Salud

Los cosméticos y pesticidas que confunden las hormonas también aumentan el riesgo de cáncer de endometrio

Estudian por primera vez si la combinación de compuestos tóxicos para el sistema endocrino se asocia al tumor

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Una investigadora del Idibell

BarcelonaEl Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell) y el Instituto Catalán de Oncología (ICO) han constatado que la exposición a determinados contaminantes ambientales, que podemos encontrar en pesticidas, cosméticos y productos de cuidado personal, pero también que siguen presentes en el aire a pesar de su prohibición, aumentan el riesgo de padecer cáncer de endometrio. Este tumor aparece en la cara interna del útero, y cada año se diagnostican más de 5.000 nuevos casos en España. En colaboración con centros de investigación de Granada, los investigadores han descubierto que una exposición moderada a estos compuestos nocivos, que actúan como disruptores endocrinos porque desestabilizan el sistema hormonal, incrementa en un 45% la probabilidad de desarrollar la patología.

Según los resultados de la investigación, publicada este miércoles en la revista Environmental Health Perspectivas, la mayoría de los contaminantes analizados están prohibidos –algunos incluso llevan más de 30 años sin encontrarse en el mercado–, pero algunos siguen presentes en el ambiente porque son de tipo persistente. El estudio también pone el foco en la mezcla química entre distintos compuestos nocivos y alerta de que genera un efecto combinado que impacta negativamente en las mujeres e incrementa el riesgo de desarrollar cáncer de endometrio.

La investigadora del Idibell y del ICO, Laura Costas, explica al ARA que estos contaminantes alteran el sistema endocrino, que es el responsable de liberar las hormonas en el cuerpo humano. Son compuestos nocivos que interfieren en la función de las hormonas o la imitan cuando la mujer entra en contacto con dosis medias. El cuerpo utiliza las hormonas para que las células y los órganos se comuniquen entre ellos y cuando un disruptor endocrino, que también es una sustancia química, actúa como si fuera una hormona natural sin serlo confunde el sistema y bloquea sus funciones normales .

“Esta relación seguramente está vinculada con la misma naturaleza del tumor, ya que es un cáncer dependiente de hormonas", añade. De hecho, esta investigación es la primera que pone el foco en la combinación de contaminantes. "Cuando los miramos uno a uno no encontramos la relación con el cáncer de endometrio y ahora, en cambio, sí que hemos identificado esta relación", detalla Costas.

Estudiar el efecto en el pronóstico

Para realizar este estudio –en el que también han participado el Hospital de Bellvitge y el Consorcio de Investigación Biomédica en la Red de Epidemiología y Salud Pública (Ciberesp)–, los investigadores han evaluado la carga hormonal total en la sangre de más de 300 mujeres con y sin cáncer de endometrio. Dado que estos contaminantes alteran el sistema hormonal, los autores explican que actúan como xenoestrógenos, es decir, compuestos sintéticos que fabricamos influidos por estos compuestos externos y que se oponen a la función hormonal del cuerpo, lo que favorece la aparición del tumor.

Con estos resultados los autores ahora quieren saber si la presencia de estos elementos nocivos implicaría una peor evolución del cáncer en las mujeres que ya han enfermado, es decir, si al estar en contacto con estos químicos el pronóstico de las pacientes empeoraría.

Disruptores hay de varios tipos, según el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) –que no ha participado en el estudio–. Los de legado tóxico, como el DDT, que aunque fue prohibido en los setenta persiste y se acumula en la grasa de los animales, desde donde pasa a la cadena alimentaria humana. Y los plaguicidas actuales, como los insecticidas organofosforados, muy usados.

Las sustancias PFAS, también conocidas como químicos eternos por su larga duración en el medio ambiente (hasta miles de años), que son grandes repelentes del agua y el aceite y resisten temperaturas extremas. Es el motivo por el que se encuentran en materiales para envasar comida, en sartenes y ollas antiadherentes y en productos de limpieza.

En este sentido, también mencionan los bisfenoles, como el famoso bisfenol A (BPA), utilizado ampliamente en el revestimiento de latas metálicas de comida y bebidas, botellas y alcaparras de plástico; los parabenos, que se encuentran en infinidad de productos cosméticos de uso diario; y el triclosán, utilizado en productos de higiene, como pastas de dientes, geles hidroalcohólicos o desodorantes. En el ámbito de la cosmética, destacan las benzofenonas, usadas como filtro de rayos UV en la mayoría de las cremas solares y maquillajes, y los ftalatos, utilizados en cosmética, perfumes, pinturas y en la fabricación de envases de plástico.

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