Informe PISA

El fracaso en las pruebas PISA revoluciona Francia y Alemania

El Elíseo separará a los alumnos por nivel a lengua y matemáticas a partir del próximo curso mientras que el Bundestag se plantea recentralizar competencias

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Alumnos de una escuela francesa salen de clase para volver a casa.

Barcelona / París / RomaEl fracaso de Cataluña en el informe PISA no es una excepción en Europa. Alemania también ha obtenido los peores resultados de la historia del país, mientras que en Francia el retroceso en el rendimiento se califica de "histórico", y en Italia la última edición de las pruebas ha evidenciado un país a dos velocidades en el ámbito educativo. ¿Cuál ha sido la reacción de los gobiernos frente a los resultados? Francia ha sido el país más rápido a la hora de mover ficha y ya ha anunciado que a partir del próximo curso separará a los alumnos por nivel a lengua y matemáticas. Alemania se plantea recentralizar competencias (las políticas educativas están transferidas a los estados federales), mientras que Italia ha mirado hacia otro lado pese al retroceso educativo.

Francia

"Urgencia nacional"

Francia cayó más de 21 puntos en matemáticas (baja hasta los 474 puntos) y 19 en comprensión lectora (474). El ministro de Educación, Gabriel Attal, admitió que existe una "urgencia nacional" para subir el nivel de los alumnos y se comprometió a impulsar "un electrochoque de verdad" en el nivel educativo con una batería de medidas deben concretar.

El cambio más revolucionario –inspirado en el modelo de países como Suecia o Dinamarca– se implantará a partir del próximo curso en 6º y 5º (el equivalente en Cataluña a 6º de primaria y en 1º de ESO): en las asignaturas de matemáticas y francés, los alumnos se repartirán en tres grupos distintos según su nivel. La medida debe servir, según el ministerio, para que los alumnos más aventajados puedan avanzar más rápido y aquellos con más problemas para seguir el temario puedan ir a un ritmo más lento. Los grupos serán flexibles, es decir, que los alumnos podrán subir o bajar de grupo en función de su evolución a lo largo del curso.

El ministro de Educación también ha anunciado que, a partir del próximo curso, el equipo educativo tendrá la última palabra a la hora de decidir si un alumno debe repetir curso. Ahora los profesores sólo pueden proponer que el alumno no pase de curso y son los padres quienes toman la decisión final. En los últimos años, en Francia repetir curso se ha convertido casi en un tabú y el número de alumnos que repiten ha descendido en picado. "Que un alumno que no sabe leer o contar bien pase a 6º es casi maltrato", aseguró Attal.

En matemáticas se implantará el llamado "método Singapur", que se aleja de los métodos tradicionales de cálculo mental o memorización –que en Cataluña también se han descartado– y apuesta por un sistema en el que se da mucha importancia a la manipulación ya la exploración. Por ejemplo, se utilizan objetos que el alumno puede tocar para aprender a contar y sumar. En infantil y primaria, Attal también ha anunciado cambios profundos en el temario de todas las materias para mejorar sus resultados.

Alemania

Unificación y refuerzo

El batacazo alemán es similar al catalán: ha registrado los peores resultados de la historia del país en competencias matemáticas y científicas y en comprensión lectora, aunque el nivel de rendimiento varía en función del estado federado. Como en el país germánico las políticas educativas están transferidas a los estados federales, la ministra federal del ramo, Bettina Stark-Watzinger, ha puesto sobre la mesa la modificación de la ley fundamental alemana, que regula la transferencia de competencias. "Me gustaría que la ley fundamental nos permitiera trabajar juntos entre el gobierno federal y algunos de los estados federados, como en una coalición de voluntarios. De esta forma podríamos iniciar proyectos más rápidamente", decía la ministra en una entrevista al Frankfurter Allgemeine Zeitung, donde también subrayaba que los resultados en las pruebas urgían a trabajar lo más rápidamente posible para revertir la situación.

Tal y como está organizado el sistema educativo alemán, cada estado federado es soberano a la hora de trazar las políticas educativas y el gobierno federal sólo puede ofrecer apoyo con programas de financiación que deben negociarse territorio a territorio. La ministra también ha pedido abrir otro debate similar al generado en Catalunya: cómo se gestiona la integración del alumnado recién llegado al país. "No ayuda nadie convertir ese tema en un tabú", decía Stark-Watzinger. Alemania reforzará el próximo año unas 4.000 escuelas con un alto porcentaje de estudiantes socialmente desfavorecidos con un programa específico para trabajar las "habilidades lingüísticas" de estos alumnos.

Italia

Sin respuesta

En Italia, el último informe PISA ha confirmado que la brecha económica y social entre el norte y el sur del país también divide a los estudiantes italianos. Los resultados muestran gran divergencia en función de la región de origen del estudiante. Todas las áreas del norte obtienen puntuaciones superiores a las del sur en matemáticas, comprensión lectora y ciencia.

De hecho, un 80% de los estudiantes de las regiones del norte del país llegan al mínimo de las tres competencias requeridas, mientras que en el sur del país, sólo el 55% alcanzan las competencias matemáticas propias del nivel (los resultados son mejores en ciencias y comprensión lectora, donde se alcanza el 60% y 70% de logro, respectivamente). A pesar del empeoramiento de resultados y de que el informe evidencia que las matemáticas son el talón de Aquiles de la mayoría de adolescentes italianos, el gobierno no ha valorado los resultados explícitamente ni ha ofrecido ninguna propuesta de mejora.

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