Von der Leyen responde a Trump con el gran plan 'Europa primero'
Bruselas se propone grandes metas para competir con China y EEUU, pero no concreta cuándo desplegará las medidas ni cómo pretende financiarlas
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BruselasLa Unión Europea ha recibido la vuelta de Donald Trump con precaución. Trató de esquivar sus amenazas y le mantiene la mano tendida, pero también le marcó los límites y advirtió que, esta vez, no piensa pecar de crédula. Dice estar dispuesta a hablar con el mismo vocabulario que el magnate neoyorquino e, incluso, a adoptar medidas similares, aunque sean de carácter proteccionista. Bruselas asegura que priorizará la defensa de los intereses de los europeos, por encima del resto de potencias, sobre todo de Estados Unidos y China. Así lo quiere demostrar la Comisión Europea de Ursula von der Leyen con el lanzamiento del gran plan Europa primero que ha presentado este miércoles. "Ya tenemos una hoja de ruta. Ahora lo más importante es aplicarlo deprisa y con unidad", ha dicho la líder comunitaria en rueda de prensa.
Una de las principales medidas de la estrategia es la priorización de empresas europeas en todas las licitaciones públicas en sectores críticos y tecnológicos. "En un contexto en el que los demás grandes actores internacionales imponen restricciones de acceso a sus mercados, Europa también debe salvaguardar sus propias capacidades", dice la propuesta. Concretamente, la Comisión Europea planteará una revisión de la directiva de contrataciones públicas de la UE y pretende potenciar su sector tecnológico, sobre todo las empresas emergentes y las compañías europeas que apuestan por la innovación, así como por reforzar la seguridad tecnológica y las cadenas de suministro. Y, con el mismo objetivo, Bruselas lanzará una plataforma de compra conjunta de materiales críticos, claves sobre todo para la industria tecnológica.
Bruselas tampoco quiere quedarse atrás en el desarrollo las nuevas tecnologías y, especialmente, de la inteligencia artificial. "A estas alturas, sólo una de cada siete empresas europeas utiliza la IA", ha alertado Von der Leyen. En este sentido, ve crucial la potenciación de las factorías de IA, como la que se instalará en Barcelona, y propone la creación de una nube a escala europea para intercambiar información en todo el territorio de la UE. En la misma línea, la Comisión Europea remarca la necesidad de potenciar la inversión privada y pública en todos los Estados miembros, si bien no pone ninguna cifra de inversión sobre la mesa.
ElEuropa primero de Von der Leyen no es la única medida que se asemeja a las iniciativas que Trump quiere salir adelante. Además, la conservadora alemana también quiere reducir sustancialmente la burocracia europea y hacer más eficientes las administraciones comunitarias. Según Bruselas, uno de los principales obstáculos de una de cada tres empresas europeas –sobre todo las más pequeñas– es el exceso de papeleo que deben afrontar, especialmente para acceder a afianzamiento público. "La complejidad y la duración de los procesos administrativos hacen a Europa menos atractiva para invertir en ellas que otras regiones del mundo", alerta el borrador de la Comisión Europea.
Esta voluntad de desregulación ha sido criticada por la oposición y varias ONG ecologistas porque consideran que es una enmienda al ambicioso plan verde que Von der Leyen misma ha impulsado. Sin embargo, la líder comunitaria defiende que la UE mantendrá los objetivos climáticos intactos y que, en todo caso, sólo pretende hacer el camino de la transición energética "más flexible y más adaptable", sobre todo teniendo en cuenta a las empresas. De hecho, este jueves Bruselas abrirá un diálogo con el sector automovilístico europeo, que se encuentra en plena crisis por la competencia de EE.UU. y China, para estudiar si reducen las restricciones de contaminación que la UE tiene previsto imponer a los vehículos de combustión .
Sin fondos ni medidas concretas
El problema del plan de Bruselas es el mismo de siempre. Falta concreción sobre qué medidas piensa desplegar, no pone apenas fechas sobre cuándo las pretende lanzar ni tampoco prevé ningún plan de financiación para alcanzar todos estos hitos grandilocuentes. De hecho, el informe del expresidente del Banco Central Europeo (BCE) Mario Draghi, en el que se basa el plan que presenta Von der Leyen este miércoles, señala que es necesaria una gran inversión: unos 800.000 millones de euros al año. Es decir, cerca del 4,5% del producto interior bruto (PIB) del bloque europeo, cifra que casi es cuatro veces la que alcanzó el plan Marshall para la reconstrucción de Europa después de la Segunda Guerra Mundial.
El propio Draghi ha reclamado que es necesario emitir deuda común europea y desplegar unos nuevos fondos comunitarios, como los de la recuperación de la covid. Sin embargo, la división en la UE sobre la financiación está volviendo a aplazar las medidas que esboza Von der Leyen y que tienen el consenso general de los Estados miembros. Una lentitud que contrasta, por ejemplo, con la velocidad de Pekín o Trump, que pocas horas después de recuperar la Casa Blanca ya había firmado un buen número de decretos y, entre otras cosas, ha impulsado un plan de inversión para el sector de la inteligencia artificial de EE.UU. con un presupuesto de unos 500.000 millones de euros.
Sin embargo, Von der Leyen ha justificado que "el dinero no lo es todo" y ha defendido que hay otras medidas que, al menos en estos momentos, pueden acercar la UE hacia los objetivos que se propone. Así pues, la líder comunitaria ha instado a los Estados miembros a dar un paso más hacia la unidad y, por ejemplo, culminar la unión del mercado de capitales, lo que permitiría tener mucha mayor capacidad de inversión.
Con todo, la presidenta de la Comisión Europea ha resumido este plan como la "hoja de ruta" que considera que la UE debe seguir si quiere preservar la sociedad del bienestar europea y dejar de ir perdiendo cada vez más peso en la escena internacional. "Nuestro modelo se ha basado en la fuerza de trabajo barata, sobre todo de China, la energía barata de Rusia y, parcialmente, de la externalización de la seguridad. Estos días han terminado", ha constatado Von der Leyen. De esta manera, tal y como pidió Draghi, el plan Europa primero quiere pasar página de una época ya pasada y despertar de una vez la adormecida economía europea e impulsar el inicio del renacimiento europeo en el nuevo orden mundial.