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Maria Barbal: "En el libro no he tratado bien ni a los editores ni a las agentes literarias"

La autora reflexiona sobre el mundo literario y los procesos creativos en la novela 'Peripècies'

La escritora Maria Barbal fotografiada en Barcelona esta semana
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BarcelonaPara Maria Barbal (Tremp, 1949), ser escritora y hacer de escritora no es lo mismo. "Mientras hago promoción de la última novela publicada, en realidad no soy escritora sino que estoy haciendo de escritora. En cambio, cuando estoy sola y me enfrento con las palabras, entonces sí soy escritora", explica. La autora, Premio de Honor de las Letras Catalanas 2021, se ha confrontado con todas estas contradicciones a través del personaje de Anton Bellart, el protagonista de su última novela, Peripecias (Columna / Destino). El libro, que se pone a la venta este miércoles, arranca con Bellart en la universidad, cuando se encamina hacia una profesión pero descubre que lo que más le apasiona es fabular y escribir. "Lo que él vive lo han podido vivir muchos escritores, pero no necesariamente todo ni de la misma forma", dice Barbal.

Peripecias combina la ficción con los pensamientos de la escritora en torno a la tarea literaria y el proceso creativo. "Para mí, la escritura es un diálogo entre mi interior, mis pensamientos, y el exterior, lo que viven las demás personas. Los hechos que narro nos conectan con temas universales como el amor, la culpa y la confianza en uno mismo", señala. ¿Cómo gestiona el recibimiento de los libros? ¿Cómo se toma los comentarios negativos sobre su obra? "La lectura es un acto personal de afirmación de quien lee", afirma Barbal, que alaba a los clubs de lectura porque dice que "son, probablemente, la mejor oportunidad para escuchar opiniones que suelen ser sinceras".

¿Y qué pasa con el éxito en el mundo literario? Barbal triunfó con Piedra de canchal (1985) y ha sido traducida a decenas de lenguas, entre ellas el inglés, el alemán y el hebreo. "Es un efecto tobogán. Tienes éxito, después pasas bruscamente al fracaso ya continuación vuelves a remontar. Esta inestabilidad puede afectar a muy ciertas personas, sobre todo si la gran preocupación es económica y el libro no se vende", subraya la escritora. Ella considera que su trayectoria "es positiva", sobre todo teniendo en cuenta que empezó a escribir en catalán sin haber aprendido en la escuela. "El éxito de Piedra de canchal ha hecho que todo lo que ha venido después fuera un pequeño fracaso. Llevo muchos años teniendo asimilado que, muy probablemente, nada de lo que escriba llegará al nivel de ese libro", añade.

Mirar hacia el pasado

La historia de Anton Bellart refleja la soledad del proceso creativo y las dificultades para hacer encajar la vida familiar con la de escritor. "Ser escritor es poco productivo y puede acarrear problemas familiares. No hay una solución, cada uno debe buscar cómo nivelarlo de la mejor forma posible", destaca Barbal. También retrata, con una mirada crítica y buena dosis de ironía, los oficios del mundo literario. "Reconozco que no he tratado bien ni a los editores ni a las agentes literarias en el libro, pero no apunto a nadie en particular. Son colectivos muy amplios que se van renovando", destaca Barbal, quien asegura que después de este libro se ha quedado "un poco más tranquila" porque ha podido volcar lo que le pasaba por la cabeza. "Con mi edad tengo una perspectiva que más bien mira hacia el pasado. Esto me ha ayudado a revisar el libro", añade.

Tras recibir el Premio de Honor de las Letras Catalanas, Barbal sintió que el reconocimiento era "un colofón" a su trayectoria. Sin embargo, dice que nunca ha tenido ganas de plegar, "tampoco cuando una novela ha ido bien" o cuando un libro que ella consideraba un trabajo exitoso ha sido recibido con entusiasmo por los lectores. "Esa frustración me la he ido tragando. Es necesario para salir adelante", dice la autora, que pone como ejemplo el rechazo por parte de ciertos lectores cuando decidió dejar de ambientar sus historias en el Pallars: "El escritor, aunque le salga mal, debe hacer lo que quiere hacer". Ahora sigue con la misma filosofía y asegura tener previsto seguir siendo y haciendo de escritora durante una buena temporada.

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