Patrimoni

El espectacular jardín de Antoni Gaudí y Josep Maria Jujol en el antiguo psiquiátrico de Sant Boi

El complejo incluye una espectacular cueva de rocalla y unos bancos que los pacientes habrían ayudado a adornar

La Cueva-cascada del jardín modernista del antiguo psiquiátrico de Sant Boi de Llobregat
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Sant Boi de LlobregatReina la calma en el Parque Sanitario San Juan de Dios de Sant Boi de Llobregat, donde se ubicaba el antiguo psiquiátrico de Sant Boi. Todo el complejo tiene un aire nórdico, austero y al mismo tiempo amable. La poca altura de los edificios que lo forman y la abundancia de zonas ajardinadas potencian su sensación de confort. Entre tanto blanco, llama la atención la antigua lavandería hecha con ladrillo, que todavía sigue en funcionamiento, y la chimenea de la antigua bóbila en la línea de la laborterapia, que estaba en boga entonces. Y todo ello estalla al llegar al conjunto modernista que se conserva en el corazón del complejo, un jardín chino que incluye una retahíla de estructuras espectaculares, en su momento llenas de agua, que el arquitecto David Agulló Galilea atribuye desde hace unos años a Antoni Gaudí y Josep Maria Jujol: la cueva-cascada, es decir, una gruta de rocalla con forma de cueva y montaña coronada por un baldaquino; una gruta también de rocalla que tiene forma de dragón y que contenía una capilla dedicada a la Virgen de Lourdes, y una plaza con media docena de bancos engalanados en trencadís.

La cueva-cascada y la gruta de la Virgen de Lourdes en el complejo del Parque Sanitario San Juan de Dios.
Interior de la cueva-cascada del jardín modernista del antiguo frenopático de Sant Boi de Llobregat.

"El jardín quedó olvidado por la historiografía. Estuvo oculto durante cien años", afirma Agulló, para quien este conjunto es un "banco de pruebas" de algunas de las más atrevidas grandes obras de Gaudí, como la Pedrera, la Sagrada Familia, la cripta de la Colonia Güell y el Parc Güell. La ejecución del jardín se llevó a cabo entre 1903 y 1912. Quedó documentada en la Revista Frenopática Española, pero según Agulló "deliberadamente" no quedó constancia del autor. Por otro lado, durante la Guerra Civil milicianos de la CNT entraron en el recinto y destruyeron documentación como los libros de órdenes, donde se registraba la información de las obras. Sí se conservan unas cartas en las que se cuestionaba la inversión en las obras en lugar de mejorar la calidad de la alimentación de los enfermos. "Hace cien años la enfermedad mental era terrible, las personas que sufrían problemas de salud mental no tenían ni condición humana. Que el arquitecto más importante del momento estuviera aquí trabajando con estas personas y dentro de un psiquiátrico es muy excepcional", dice Aguijón. Por otra parte, en paralelo a estas obras, Josep Maria Jujol hizo otra de carácter social, las intervenciones en la casa de familia del cura Josep Pedragosa en el antiguo convento de las monjas mínimas de Barcelona.

Sección longitudinal de las grutas del jardín modernista del antiguo frenopático de Sant Boi.
Esquema de los hiperboloides de la cueva-cascada del jardín modernista del antiguo psiquiátrico de Sant Boi, a partir de una búsqueda conjunta con Daniel Barbé Farré

La cueva-cascada es tan excepcional que Agulló insiste en que sólo Gaudí era capaz de concebirla. "Las estructuras de Gaudí eran inéditas en la historia de la arquitectura, nadie las había hecho antes. La estructura consiste en siete pilares que en su perímetro exterior son medios hiperboloides convexos, como trompetas abriéndose hacia el cielo, y dentro hay unas formas orgánicas que marcan un medio hiperboloide cóncavo, como media trompeta abriéndose hacia abajo", explica Agulló. "Me he mirado todos los jardines de rocalla en Catalunya y los franceses –añade–, y este esquema sólo lo he encontrado aquí y en la Sagrada Família. Es un sistema arquitectónico inédito en la historia de la arquitectura. Esta estructura se remonta en 1906, nueve años antes de que la empezara a pensar para la Sagrada Família".

En cuanto a los bancos, tienen una sección muy parecida a la del Parc Güell y en algunos de los asientos están los característicos elementos con forma de caparazón de tortuga para no mojarse con el agua que pasa por el canalón que hay ha entre el respaldo y el asiento. Y en el quebradizo se puede observar que hay una gradación, de piezas pequeñas hacia unas mayores. También hay baldosas que se encuentran en el Parc Güell, y unas piedras que podrían haberlas enganchado a pacientes o niños. "Lluís Parés, el primer constructor del Parque Güell, era de Sant Boi, y sus albañiles también lo eran. Existe la hipótesis de que algunos pacientes hubieran trabajado en el Parc Güell, pero de momento sólo es una hipótesis", dice Agulló. También hay vínculos entre el conde Güell y el psiquiátrico: cuando hubo una epidemia de cólera en 1885 se llevó a los enfermos donde más adelante construiría la Colonia Güell.

