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Teatro

Plumas, lentejuelas y revolución travesti en escena

El TNC y La Villarroel presentan los espectáculos sobre transformismo 'Massa brillant' y 'Jo, travesti'

Daniel Mallorquín en 'Demasiado brillante'
15/01/2025
4 min
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BarcelonaEn la Antigua Grecia, los hombres se ponían máscaras cuando hacían teatro para interpretar a los personajes femeninos y, más tarde, en los teatros isabelinos de Inglaterra se vestían con ropa de mujer con el mismo propósito (las mujeres tenían prohibido actuar en público). El vínculo entre transformismo y teatro viene de lejos y, en nuestro país, el mundo de las plumas, los maquillajes extremados y las lentejuelas brotó con fervor en Barcelona a partir del siglo XX –vinculado al colectivo LGBTIQ+– con travestis revolucionarias como Leopoldo Fregoli, Ocaña, Carmen de Mairena y Ángel Pavlovski. Pero a pesar de la larga tradición, el transformismo ha sido a menudo un arte menospreciado, reprimido y considerado de segunda. Demasiado brillante, de Oriol Puig Grau, y Yo, travesti, de Josep Maria Miró y Roberto G. Alonso, llegan a los teatros para reflexionar sobre el legado de esta práctica y los prejuicios que todavía arrastra y para celebrar todo lo que representa.

Roberto G. Alonso en 'Yo, travesti', en La Villarroel.

"Si no sabemos de dónde venimos, es muy difícil saber a dónde vamos", dice Alonso. En Yo, travesti –que estará en La Villarroel hasta el 9 de febrero–, Miró y él rinden homenaje a la historia y cultura transformista de Barcelona y sus figuras más importantes, a partir de recortes de la vida del propio Alonso. "El transformismo siempre ha estado ligado a mi trayectoria profesional", explica el creador. El propio Alonso y Jordi Cornudella son los intérpretes del montaje. En el caso de Demasiado brillante –que se estrena este viernes y será hasta el 2 de febrero en el TNC–, el foco se pone en el mundo drag y los conflictos que despierta dentro del colectivo queer. "Me parecía interesante poner en el centro a un personaje que forma parte del colectivo y tiene un espacio que le está abrazando pero siente que le ahoga", apunta Puig. Daniel Mallorquín, el actor protagonista del montaje, añade: "El personaje de Guillem juzga la libertad con la que las personas drag expresan su identidad". Los intérpretes de la obra son Santi Cuquejo, Carlos González, Daniel Mallorquín y Jordi Martí Casas.

El travestismo es espectáculo, pero bajo los trajes llamativos hay un cuestionamiento de la identidad. "Te permite transformarte en otra persona, uno alter ego, y sacar una faceta de uno mismo que sin travestir no sacarías", dice Alonso. Para Puig, el drag "es un canal de expresión artística y política muy bestia y cargada de herencia". Y añade: "Es muy catártico para la persona que lo hace, pero también para las personas que le ven". De hecho, el autor de Demasiado brillante escribió la obra a raíz de ver el espectáculo Futuroa Sarao Drag, un concurso en el que dragones de todo tipo compiten por ganar la corona. "Vi a Ros Elavy ganar con ese vestido y ese discurso y sentí que era donde debía estar –recuerda Puig–. Dramatúrgicamente, hacer entrar el elemento del vestido articuló todo el espectáculo". El autor dice que la obra es "una carta de amor a espacios como Futuroa".

Imagen de 'Demasiado brillante' en el TNC.

Yo, travesti se estrenó en 2023 en la cárcel Modelo de Barcelona, ​​que durante la dictadura fue un espacio de represión del colectivo LGBTIQ+. "Lo hicimos como un acto de justicia poética –constata Alonso–. El delito de las personas que sufrieron era ser y reivindicarse de forma distinta a lo que la naturaleza les había otorgado". El propio Alonso, justo antes de presentar el espectáculo ese año, sufrió una agresión homófoba por la calle. "Aún estoy pendiente de juicio. Ya sufrí muchas agresiones en los ochenta cuando era joven, y pensaba que iba con la edad, pero te das cuenta de que no –asegura el autor–. Que te maten al grito de «mariquita» el 2025 es terrible. No podemos olvidarnos de que no podemos dar un paso atrás”.

Roberto G. Alonso y Jordi Cornudella en 'Jo, travesti', en La Model.

"Creo que durante mucho tiempo el transformismo ha sido marginalizado, pero ahora está ocupando espacios más grandes y lo celebramos", reflexiona Puig Grau. El autor de Demasiado brillante –ganadora del Premio de Teatro Calderón de la Barca 2023– piensa que esta práctica puede ser un arte popular, y apunta: "Tiene algo festivo, expansivo y de transformación personal que conecta con todo el mundo". Alonso piensa que todavía queda mucho por hacer y reivindica a Yo, travesti mayor presencia de transformistas en los teatros catalanes. "Está muy bien reivindicar con nuestras obras esta temática, pero todavía es residual –constata–. Es necesario que el travestismo esté integrado en el teatro para sacarlo de la marginalidad. Al fin y al cabo, el teatro es una convención, y el transformismo entra dentro de esa ficción".

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