Cine

Luis García Berlanga de la A a la Z

De 'austrohúngaro' a 'Saza': abecedario de los conceptos clave del universo berlanguiano para celebrar el centenario del director

Luis García Berlanga (Valencia, 12 de junio de 1921 - Madrid, 13 de noviembre de 2010)
12/06/2021
8 min

BarcelonaLuis García Berlanga es infinito, pero por algún lugar se tiene que empezar. Este abecedario berlanguiano quiere ser una aproximación al universo del director valenciano más importante de la historia, un maestro del cine que este sábado habría cumplido cien años.

A de 'austrohúngaro'

Dos cosas unen todas las películas de Berlanga: su firma y que en algún momento aparece la palabra austrohúngaro. En los primeros films era inconsciente y después una superstición. Revisar la filmografía de Berlanga es también jugar a identificar el momento austrohúngaro. ¿El más original? En la feria de Todos a la cárcel hay una caseta del Frente de Liberación Austrohúngaro.

B de 'berlanguiano'

En 2008 José Luis Borau reivindicó en su discurso de ingreso en la RAE la entrada del término berlanguiano. El año pasado su deseo se hizo realidad y la palabra ya figura en el diccionario de la RAE. Berlanga no es, por cierto, el primer director español institucionalizado por el diccionario: en 2010 la Real Academia española aceptó buñueliano.

Concha Velasco y Luis García-Berlanga en el rodaje de 'París-Tombuctú'

C de 'censura'

Berlanga presumía de ser “el director de cine más censurado”. No exageraba: los censores prohibieron rodar guiones suyos escritos con Rafael Azcona y José Luis Sampedro y recortaron una parte importante de El verdugo. El guion de La vaquilla tuvo que dormir en un cajón durante 30 años y el de Los jueves, milagro lo tuvo que escribir con un censor al lado. Berlanga, de hecho, quiso incluirlo en los títulos de crédito.

D de 'doblaje'

El sonido directo estaba prohibido en los rodajes de Berlanga, que prefería doblar los diálogos a posteriori. Era una elección práctica que hacía más fácil orquestar sus planos secuencia pero también un recurso para acabar de dar forma al guion en la sala de montaje, a veces reinventando completamente las secuencias.

E de 'erotismo'

Erotómano confeso, Berlanga despreciaba la pornografía pero sentía una pasión fetichista por el cuerpo femenino y el imaginario sado. Con Beatriz de Moura creó el premio de literatura erótica La Sonrisa Vertical y tuvo un programa de entrevistas sobre erotismo en RNE por donde pasaron Jaime Gil de Biedma y Camilo José Cela. En 2018 se subastó su biblioteca erótica: cerca de 3.000 volúmenes.

Luis García-Berlanga

F de Filmoteca

En 1977 Berlanga se convirtió en presidente de la Filmoteca Española, entonces Filmoteca Nacional. Antes de que Pilar Miró le despidiera en 1983 tuvo tiempo de salvar de la demolición el cine Doré –la sede actual–, conservar íntegros los archivos del No-Do y propiciar que la delegación catalana se independizara para convertirse en la actual Filmoteca de Catalunya.

G de Guerra

Un Berlanga adolescente recibió el estallido de la Guerra Civil como una buena noticia: le permitía abandonar las clases y dedicarse a la vida cómoda de señorito. Las vacaciones se acabaron cuando se incorporó a filas para combatir en la Batalla de Teruel, eso sí, destinado al botiquín de su compañía. Más dura fue su participación en la División Azul, donde se alistó para salvar a su padre de la prisión y para impresionar a su enamorada de la época.

Berlanga con la División Azul

H de Hollywood

Durante la promoción de Plácido en Los Angeles con motivo de la nominación a Óscar, Berlanga conoció tótems de Hollywood como King Vidor, William Wyler, Josef von Sternberg, Frank Capra, Fred Zinnemann o Billy Wilder, que le confesaron su admiración. Después diría que fue la cumbre de su carrera.

