¿El fin de la barrera entre especies? Trasplantan riñones de cerdo a monos
Un estudio consigue "humanizar" los órganos para que los sistemas inmunitarios de los primates no los rechacen
BarcelonaSi se comparan con los humanos, los macacos serían las especias más cercanas y los cerdos tendrían los órganos más similares en tamaño. No es casualidad, pues, que investigadores de una decena de hospitales y universidades norteamericanas hayan elegido a estos dos animales para realizar un experimento que permita validar los trasplantes que se realizan entre animales –los xenotrasplantes–, para que, en un futuro, exista una "prometedora vía de solución a la escasez mundial de órganos". En un estudio publicado este miércoles en Nature, los biólogos han constatado que es viable trasplantar riñones de cerdo modificados genéticamente en el macaco cynomolgus. Para ello, han "humanizado" a los órganos de los lechones para que los sistemas inmunitarios de los monos no los rechacen. Y los resultados son optimistas: los primates sobreviven hasta 758 días con los injertos.
"Se trata de un gran paso en el campo de los trasplantes, ya que uno de los problemas a los que nos enfrentamos es la supervivencia a largo plazo del órgano genéticamente modificado en el receptor", afirma Tatsuo Kawai, catedrático de cirugía de trasplantes de la Facultad de Medicina de Harvard y cirujano del Hospital General de Massachusetts. La Universidad de Cambridge y la empresa biotecnológica de Boston EGenesis, especializada en el estudio de trasplantes porcinos en humanos, han aprovechado que los riñones de los cerdos son similares en forma y funciones a los órganos de los humanos, si bien existen dos obstáculos a superar para conseguir implantarlos en humanos: el rechazo y el riesgo de zoonosis, es decir, de transmisión de virus de animales a humanos, del retrovirus porcino.
Investigaciones anteriores ya habían identificado tres antígenos de los cerdos que son inmediatamente reconocidos por anticuerpos humanos y, por tanto, atacados por el sistema inmunitario, con el resultado de que el órgano acaba siendo rechazado por el huésped. En este estudio han intentado esquivar estos obstáculos por tres vías: eliminando tres genes que codifican los antígenos que provocan el rechazo del injerto, desactivando los retrovirus innatos del genoma porcino y añadiendo siete genes humanos que regulan los procesos naturales que se activan en ese rechazo, como los de inflamación y coagulación. Este último paso es el que los investigadores llaman "humanización" y es el que han constatado que confiere protección contra el rechazo.
Siete veces más tiempo
Con este cóctel, los implantes de los riñones de cerdo modificados sobrevivieron siete veces más en los macacos que los que no se habían modificado (176 días frente a 24), y cuando lo combinaron con tratamiento inmunosupresor, la supervivencia fue superior a los dos años, de 758 días. Los análisis in vitro demostraron que las células editadas de riñón porcino modulaban la inflamación de forma similar a las células humanas, lo que sugiere que las células editadas adquirieron un alto nivel de compatibilidad inmunitaria con las de las personas.
La evaluación de biomarcadores de la función renal en los primates también reveló que un solo riñón trasplantado proporcionaba suficiente filtración de metabolitos para compensar la falta de dos riñones nativos. Con este estudio hacemos un progreso notable en la edición del genoma porcino para minimizar el rechazo, mejorar la compatibilidad del receptor y abordar el riesgo de transmisión viral. Prevemos que los resultados de los trasplantes en humanos serán aún más favorables, ya que estos órganos editados genéticamente son más compatibles con los humanos", ha añadido Kawai.