El plan de la UE para salvar al sector vitivinícola ante Trump: menos producción, pero más vino sin alcohol y vermú
Bruselas quiere disminuir el número de productores para adaptarse a la bajada del consumo de vino y al estancamiento de las exportaciones


BruselasEl sector vitivinícola lleva años sufriendo una disminución constante del consumo de vino y un estancamiento de las exportaciones, pero las expectativas son aún peores y ve cómo se cierne sobre él la guerra arancelaria de Donald Trump. En este contexto, la Comisión Europea se ha apresurado a presentar un plan para tratar de reflotar uno de los productos más icónicos de nuestro país y del conjunto de la Unión Europea y protegerlo de los potenciales ataques de la Casa Blanca.
Las principales medidas pretenden reducir su producción y potenciar la compra de vino sin alcohol y de bebidas hechas con base de vino que cada vez se consumen más, como es el caso del vermut. Según fuentes comunitarias, el objetivo es "adaptar" la producción al volumen de demanda, que puede verse afectada de forma sustancial a raíz de los aranceles estadounidenses, ya "la evolución del consumo", que se encamina hacia vinos con menor graduación o sin apenas alcohol. "Es una cuestión de aprovechar las oportunidades del mercado", apuntan las mismas fuentes.
Así pues, para limitar o disminuir la producción, Bruselas dará más manga ancha a las administraciones estatales y regionales para que limiten o detengan en seco la concesión de permisos de explotación de viñedos "si se considera que en la zona hay sobreproducción". También podrá evitar que se replanten viñedos que tengan un "rendimiento excesivo", y se facilitará que los agricultores que tienen permisos de explotación de viñedos y no los utilizan puedan revocarlos sin sanción. Además, en caso de que se prevea sobreproducción, los Estados miembros podrán pagar a las explotaciones el dinero que ganaría vendiendo el vino incluso antes de producirlo para que no lo produzcan y pongan aún más en el mercado.
En cuanto al vino sin alcohol, Bruselas se refleja en el sector de la cerveza y prevé que el vino también tiene mucho campo para correr en el mundo de las bebidas con poca o nada de graduación. En este sentido, el ejecutivo comunitario propone armonizar los etiquetados en la próxima Política Agrícola Común (PAC) y hacerlos "más atractivos y familiares" para el consumidor: todos los vinos que estén por debajo del medio grado de graduación se calificarán de vinos sin alcohol y quienes estén por debajo del 0,05% se especificará que contienen un 0,0% de alcohol. Además, los vinos que tengan un 30% menos de graduación que el mínimo que suelen tener los de su tipo –como puede ser el blanco, tinto, rosado o espumoso– llevarán la etiqueta de vino ligero en alcohol.
Por otra parte, la Comisión Europea propone modificar la normativa del anterior PAC y permitir ahora que todos los productos aromatizados hechos con base de vino se puedan hacer con vino desalcoholizado. De este modo, se pretende que el sector vitícola incremente las ventas a empresas que realizan este tipo de bebidas, como puede ser el vermut.
Con todo, cabe recordar que la propuesta legislativa presentada por la Comisión Europea este viernes debe ser negociada y validada por los estados miembros y el Parlamento Europeo. Estos trámites pueden alargarse durante meses en el tiempo, pero tanto Bruselas como el sector vitivinícola piden que se aceleren las negociaciones y las medidas entren en vigor lo antes posible.
En todo caso, la patronal europea del sector CEEV (Comité europeo de empresas de vinos) ha celebrado la propuesta de la Comisión Europea para proteger el sector, si bien ha lamentado que el paquete de medidas se haya "quedado corto" en la preparación de los potenciales aranceles del 200% a las importaciones de vino europeo en Estados Unidos. "Necesitamos una solución urgente", dice un comunicado emitido por la patronal.