Se triplican las recetas de antidepresivos entre menores de 15 años en tres años
Los centros de salud prescriben un millón de estos psicofármacos en un año
![El consumo de psicofármacos (antidepresivos y ansiolíticos) no ha dejado de crecer en la crisis.](https://static1.ara.cat/clip/041194e7-e6b4-421b-9f6d-d2ecc66bef6f_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg)
BarcelonaEl aumento de recetas de fármacos antidepresivos no se detiene. En 2023, el último con datos gubernamentales definitivos, más de 1,2 millones de catalanes recibieron al menos una dispensación de este tipo de medicamento que, grosso modo, anestesia las emociones. Es mucho más del doble de recetas (+169%) que sólo tres años antes, en 2020, según el departamento de Salut. Si bien no es la primera vez que los indicadores alertan de esta subida preocupante, entre los datos hechos públicos coincidiendo con el Día Mundial de la Lucha contra la Depresión destaca especialmente el aumento de prescripciones entre los menores de 15 años, que se han triplicado (+253%) en el mismo periodo de años .
Desde la Sociedad Catalana de Pediatría, de la Academia de Ciencias Médicas de Cataluña, la presidenta, Anna Gatell, afirma que éste incremento entre los adolescentes puede explicarse por una "mezcla de factores" que suman y "facilitan" los cuadros de depresión y ansiedad del colectivo joven Se refiere, por ejemplo, a las enfermedades psicológicas que han crecido a partir de las restricciones de la pandemia, los trastornos de la conducta alimentaria (TCA), el bullying, el ciberacoso y el exceso de pantallas o, incluso, el malestar que generan los problemas sociales y familiares.
Efectivamente, la crisis de la covid hizo aflorar este malestar entre los jóvenes y, en este sentido, el coordinador del Centro de Salud Mental Infantil y Juvenil (CSMIJ) de Santa Coloma de Gramenet, Josep Checa, indica que no sólo han aumentado el número de casos atendidos, sino también que son "de mayor gravedad", amplificados por los "efectos negativos de la exposición a redes sociales". En este sentido, los expertos recuerdan que, ante la complejidad de los cuadros médicos, es necesario ir "a la raíz de los problemas", en palabras de la presidenta de los pediatras.
Ahora bien, ante el déficit de los servicios públicos de salud mental, con listas de espera de meses, también habría que preguntarse "qué está pasando", apunta Checa, quien responde que hay que "implicar a la sociedad ya las familias" a la hora de diseñar un buen abordaje para evitar que estos menores medicados sean adultos con trastornos psicosociales. Gatell apunta que se debe trabajar más en "prevención" y también en tratamientos y terapias grupales, aprovechando la presencia de los Rebec, los referentes del bienestar emocional en los CAP.
¿Hay sobremedicación?
Tanto Checa como Gatell coinciden en evitar valorar si existe una sobremedicación en estas franjas de edad y apelan a la profesionalidad de los especialistas que atienden a los menores para dar por buenas las prescripciones. Según consta en la web del departamento de Salut, la medicación antidepresiva se utiliza en niños y adolescentes con depresión mayor moderada o grave cuando no existe una respuesta a psicoterapia o de forma combinada con terapia desde un inicio.
En 2017 una revisión sistemática de ensayos clínicos alertó de que la eficacia de los antidepresivos en menores de edad era "dudosa o nula" y otros estudios han señalado que incrementan el riesgo de ideación e intento de suicidio, si bien no existe una asociación del todo clara, ya que un trastorno depresivo también es un factor de riesgo en sí mismo.
En todo caso, las guías clínicas internacionales recomiendan realizar un seguimiento exhaustivo de la evolución de los niños que toman estos fármacos –especialmente entre los que ya han sufrido conductas autolesivas o suicidas anteriormente–, y la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) subraya que la fluoxetina es "el único antidepresivo" en la que la evidencia demuestra que los beneficios superan los riesgos.
Más mujeres
En 2023 los centros de atención primaria de Catalunya detectaron 44.447 nuevos casos de trastornos depresivos, según Salut. Por lo que se refiere a los centros de salud mental de adultos (CSMA), un 23,8% de la población atendida fue diagnosticada con trastornos depresivos. La media de visitas por paciente adulto fue de 7,2, con 3.904 casos atendidos, un 15% más que en 2020 y un 71% de los pacientes eran mujeres.
De los casos atendidos en los centros de salud mental infantil y juvenil, un 9,5% fueron trastornos depresivos, con un claro predominio también de las chicas, más expuestas a la autoexigencia y la competitividad. La media de visitas por cada paciente joven fue de 12,2 y se atendieron, en total, a más de 2.200 casos, un 10% más que tres años atrás, en plena pandemia.
Todavía hay más datos que confirman esta tendencia. Según la Encuesta de Salud de Catalunya (ESCA), un 9,2% de la población mayor de 15 años responde de forma asimilable a formas moderadas o graves de depresión. Esto representa un 28% más de personas que en 2019, justo antes de que estallara la crisis sanitaria del coronavirus. Esta condición afecta sobre todo a las mujeres mayores (de más de 74 años) ya clase social más desfavorecida.
En un comunicado, el departamento de Salut asegura que estos datos "ponen de relieve la necesidad de seguir invirtiendo en prevención, detección precoz, mejora de los recursos de atención y sensibilización social". De hecho, uno de los objetivos del Plan de Salud 2021-2025 es reducir el número de personas que toman antidepresivos durante más de seis meses, cifra que últimamente también parece cronificarse.
Por otra parte, Salut recomienda hábitos para reducir el riesgo de sufrir depresión, como seguir una alimentación saludable, realizar actividad física, no fumar ni beber alcohol y cuidar la calidad del sueño.