España insta a Bruselas a no poner en peligro "la agenda verde" con el plan para reducir la burocracia
El gobierno español envía una carta a la Comisión Europea fijando la posición de cara al reglamento ómnibus que se presentará la próxima semana


MadridCuando queda poco más de una semana para que Ursula von der Leyen presente las primeras líneas maestras de su plan para reducir la burocracia en la Unión Europea (UE) –el llamado reglamento ómnibus–, el gobierno español ya ha fijado una primera posición: no quiere que se ponga en peligro la agenda verde, es decir, los objetivos climáticos, sobre todo aquellos que afectan a las empresas, frente a un escenario de relajación de los procesos burocráticos. En una carta enviada a la Comisión Europea firmada por la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Sara Aagesen, y el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, el ejecutivo de Pedro Sánchez advierte que si bien la simplificación es necesaria, no puede "cuestionar la ambición de los valores europeos clave para garantizar la seguridad".
"La supresión de algunas obligaciones para las empresas no mejoraría necesariamente la competitividad", se advierte en la carta enviada este lunes, y dirigida, entre otros, a la exministra socialista Teresa Ribera, que ocupa ahora el cargo de vicepresidenta de la Comisión Europea y comisaria de Transación. Así, el gobierno español no rechaza que sea necesario "contribuir a que la UE responda mejor a las necesidades de los ciudadanos y las empresas" por la vía de la reducción de la burocracia y la simplificación de las reglas de la UE, pero sitúa como línea roja la ambición verde. "Alcanzar los objetivos climáticos y reforzar la agenda verde contribuirá enormemente a reforzar la competitividad de la Unión Europea", reitera.
La Comisión Europea tiene previsto presentar un primer reglamento ómnibus con algunas iniciativas el 26 de febrero y el temor de la Moncloa es que sea un primer plan que haga saltar por los aires lo que se ha hecho hasta ahora. Por ejemplo, que se dé marcha atrás en cuanto a la directiva en materia de sostenibilidad empresarial (CSDDD, por sus siglas en inglés), que, entre otras cosas, obliga a las empresas a identificar y eliminar los impactos negativos en derechos humanos y medio ambiente durante la cadena de valor. "Debemos proporcionar certezas a las empresas que ya están trabajando para aplicar esta normativa", se apunta a la carta. Pero también se pone el foco en la llamada "taxonomía europea", cuyo objetivo principal es reorientar el capital, es decir, la inversión privada, en actividades sostenibles. Esta taxonomía obliga a las empresas a rendir cuentas sobre dónde van a parar sus ingresos y si este destino está alineado con estos objetivos sostenibles o no. España se muestra abierta a reevaluar cómo las empresas deben informar, pero no quieren que quede en papel mojado.
El reglamento ómnibus nace con el objetivo de hacer del bloque europeo una región más competitiva frente a Estados Unidos y China. Sin embargo, para hacerlo posible la actual Comisión Europea, con un ejecutivo más derechizado, ya ha dicho que está dispuesta a hablar con el lenguaje de estas dos potencias, abriendo la puerta a la desregulación e incluso a enmendar el ambicioso plan verde europeo.
Encuentro informal el 13 de marzo
En ese contexto, España prepara una cumbre informal con ministros europeos en Valencia para avanzar en la unión de mercados de capitales, una de las iniciativas señaladas en el informe Draghi para impulsar la competitividad en la UE. Según ha avanzado El País y han confirmado al ARA fuentes del ministerio de Economía, la cita tendría lugar el 13 de marzo y se invitarían a los ministros de Finanzas de la UE, con la posibilidad de que también asistieran miembros de la Comisión Europea.