Una fiesta en Hollywood con, de izquierda a derecha, Alfredo Matas, Josef von Sternberg, Fred Zinnemann, Amparo Soler Leal, Rouben Mamoulian y Luis García Berlanga

I de Isbert

Pepe Isbert y Berlanga no empezaron con buen pie, puesto que Isbert lideró un pequeño motín contra Berlanga en el rodaje de ¡Bienvenido, Mister Marshall! Sin embargo, director y actor acabaron formando una de las mejores sociedades del cine español, sobre todo en la magistral El verdugo. Berlanga dijo que era el mejor actor que había conocido, un “animal cinematográfico”.

Manuel Morán, Pepe Isbert y Alberto Romea en '¡Bienvenido, Mister Marshall!'

J de Juan Antonio Bardem

“Nos llamaban las Dos Palmeras porque éramos lo único que había en el desierto del cine español”, escribía Berlanga en el obituario de Juan Antonio Bardem. Uno era de casa buena y apolítico, el otro militante comunista y de orígenes humildes, pero se hicieron amigos en la Escuela de Cine y debutaron codirigiendo Esa pareja feliz. Tenían que dirigir juntos ¡Bienvenido, Mister Marshall!, pero sus caminos se separaron entre rumores de desavenencias y rivalidades.

K de Kaka de Luxe

¿Berlanga en la Movida madrileña? Sí, pero a través de su hijo, Carlos Berlanga, fundador de Kaka de Luxe y Alaska y Dinarama, un talento incontestable del pop español de los años 80 y 90. Su muerte en 2002 por problemas hepáticos derivados del consumo de drogas fue uno de los golpes más duros de la vida de Berlanga.

El músico y pintor Carlos Berlanga

L de Leguineche

Uno de los grandes personajes del universo berlanguiano es el marqués de Leguineche, el aristócrata decrépito y arruinado de La escopeta nacional que coleccionaba el pelo púbico de sus amantes y a quienes interpretaba un Luis Escobar descubierto como actor de cine gracias a Berlanga. Leguineche y su decadente familia son el hilo conductor de la Trilogía Nacional.

Luis Escobar como Marqués de Leguineche en 'La escopeta nacional'

M de 'misoginia'

La relación de Berlanga con las mujeres fue, como mínimo, complicada. Él se disculpaba por la poca relevancia que tenían en su cine y decía que su misoginia venía de “considerar la mujer como un ser biológicamente superior”. En 2017, sin embargo, la directora Josefina Molina defendió sus retratos femeninos en Misoginia y feminismo en el cine de Berlanga, su discurso de ingreso en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

N de 'Trilogía nacional'

La escopeta nacional no estaba pensada como primera entrega de ninguna serie, pero el éxito en la taquilla propició una segunda y tercera parte estirando el hilo de la alcurnia de los Leguineche. El humor negro de Berlanga se pone aquí al servicio del retrato más ácido posible de las clases dirigentes y el ecosistema endogámico de los poderosos, tanto del franquismo tardío como de la joven democracia.

Berlanga entre Josep Sazatornil y la guionista Isabel Mulà durante el rodaje de 'La escopeta nacional'

O de Óscar

Berlanga estuvo, como aquel quien dice, a punto de ganar el primer Óscar catalán en 1962 cuando la Academia nominó como mejor film extranjero Plácido, filmada principalmente en Manresa. Se lo llevó Como en un espejo de Ingmar Bergman, que ya lo había ganado el año anterior con El manantial de la doncella, pero Berlanga se lo pasó muy bien en la ceremonia.

Luis García Berlanga, Jayne Mansfield, Alfredo Matas y Amparo Soler Leal durante la campaña de 'Plácido' en los Óscars

P de 'plano secuencia'

El elemento más distintivo del estilo de dirección de Berlanga, que no utilizaba el plano secuencia para exhibirse sino para capturar el caos de la vida en todo su esplendor, en tomas largas y sin cortes. No se trata de poner la cámara y dejar trabajar a los actores, sino de coreografiar con precisión los movimientos de reparto y equipo técnico para orquestar planes que son verdaderos prodigios.

