GENÉTICA

El ADN más antiguo del mundo se ha encontrado en los colmillos de tres mamuts

Un equipo internacional recupera restos genéticos de más de un millón de años para explicar la evolución de estos animales

3 min
Love Dalén con la coautora  del artículo, Patrícia Pečnerová, con un colmillo de mamut a la isla de Wrangel.

Por un motivo u otro, los mamuts, animales gigantescos considerados los ancestros de los actuales elefantes, ocupan un espacio propio en el relato de la evolución. De hecho, se les considera los animales más emblemáticos de la última era glacial. Hasta ahora se creía que hace un millón de años no había mamuts lanudos -los más conocidos- ni tampoco colombianos, los que habitaron el norte de América. Se pensaba que todavía no habían evolucionado y que, simplemente, era la época de su predecesor, el antiguo mamut de la estepa. La secuenciación de muestras de ADN obtenidas de los colmillos de tres ejemplares siberianos, no obstante, obliga a reescribir la historia evolutiva de estos animales. Investigadores de varias instituciones liderados por el Instituto de Paleogenética de Estocolmo han establecido que al menos dos de ellos superan el millón de años de antigüedad. Es el ADN más antiguo recuperado hasta ahora en todo el mundo. Los datos genéticos, además, permiten afirmar que al menos había dos linajes de mamuts en la estepa siberiana y que un tercero habría colonizado América del Norte mucho antes de lo que se creía. El trabajo se ha publicado esta semana en la revista Nature.

El primero de los ADN secuenciados corresponde a un ejemplar localizado en Chukochya, al nordeste de la estepa siberiana. Está datado con 680.000 años de antigüedad, muy cerca de los 700.000 años que se atribuye en el registro fósil al icónico mamut lanudo. Los autores del trabajo sostienen que se trataría justamente de una forma temprana del mamut lanudo.

Los otros dos registros, también obtenidos de fragmentos de ADN mitocondrial extraídos de colmillos, sorprenden por su antigüedad. Uno de ellos, Adycha, está datado en 1,34 millones de años y correspondería a una población de mamuts lanudos que habría sido dominante mucho antes que apareciera la población de Chukochya. La comparación del genoma de estos dos ejemplares con el de los elefantes que habitan en la sabana africana o en el Sudeste Asiático muestra una correspondencia que se mueve entre el 85% y el 90%. “Todos los estudios previos han indicado que solo había una especie única de mamut en Siberia”, dice el autor principal del estudio, Tom van der Valk.

El tercer ejemplar, desconocido hasta ahora y llamado Krestovka, está datado en 1,65 millones de años. “Las muestras son mil veces más antiguas que las de los primeros vikingos e incluso anteriores a las de los primeros humanos”, explica Love Dalén, profesor de genética evolutiva del Centro de Paleogenética de Estocolmo.

Los investigadores sugieren que eran los mamuts que pertenecían al linaje Krestovka que colonizaron América del Norte hace unos 1,5 millones de años. Los primeros análisis genéticos señalan que se trataría de un linaje diferente, y más antiguo, que los dos anteriores. Los investigadores proponen como teoría que se trataría de un ancestro que se habría separado de las líneas evolutivas de Chukochya y Adicha hace unos dos millones de años. También sugieren que se podría tratar de la línea que habría permitido la introducción a los mamuts de América del Norte, donde habrían llegado hace 1,5 millones de años. Los análisis muestran que el mamut colombiano que habitó Norteamérica durante la última era glacial era un híbrido. “Parece que el mamut colombiano evolucionó a través de una hibridación que tuvo lugar hace aproximadamente 420.000 años”, dicen los investigadores.

Los análisis muestran que las variantes génicas asociadas a la vida en el Ártico, como por ejemplo el crecimiento del pelo, la termorregulación, los depósitos de grasa o la tolerancia al frío, ya estaban presentes en el mamut de Krestovka mucho antes del origen del mamut lanudo, lo que indicaría que la mayoría de adaptaciones pasaron lentamente. “Nuestros análisis muestran que la mayoría de adaptaciones al frío ya estaban presentes en el antepasado del mamut lanudo, y no encontramos evidencias que la selección natural fuera más rápida durante el proceso de especiación”, afirma Dalén.

Hace aproximadamente un millón de años muchas especies se expandieron por todo el mundo. Este fue también un periodo de cambios importantes en el clima y el nivel del mar, así como la última vez que los polos magnéticos de la Tierra cambiaron de lugar.

stats