Sucesos

Barcelona ha talado ya ocho palmeras como la del Raval desde la muerte de la chica de 20 años

La sequía, la principal hipótesis municipal para explicar la caída del árbol en la plaza Emili Vendrell

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Los técnicos de Parques y Jardines revisando una palmera en la Plaza del Peso de la Paja.

BarcelonaYa ha pasado una semana desde que una palmera de la plaza Emili Vendrell, en el Raval de Barcelona, se partió por la mitad y mató a una chica de 20 años, Shamira, que pasaba por allí. Justo esos días, los técnicos de Parques y Jardines del Ayuntamiento estaban revisando palmeras de esta especie, la datilera, que podían representar un riesgo. Sin embargo, la de la plaza Emili Vendrell no formaba parte de este grupo en revisión. ¿El motivo? En una evaluación del 2021 ya no se puso dentro de las 350 que se consideraban con mayor riesgo. Sin embargo, en marzo de este año los vecinos ya entraron una incidencia en el Ayuntamiento diciendo que estaba en mal estado, tal y como avanzó el ARA. Los técnicos acudieron dos veces, pero la inspección sólo fue ocular. No se detectó ninguna anomalía. Por el momento, la principal hipótesis es que la persistente sequía provocó que el tronco se volviera más rígido y se acabara partiendo, según fuentes municipales.

La palmera no estaba en el radar y, aun así, se partió por la mitad. Ante esto, el Ayuntamiento ha iniciado una revisión de casi 900 palmeras que tienen unas condiciones (especie, altura, edad...) similares a la del Raval. Sin embargo, la prueba va mucho más allá de una inspección ocular. El propio gerente de Parcs i Jardins admitía que en una palmera "es muy difícil ver defectos" desde fuera. Es necesario, pues, realizar otras pruebas como un test de oscilación o picar el tronco para escuchar cómo suena. Esto es lo que se está haciendo en las 900 palmeras, y ya se han talado ocho después de establecer unos umbrales más restrictivos para curarse en salud. "Ante la duda, hemos cortado", ha resumido el jefe de arbolado del Ayuntamiento, Joan Guitart. Este miércoles por la mañana tocaba revisar una palmera en la plaza del Peso de la Paja, a escasos 400 metros de la palmera que mató a Shamira. De momento, han revisado un centenar.

Es una palmera alta, de más de nueve metros, que tiene ciertas características similares a la de la plaza Emili Vendrell. Es datilera, sufre un poco de estrechamiento en lo alto del tronco y hay un nido de cotorras en la copa. En ese caso, la palmera no estaba inclinada. La del Raval sí lo estaba, y es uno de los principales motivos por los que los vecinos se quejaron. Sea como fuere, de forma extraordinaria se está haciendo una prueba en las palmeras que normalmente se hace cada dos años: los técnicos suben con una grúa, sacan algunas ramas muertas y revisan que, si las hay, el nido esté vacío . "Está vacío y bien fijado", comenta el técnico al jefe de arbolado. "Adelante con el test de oscilación, pues", responde Guitart.

Revisión de la palmera en la Plaza del Peso de la Paja.

Encima de la grúa, un técnico coge una rama y la empieza a estirar ya soltar. Debe "bailar armónicamente", describe Guitart. Es decir, debe balancearse de forma equilibrada, y no sólo en la parte de la copa, sino también en la base del tronco. Después, debe volver a estar recta y quieta. "Todo correcto", comenta Guitart. Tras el test de oscilación, el técnico va golpeando el tronco con un martillo para escuchar como suena. Hay que mirar que no esté vacía por dentro (lo suelen provocar las plagas) y, sobre todo, que no haya un pedazo más rígido que el otro, que es por donde podría romperse. De alguna manera, toda la palmera debe sonar igual.

¿Habrá que hacerle más pruebas?

"Está todo correcto", reafirma el jefe de arbolado. Apunta que no será necesario realizarle la prueba del resistógrafo. Éste es el siguiente paso. Cuando se sospecha que hay un punto más rígido, se hace un agujero en el tronco por esta zona y se puede saber cómo están las fibras. Aunque la evaluación de esta palmera ha sido, a priori, correcta, fuentes consultadas por el ARA apuntan a que quizás sí que finalmente habrá que hacerle la prueba del resistógrafo. La sospecha viene más por el sonido del tronco cuando le han picado que por el test de oscilación. Las mismas fuentes apuntan a que había algún tramo, sobre todo el más estrecho, que sonaba más rígido que los demás. Por eso, no descartan que se dé el siguiente paso y, si es necesario, lo acaben cortando.

Los técnicos municipales revisando una palmera datilera.

Fuentes expertas en la materia apuntan a que el estrechamiento del tronco normalmente viene dado porque las palmeras las replantan en la ciudad cuando ya son grandes, para evitar que las hojas, con forma de pincho, puedan dañar a alguien. Cuando crece en un campo de plantación, la palmera se adapta a ella y una vez en la ciudad no tiene las mismas condiciones. Una de las consecuencias es la estrechamente. Precisamente, la palmera del Raval se partió por su punto más delgado. El nido, aunque estaba bien fijado y en un inicio se ha descartado sacarlo, fuentes consultadas por este diario también apuntan a que quizá haya que retirarlo. Sea como fuere, añaden que al cabo de unas semanas ya habrá otro.

En la palmera del Raval también había un nido similar y, aunque podría haber ayudado a la caída, de momento no se considera que sea el principal detonante. Guitart ha explicado que la principal hipótesis es la sequía. Asimismo, el estrechamiento y el nido podrían haber contribuido a ello. Sin embargo, el Ayuntamiento también ha regado todas las palmeras datileras por prevención. El informe para determinar la caída está todavía en un estadio preliminar. En paralelo, llegará otro informe externo de una empresa especialista.

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