar a Orriols de la alcaldía de Ripoll. El verdadero dilema les llegará por las municipales, cuando tendrán que decidir si cuentan o no con los votos de Aliança Catalana para llegar al gobierno de los consistorios. El secretario general de Junts, Jordi Turull, ha dicho por activa y por pasiva que no pactarán con la extrema derecha y la mayoría de simpatizantes junteros se muestran en esta línea: un 60% avalan el cordón sanitario frente a movimientos extremistas, pero un 25% están en contra. Entre los simpatizantes socialistas hay cifras similares, a diferencia de lo que ocurre con la CUP, Comuns e Esquerra, en los que están los máximos avaladores del cordón: un 52% de los simpatizantes del PSC se muestran favorables al cordón, un 17% ni a favor ni en contra, un 11% no lo saben y hasta el 2% no lo saben y hasta el 2009.

Aliança Catalana imposibilita la mayoría independentista

Pero no sólo Junts choca con Aliança Catalana, sino que Sílvia Orriols es el principal problema también para volver a formar una eventual nueva mayoría absoluta independentista. Aunque ni los cuatro partidos independentistas, sumados por la franja alta, llegan al umbral necesario según el CEO, ni Junts ni Esquerra ni la CUP se han mostrado dispuestos a aliarse con Aliança Catalana. Por tanto, mientras la extrema derecha crezca, sobre todo a expensas del bloque independentista, más lejos quedará la posibilidad de una reedición de un gobierno soberanista.

stats