Cuatro de los bancos del jardín modernista del antiguo psiquiátrico de Sant Boi
Detalle del quebradizo de uno de los bancos del jardín modernista del antiguo psiquiátrico de Sant Boi.

Un rasgo característico de estos bancos es que los laterales están cortados, y no tienen las jardineras que hay en los extremos del banco del Parc Güell. Y en estas zonas conviven quebradizos muy complejos con otros muy sencillos. "Vuelve a haber culos de botella y botellas, elementos propios del discurso formal y estético de Jujol", apunta Agulló. Otro dato que refuerza el vínculo de Gaudí con el psiquiátrico de Sant Boi es que para ir a la Colonia Güell cogía el ferrocarril de Barcelona hasta Cornellà de Llobregat y después una tartana que pasaba por la carretera que linda con el muro del recinto del psiquiátrico. "Este jardín tiene muchas cosas: una parte geométrica complejísima, otra simbólica y una tercera formal. Además de otra histórica, porque da a entender un período de la historia, cuando a mediados del siglo XIX la Iglesia adopta una actitud de reafirmación religiosa en un momento que se va difuminando en un mundo moderno, el de la era del maquinismo, con el Concilio Vaticano I, el dogma de la Inmaculada Concepción y la encíclica Cuánto cuidado", explica el arquitecto.

El arquitecto e investigador David Agulló.

Agulló empezó a investigar al conjunto hace más de veinte años con el artista Jordi Martí Aladern y el geólogo Daniel Barbé, y continuó en solitario con la tesis doctoral, dirigida primero por Manel Guardia y después por Juan José Lahuerta, considerado la máxima autoridad en Gaudí. El tribunal de la tesis, que estuvo formado por Robert Brufau, experto en cálculo de estructuras; Jordi Faulí, el director de las obras de la Sagrada Familia, y la profesora de la Universidad de Girona Marisa Garcia Vergara, la valoró con el cum laudo. Otros arquitectos reconocidos como Oriol Bohigas y el japonés Toshiaki Tange estuvieron de acuerdo con su atribución.

La relación de Agulló con el conjunto no es sólo académica: en el 2012 realizó una restauración arqueológica de los bancos. Fue entonces cuando la atribución a Gaudí y Jujol se hizo pública, y ahora el conjunto vuelve a ser noticia porque Agulló y sus colegas Vicenç Font, Anicet Matamala y Josep Pratdesaba han emprendido la restauración de todo el conjunto. Se trata de unas obras divididas en ocho fases cuyo coste total asciende a 2,5 millones de euros. Por el momento han terminado la consolidación de los pilares de la gruta con una estructura de acero inoxidable y un mortero especial. La restauración la han financiado a medias el Parque Sanitario de San Juan de Dios y la Generalitat. Está previsto que continúe con la restauración de la parte superior del respaldo de los bancos, en forma de media caña, para que puedan expulsar mejor el agua de la lluvia, y con la restauración de otros aspectos de los propios bancos. Para continuar las obras, el Parque Sanitario Sant Joan de Déu está buscando financiación en empresas privadas y también realizará los trámites para aumentar el grado de protección del conjunto de Bien Cultural de Interés Local (BCIL) en Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN) ), una calificación que les permitiría acceder a más ayudas.

Un arquitecto rompedor y al mismo tiempo beato

Aunque ahora el jardín modernista está rodeado por una valla debido a las obras de restauración, no es difícil imaginarse el monumento en todo su esplendor. "Había agua por todas partes, el agua chorreaba entre las rocas, había cascadas... Es una alusión al paraíso terrenal: el argumento del Apocalipsis es la de un cataclismo seguido de la reinstauración del Jardín del Paraíso, y aquí todo esto se plasma con esa idea del jardín terrenal, el jardín de María, el jardín de la Virgen de Lourdes", dice Agulló. La Virgen de Lourdes, por cierto, era muy extraña porque tenía una corona de doce estrellas del Apocalipsis. Asimismo, en esta obra conviven un templo cristiano con un espacio lúdico para los enfermos y niños. Y desde esa posición se podía ver el Baix Llobregat por encima del muro.

En la línea de la carga religiosa de la arquitectura de Gaudí, que era muy religioso, Agulló plantea la hipótesis de que tuvo acceso al Beato de Girona y que el jardín modernista incluye referencias codificadas en sus ilustraciones, como el dragón vomitando agua y la Virgen María con la corona de doce estrellas, en un momento en que la Iglesia perdía peso y comenzaban a producirse apariciones marianas. "Aunque Gaudí es el arquitecto más moderno de su época, y utiliza las técnicas más modernas y los avances científicos, tiene un discurso tradicional ligado al relato del texto del Apocalipsis de Sant Joan en el Parc Güell, donde hace referencia a la Jerusalén celestial, a la Sagrada Familia, donde esta referencia ya es literal, porque es una prefiguración de la Jerusalén celestial del Apocalipsis, y en la Pedrera, que debía estar coronada por una escultura de la Virgen María, mientras que el edificio recuerda una especie de grutas y parece que se derrumbe", concluye Agulló. La divulgación del conjunto continuará con una exposición en el Museo de la Ciencia y la Técnica de Terrassa que se inaugurará el 17 de mayo.

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