11 de septiembre: Una semana de terremotos
La erupción llegó después de una semana en la que se llegó a detectar 25.000 terremotos en la zona de La Palma, que empezaron a más de 20 km de profundidad pero que fueron ascendiendo progresivamente hasta la superficie. Los expertos, sin embargo, no preveían una erupción tan inminente.
19 de septiembre: Empieza la erupción
Los terremotos sacuden con contundencia La Palma la mañana del 19 de septiembre y, después de comer, empieza la erupción. Unas 5.000 personas fueron evacuadas en una isla de 80.000 habitantes. La lava avanza 700 metros cada hora. El presidente español, Pedro Sánchez, cancela un viaje a Nueva York para desplazarse a la isla, desde donde asegura que "la seguridad está garantizada".
20 de septiembre: Centenares de viviendas arrasadas
A pesar de la espectacularidad de las imágenes, la lava del volcán se mueve más lentamente de lo que se preveía y se aplaza su llegada al mar. Pero por el camino destruye muchas viviendas. El día siguiente de estallar, ya había un centenar de casas arrasadas porque el río de lava se iba "comiendo literalmente" todo lo que encuentra a su paso. Lo que había pasado era la crónica de un volcán anunciado.
21 de septiembre: Ataques de pánico mientras la lava traga Todoque
En La Palma los vecinos viven con “nerviosismo constante”, y a las imágenes del volcán se añade la primera lluvia de ceniza. “Es muy duro –afirma un vecino– ver que la lava lo arrasa todo y no puedes hacer nada”. “Para los que no viven aquí es un acontecimiento vistoso e incluso bonito, pero la gente lo está pasando fatal”, explica Beatriz. Se despliega un equipo de psicólogos para ayudar a canalizar la mezcla de emociones en los diferentes centros de alojamiento provisionales, donde se viven escenas de ataques de pánico, estados de conmoción, gente que “no se lo acaba de creer” y ataques de ansiedad. La lava traga el municipio de Todoque.
¿Qué afectaciones (más allá de Canarias) tiene el volcán?
¿Qué efectos puede tener el volcán más allá de La Palma? El meteorólogo del ARA, Miquel Bernis, explica que el dióxido de azufre que emite el volcán no es fácil de percibir desde Catalunya, porque aunque el viento hace correr los gases hacia la Península, en el trayecto se va dispersando y llega en una concentración más baja que la de origen. Y el experto en ciencia Xavier Pujol Gebellí desmiente una de las fake news que corre por las redes y que habla de un tsunami gigante que llegará hasta Nueva York o una nube tóxica que provocaría un invierno nuclear en Europa debido al volcán.
27 de septiembre: Erupciones intermitentes y coladas más fluidas
Por primera vez desde su erupción, dejan de salir del cráter columnas de humo y ceniza y lenguas de lava de las 8.30 h a las 11 h y parece que el volcán da una tregua. Pero la inactividad era solo aparente y se retoma la actividad. En la reanudación, la característica principal es que la lava es menos espesa, es decir, tiene un aspecto más parecido al típico de los volcanes hawaianos. Entonces había dos bocas activas: una en el cono principal del Cumbre Vieja y la otra por debajo, que es la que emite un magma a una temperatura más alta y mucho más fluido y avanza más rápido hacia el mar. Hasta entonces, la lava ha afectado 258 hectáreas y 686 edificaciones.
29 de septiembre: La lava llega al mar
Diez días después de que entrara en erupción, la lava se acumula, primero, en un acantilado costero en Tazacorte y, poco a poco, empieza a caer al agua. Se produce un gran choque térmico y se forma una columna de vapor que también contiene ácido clorhídrico, que es tóxico. Los barrios más próximos están confinados. La orografía de la isla empieza a cambiar: parte del cono principal del volcán se hunde, cosa que descabeza la fisonomía original de la montaña y transforma el dibujo y, con la llegada de la lava al mar, se crea un nuevo delta en la isla.
1 de octubre: Sin tregua, nuevas bocas
El volcán Cumbre Vieja no da tregua y, después de casi dos semanas de haber estallado, aparece una nueva boca y dos coladas de lava muy líquida que avanza rápidamente en dirección oeste. Los dos focos están separados por tan solo quince metros de distancia y están a 600 metros del cráter principal. Con cuatro bocas, el volcán aumenta la capacidad destructora porque, como la lava es más fluida que la que salía la primera semana, va más rápida y es capaz de afectar a más superficie. Pocos días después se abre una quinta boca.
4 de octubre: Sánchez anuncia 206 millones de euros de ayudas
Empiezan a activarse los planes para hacer frente a la emergencia en la isla, donde ya hay más de 5.500 habitantes desalojados. El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, anuncia ayudas por valor de 206 millones de euros. Los recursos servirán para rehacer infraestructuras, impulsar la ocupación y reactivar sectores como el turismo, así como para garantizar el suministro de agua y ayudar a la agricultura, uno de los motores económicos de La Palma.
Un volcán entre volcanes
El periodista especializado en ciencia Xavier Pujol Gebellí habla con expertos sobre el Cumbre Vieja, que sigue escupiendo lava en medio de un territorio levantado durante miles de años sobre ceniza y fuego, en el que se denomina punto caliente. También repasa en una infografía elaborada por los compañeros del ARA Eduard Forroll y Esther Utrilla el largo viaje de la lava desde el centro de la Tierra.
5 de octubre: Un volcán que va para largo
La Palma se prepara a marchas forzadas para vivir con la erupción durante "bastantes días". Todos los datos de movimientos sísmicos, emisiones de gases a la atmósfera y actividad volcánica apuntan que el Cumbre Vieja está en una "fase madura", así que el final de la erupción no está cerca. Unos días después, los expertos vulcanólogos advierten de que el final de la erupción no se producirá "ni a corto ni a medio plazo".
19 de octubre: Un mes de lava
Cuatro semanas después de entrar en erupción, el volcán sigue escupiendo lava, cenizas y gases y sigue marcando la vida de los habitantes de La Palma, pero desde el punto de vista de la ciencia, y de la geología en particular, el Cumbre Vieja es todavía un volcán modesto, de nivel entre 1 y 2 en una escala de 8 en el índice de explosividad, y la afectación difícilmente superará la escala local, según todas las previsiones. Se detectan varios terremotos a mucha profundidad y se abre una nueva boca eruptiva. El volcán sigue teniendo las características de un volcán estromboliano, con fases de explosividad y fases efusives, ahora más rápidas.