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"La edad no es una enfermedad que debe curarse"

Hablamos con Alfons Durán-Pich sobre cómo vivir una vejez llena de proyectos y vitalidad

La vejez
13/01/2025
4 min
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BarcelonaCuando el cantante de música country Toby Keith le preguntó a Clint Eastwood cuál era su secreto para seguir tan activo y lleno de energía a su edad, le contestó: "Cada día cuando me despierto, no dejo que entre el viejo . Mi secreto ha sido el mismo desde 1959: continuar activo, no dejar que el viejo entre en casa”.

Precisamente estas palabras inspiraron a Keith para componer la canción Don't let the old man in y también el empresario y ensayista Alfons Durán-Pich para escribir el libro No dejes que el viejo entre en casa (Parcir Edicions, 2024). "Veo a muchos compañeros de mi generación que han tirado la toalla y se han abandonado", lamenta Durán-Pich, que no está a favor de decir su edad. "La vida, si debe jubilarme, ya lo hará, pero no el sistema", continúa el autor, que recuerda como un día, hablando con un campesino que conoce del delta del Ebro, le dijo: " Alfonso, me veo viejo". "Pensé, ostras, si este hombre está bien! ¿Qué pasa aquí?", se indigna.

Cansado de ver cómo su entorno deja entrar al viejo en casa, el autor decide escribir este tipo de guía en el que reivindica la importancia de vivir con plenitud esta etapa vital. "Existe la edad cronológica, pero también la psicológica, y ésta es la que yo defiendo: al final, uno tiene la edad que quiere tener, y el cerebro y la voluntad de vivir intensamente, hasta el último momento, es lo que cuenta", continúa.

Por eso, está completamente en contra de utilizar la expresión "retirarse". "Uno se retira cuando le da la gana. Yo sigo estando al pie del cañón, activo y con muchos intereses, pero en esta sociedad parece que a partir de cierta edad ya eres mayor, y eso es una barbaridad en términos macroeconómicos y un desperdicio de la calidad de vida de gente que tiene mucha experiencia profesional", lamenta.

Cambiar la mentalidad

"La edad no es una enfermedad que debe curarse, ahora bien, no debemos dejar que el cerebro nos haga trampas", continúa Durán-Pich, que en el libro recomienda a todo el mundo la lectura de Catón el viejo, De la vejez, de Cicerón. "Él defiende que debemos hacer vida activa, pero que no podemos comparar cómo éramos activos cuarenta años atrás con cómo lo somos ahora, porque el contexto es diferente", explica el autor. En cuanto a la fuerza física, es evidente que también cambia: "Si tú vas en un barco, no es lo mismo subir a las velas que dirigir el barco. Quizás ahora es el momento de dirigirlo", apunta. Del mismo modo, también es buen momento para enriquecer el sexo: "El sexo más primitivo es muy pobre, por eso debes enriquecerlo a lo largo de la vida, porque lo más bonito del proceso es el camino para llegar a él". , no llegar", continúa.

Para Durán-Pich, es una lástima que se haya creado una imagen tan negativa de la palabra jubilado, que viene del latín iubilum, que significa alegría, alegría, entusiasmo. "Hasta la revolución industrial, la gente mayor era considerada por los jóvenes como la que lideraba el mundo. Después de la revolución todo cambia, porque a diferencia del campo, en las fábricas ya no eran personas productivas y pasaban a ser sobrantes e innecesarios" , lamenta. Es en este punto que existe un cambio de paradigma y ser joven pasa a ser lo que es realmente importante.

La belleza de la juventud termina. "Ya me gusta ver un cuerpo joven, pero no me aporta más que la belleza desde un punto de vista casi artístico. El cultivo del cerebro es mucho más importante", reivindica. el autor, que apunta cómo, según muchos estudios empíricos, a mayor edad uno tiene, más feliz y con menos depresión se vive. retrospectiva y te das cuenta de que, probablemente, estas luchas encarnizadas que has tenido por crecer, por competir y ser el mejor, no tienen mucho sentido", confiesa. "Es entonces que se empieza a comprender el significado profundo de la vida, que no es más que vivir día a día. No vivir con el pasado, que es la nostalgia, ni el futuro, que es imprevisible, sino vivir el momento", apunta.

Y en este presente, también es muy importante la presencia de los amigos, pero "los de verdad". "Un amigo es esa persona con la que puedes pensar con voz alta, con la que tus pensamientos se pueden transferir y no pasa nada, no hay envidias ni competencias, solo solidaridad", matiza el autor.

Por último, Durán-Pich recomienda seguir algunos de los preceptos que siguen a personas centenarias en todo el mundo: "No se ponen restricciones ni limitaciones de entrada, pensando cosas como "eso no lo puedo hacer". Tampoco van mucho al médico, sólo en casos extremos" , porque si no, siempre te encontrarán algo", continúa. "También son personas que siempre han sido autónomas, con sentido del humor, que se levantan temprano y que, aunque no hacen dieta, comen con moderación", apunta el autor.

Y, ya para terminar, son personas a las que no les importa la muerte: "Cuando llegue ya llegará, pero no se dedican a especular. Hoy en día la muerte es biomecánica y no se sufre. No tiene sentido preocuparse por la muerte: cuando llegue tú ya no estarás, así que tranquilo", concluye.

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