Financias públicas

Empieza la batalla para ablandar las normas europeas del déficit

Los ministros de la eurozona comienzan el debate sobre el futuro de los límites de deuda y déficit pospandemia

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El presidente del Eurogrupo , Paschal Donohoe, y el comisario de Economía , Paolo Gentiloni.

BruselasEl optimismo invade los principales indicadores e instituciones económicas en Europa. Esta semana el Banco Central Europeo (BCE) ha anunciado que empieza a retirar los estímulos de emergencia que puso en marcha con el arranque de la pandemia, y así es como se va aclarando el final del 2021 como el horizonte del fin de la crisis. Ahora bien, a medida que nos acercamos también se va abriendo el melón de un debate de los que van al corazón del funcionamiento de la Unión Europea. El coronavirus hizo volar por los aires las normas de déficit y deuda de Europa que defienden enconadamente los nórdicos frugales, pero esta excepcionalidad no durará para siempre jamás, porque la suspensión es temporal, hasta el 2023. La pregunta es hasta qué punto es realista volver a normas que fijan el límite de déficit al 3% y de la deuda al 60% del PIB cuando la eurozona tiene actualmente un déficit que supera el 7% y una deuda que ronda el 100%. Con el horizonte de la recuperación empieza también el debate político entre los que quieren aprovechar el momento para ablandar estas normas y los más reticentes a tocarlas.

Los ministros de Economía y Finanzas de los países del euro se han reunido este viernes de manera informal en Eslovenia y han empezado a tomar la temperatura a un debate que fuentes europeas prevén más largo y enredado de lo que países como España querrían. "Espero que en todo caso tengamos nuevas normas, que sean las adecuadas, antes de que salgamos de esta situación extraordinaria, de este marco extraordinario que hemos acordado para poder responder de manera adecuada a las necesidades de la pandemia", ha dicho este viernes la vicepresidenta Nadia Calviño al llegar a la reunión.

España, siempre con uno de los déficits y deudas más elevadas de Europa, aboga por flexibilizarlas –ya lo hacía antes de la pandemia– y defiende que hay que abordar la reforma de las normas antes de que vuelvan a reactivarse. Pero no hay suficiente consenso. Antes del encuentro, ocho gobiernos de la UE encabezados por los frugales –los Países Bajos y también Dinamarca y Austria– han fijado sus líneas rojas en una carta de cara a las reuniones del Eurogrupo y el Ecofin de este viernes y sábado, y piden no vincular la revisión de las normas a su reactivación. Avisan de que la discusión irá para largo y, a pesar de que se muestran abiertos a debatir "mejoras" –concretamente "simplificaciones y adaptaciones"–, recalcan que nunca se tiene que poner en peligro la sostenibilidad financiera del conjunto de la UE.

En este debate, Francia está del lado de España y otros países como Italia y, como siempre, será clave la posición que adopte Alemania, ahora en plena campaña electoral, que, de hecho, puede ser determinante para el resultado de este debate que se ha reabierto este fin de semana. Bruselas activará dentro de 15 días la consulta pública para esta cuestión. Este viernes el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, ha admitido que "la calidad es más importante que la velocidad" pero también ha recalcado que "hay que encontrar maneras de gestionar la situación sin esperar solo que expire la cláusula". Gentiloni es consciente de que el reto es conseguir un consenso que enfrenta, otra vez, el norte y el sur de Europa.

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