Secuencia de 'Todos a la carcel'

Q de 'Quijote'

Pero no el Quijote de Miguel de Cervantes, sino la adaptación al cine de Georg W. Pabst de 1933, la primera versión sonora del clásico literario. Berlanga vio la película con catorce años y supo que de grande quería ser director de cine.

R de Rafael Azcona

El gran socio de Berlanga. Azcona escribió para Berlanga diez películas, un corto y un piloto de una serie que nunca se emitió (Se vende un ). Azcona aportó su humor negro y desencantado –pero también ternura– a obras maestras como El verdugo, Plácido y La vaquilla. “Rafael Azcona ha sido el hombre más importante de mi vida”, dijo el director.

El guionista Rafael Azcona

S de 'secundarios'

Que en el cine de Berlanga no hay actor pequeño no es una frase hecha sino una realidad. Pocos directores han defendido tanto la idea del protagonismo coral. Él ponía en valor el trabajo de los actores de reparto y les atribuía “más de la mitad del mérito en el éxito de las películas”.

T de 'Tamaño natural'

Las protestas feministas en Italia y Francia contra el estreno de Tamaño natural interpretaban como un alegato sexista la historia del dentista que encarga una muñeca con forma de mujer y se va a vivir con ella. Posteriormente, el film se ha reivindicado desde el feminismo como un estudio sobre la cosificación de la mujer y la soledad esclavizante del deseo masculino que imponen las sociedades represoras.

Luis García Berlanga con la muñeca con la que se rodó 'Tamaño natural'

U de 'universalidad'

Cuesta decirlo, pero el talento de Berlanga no está reconocido fuera de España al mismo nivel que el otro maestro del cine español, Luis Buñuel. Pedro Almodóvar tiene una teoría: “Es menos conocido porque su cine es muy verborreico y los personajes hablan mucho y se pisan los unos a los otros. Y cuando tienes cinco o seis personas hablando a la vez, esto es imposible de subtitular bien”.

V de 'El verdugo'

El origen de la obra maestra de Berlanga fue un caso real: la ejecución de Pilar Prades, la última mujer condenada a muerte por garrote vil en España, en la que fue necesario emborrachar y casi arrastrar al verdugo para que hiciera su trabajo. El verdugo trasciende el alegato contra la pena capital para expresar de manera brillante la indefensión del individuo ante el sistema social.

Secuencia de 'El verdugo'

X de Caja 1.034

En 2008 Berlanga depositó en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes un contenido que se tenía que revelar en su centenario. Se especuló si sería un guion inédito o cualquier broma de las suyas: ¿lencería fina?, ¿pelo púbico? Jueves se supo que, efectivamente, era el guion inédito de ¡Viva Rusia!, cuarta entrega de la Trilogía Nacional que no se rodó por la muerte de Luis Escobar.

Y de Goya

Berlanga fue uno de los principales impulsores de la Academia del Cine Español, que se fundó en 1987. En 1994 Todos a la cárcel fue la triunfadora del Goya. Ganó los premios a mejor película, dirección y sonido. “Parecía un homenaje y una despedida, como diciendo «Le damos estos premios pero váyase, por favor »”, dijo después.

Mónica Randall y Josep Sazatornil en 'La escopeta nacional'

Z de Saza

Después de 25 años de carrera –y un pequeño papel en El verdugo–, Josep Sazatornil tocó el cielo con su mítico papel en La escopeta nacional: Jaume Canivell, vendedor de porteros automáticos que se declara “apolítico total, de derechas, como mi padre” y organiza una cacería para endilgar interfonos a un ministro franquista. Saza repetiría con Berlanga en un papel similar en Todos a la cárcel.

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