Sociedad

¿Cuántos litros de agua son necesarios para producir una barra de chocolate?

La muestra 'Agua, una exposición sin filtro' llega al Museo de Ciencias Naturales para reflexionar sobre el presente y futuro de este escaso recurso

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La muestra 'Agua, una exposición sin filtros' en el Museo de Ciencias Naturales

Barcelona¿Cuántos litros de agua son necesarios para producir una tableta de chocolate? Y detrás de un bistec o una camiseta, ¿cuánta agua se esconde? Una estructura de cuatro metros construida con garrafas de agua capta la atención del visitante en la entrada de la muestra Agua, una exposición sin filtro y se ilumina para desvelarle la respuesta. Para una tableta de chocolate de 100 gramos se necesitan 1.700 litros de agua; para un bistec, 3.750 litros, y para una camiseta, 2.500 litros.

El montaje, creado por el Pavilhâo do Conhecimento - Centro Ciência Viva de Lisboa, y que el Museo de Ciencias Naturales de Barcelona acoge desde el 15 de febrero, invita a niños y adultos a reflexionar sobre el acceso y el uso sostenible del agua . "Queremos concienciar a los visitantes de la necesidad que tenemos de este recurso en nuestra vida, y de su escasez, sobre todo en un contexto de cambio climático como el actual. Damos un poco por sentado, especialmente a las sociedades occidentales, que solo tenemos que abrir el grifo para tener agua, pero en buena parte del mundo esto no es así", explica el director del museo, Carles Lalueza.

A unos pocos pasos de la torre de garrafas, en la tienda de la Señora Rosalia, el visitante puede elegir entre varios productos –por ejemplo, entre un plato de espaguetis, una hamburguesa o una pizza– y servicios –como limpiar los platos con un lavavajillas o hacerlo con el agua del grifo–. Allí puede descubrir cuál es su factura del agua; o bien se puede acercar al interactivo Ciclo desequilibrado para descubrir las acciones humanas que afectan al ciclo del agua, como la deforestación o el cambio climático. "El visitante que salga de esta exposición debe ser diferente, debe haber cambiado respecto a cuándo entró", remarca Lalueza.

El dispositivo interactivo 'Una ducha eficiente' en la muestra 'Agua, una exposición sin filtros'

Una exposición inmersiva para mayores y pequeños

El recorrido de la muestra se organiza a través de cuatro áreas temáticas, que exploran el contraste de una vida presente y futura. Con agua y sin agua. A través de una treintena de dispositivos, como juegos interactivos, audiovisuales, túneles, un laberinto y paneles, aborda de forma didáctica conceptos clave como la huella hídrica –la cantidad de agua que gastamos– o la importancia de un saneamiento adecuado.

Pero el montaje también da espacio para la reflexión sobre cómo es la vida cuando no se tiene acceso al agua o cuándo las dificultades para acceder a ella son inaceptables. Éste, por ejemplo, es el caso de Aysha, una niña de Etiopía que se encarga de ir a buscar agua para la familia. Destina ocho horas diarias a esta actividad y no le queda tiempo para estudiar, como hace su hermano, ni siquiera para jugar. "La exposición es muy impactante en algunos aspectos, pero sencillamente porque no eres consciente de ello", reconoce Lalueza. "Estamos en una burbuja –que de todos modos está tambaleándose–, que en nuestro caso es la abundancia del agua", añade. El visitante puede comprobar en primera persona (y salvando las distancias) la arduidad de la labor de Aysha: puede elegir un bidón, cargárselo a sus espaldas y andar en una cinta de correr.

El director del Museo, Carlos Lalueza, en uno de los dispositivos interactivos de la exposición

El montaje llama la atención por su carácter inmersivo y le acerca tanto a niños como a adultos. "Puede venir todo el mundo", asegura el director del museo. "Es muy visual y hay muchos elementos que se manipulan, pero también hay una gran cantidad de información científica que no es tan aparente y que es perfecta para el mayor público", argumenta. En este sentido, un laberinto muestra al visitante distintos caminos que reflejan escenarios futuros de disponibilidad de agua; en un juego puede "vestir" las jorobas de un camello, el exoesqueleto de un escarabajo o las orejas de un zorro y conocer las adaptaciones de las diferentes especies por la escasez de agua.

Incluso, durante el recorrido, uno puede convertirse en fontanero para maximizar la reutilización del agua en una casa con las conexiones adecuadas. Todo ello, sin dejar de formular las preguntas pertinentes, como si tendremos un futuro en el que nadie tendrá acceso al agua. "Quisiera ser optimista –opina Lalueza–, pero es evidente que una futura fuente de conflictos en el mundo será la escasez de recursos y uno de ellos será el agua".

La exhibición concluye con una advertencia clara: sólo existe futuro si hay agua. Es por ello que analiza y propone medidas para garantizar un porvenir en el que todo el mundo tenga acceso a este recurso, como por ejemplo cerrar el grifo más a menudo o comprar de manera más consciente, a la vez que pone de relieve las medidas eficientes de gestión del agua en las casas. "Una acción sencilla que puede hacer cada uno para minimizar el consumo de agua es reducir la cantidad de carne que come, pero ésta es una decisión personal. También hay decisiones colectivas que deben tomar los gobiernos, como reparar las fugas . Es una mezcla de acciones, pero el futuro del agua dependerá de cómo quiera implicarse cada uno", admite Lalueza.

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