El deporte escolar inclusivo, herramienta para cambiar miradas

AlpicatEl deporte se ha convertido en una herramienta de cambio en las manos de los alumnos del Instituto de Alpicat y del centro de educación especial Llar de Sant Josep de Lleida, que se han unido para celebrar la primera jornada de UNIFICA’T, un programa de Special Olympics Catalunya que pretende promover miradas inclusivas entre los alumnos. Desde el Instituto de Alpicat aseguraban que tenían muchas ganas: “Se apuntó tanta gente que los profesores tuvieron que reducir la lista porque solo podíamos ser 30”, explicaba uno de los compañeros del centro antes de empezar la jornada. En total, más de 60 adolescentes, de entre 16 y 21 años con y sin discapacidad intelectual, han participado en esta actividad. Y, al acabarla, todos han coincidido: “Nos lo hemos pasado muy bien”.

“Al principio me ha costado mucho relacionarme con los estudiantes del centre Llar de Sant Josep; no sabía como integrarme”, detalla Ayla, del Instituto de Alpicat. Maria, otra alumna, coincide: “Me daba miedo decir algo que les pudiera molestar y no sabía cómo ayudar”. Aun así, a medida que ha avanzado la mañana, las alumnas aseguran que “todo ha sido más dinámico” y que gracias “a las actividades y la ayuda de los voluntarios” han aprendido a relacionarse con sus compañeros.

Para empezar la jornada, los alumnos, vestidos con la misma camiseta roja, han formado un gran círculo para conocerse. Siguiendo las indicaciones de uno de los profesores, se han dispersado por el espacio interactuando los unos con los otros, una actividad que ha servido para romper el hielo y que ha dejado entrever abrazos y risas entre jóvenes de las dos escuelas. 

A continuación, estudiantes del grado superior de animación sociodeportiva del Instituto Joan Oró de Lleida han organizado cuatro estaciones deportivas, diseñadas a través de tres deportes colectivos: el tenis, el fútbol y el baloncesto. Pero ninguna de estas pruebas consistía en anotar el máximo de canastas, puntos o goles, sino que el objetivo era cooperar entre todos los miembros del equipo para pasar un buen rato. A estas actividades también se han sumado los jugadores Michael Carrera e Ignacio Rosa, del equipo de baloncesto Força Lleida, y el entrenador de la selección femenina de fútbol de Ucrania, Lluís Cortés.

La cuarta estación era totalmente diferente. A través de ejercicios físicos, los voluntarios hacían reflexionar a los alumnos sobre la importancia de llevar una dieta equilibrada. Dentro de esta prueba, también se hacía la actividad estrella de la jornada: saltar a la comba. A través de este simple elemento, se ha creado una dinámica entretenida que ha permitido a todos los alumnos participar y divertirse. Toni, de la Llar de Sant Josep, asegura que ha sido su “actividad preferida”. “Era un ejercicio en grupo en el que nos podíamos ayudar entre todos”, detalla Maria, que también señala que ha sido el ejercicio más divertido.

El objetivo de estas pruebas era conseguir cambiar la visión que tienen los niños hacia las personas con discapacidad intelectual, así como favorecer la participación de estos alumnos con unas necesidades diferentes. “Nos lo hemos pasado bien y los compañeros han sido muy simpáticos”, explica con una sonrisa Shakira, alumna del centro de educación especial. Josep, también sonriente, asiente al ser preguntado si se lo ha pasado bien. 

“Estos alumnos han salido de su entorno habitual, donde todos y cada uno de sus compañeros tienen unas necesidades diferentes”, apunta la directora del centro Llar de Sant Josep, Núria Pijoan. Según la directora, la jornada deja “unos resultados positivos”, aunque señala que “es una prueba piloto” y que “tiene que haber un cambio mucho más grande”. Para ella, este ejercicio de inclusión es un ejemplo de aquello que “se tiene que conseguir” porque “hay que cambiar la mirada hacia los chicos con discapacidad intelectual”.