¿Quién es Juan José Zúñiga, el general que ha devuelto el miedo a los golpes de estado a los bolivianos?
El exjefe del ejército, experto en inteligencia, era un hombre de confianza del presidente Arce y uno de los enemigos de Evo Morales
BarcelonaEl general Juan José Zúñiga, hasta hace pocas horas máximo comandante del ejército de Bolivia, se enfrenta ahora a la posibilidad de pasar hasta 20 años en prisión por el intento de golpe de estado de este miércoles, que fue rápidamente sofocado y que acabó con la detención del líder golpista. Se le acusa de los delitos de alzamiento armado contra la seguridad y soberanía del estado, seducción de tropas y atentado contra el presidente y otros dignatarios, según detalló el ministro de Justicia, Iván Lima.
Zúñiga irrumpió en la plaza Murillo de La Paz, la capital boliviana, dentro de un vehículo militar blindado, con el objetivo, según proclamó, de "restituir a la democracia" en el país. Pocas horas después, una vez que los soldados se habían retirado hacia los cuarteles, el general fue detenido, y se defendió acusando al presidente del país, Luis Arce, de ser responsable de un "autogolpe" para hacer crecer su popularidad.
Horas antes se habían difundido en las redes sociales y medios locales imágenes del presidente plantando cara a Zúñiga, que había logrado entrar en el Palau Quemado, la sede del ejecutivo, acompañado de una cuarentena de soldados, después de que una tanquita abatira las puertas. "¿Cuándo nos ha avisado de esto [del levantamiento militar]?", le preguntó Arce. "Siempre, siempre", le respondió el general. "Usted nunca me ha informado", le recriminó Arce, que le ordenó que replegara de inmediato a todos los soldados. "Aquí tiene su capitán: vuelva a sus órdenes y lleve a toda la policía militar a sus cuarteles, ¡ahora mismo!", gritó el presidente, según la transcripción de la breve conversación publicada en el diario El Deber.
Experto en inteligencia
Arce se enfrentaba así a uno de sus hombres de confianza. Zúñiga había sido designado por el presidente como comandante general del ejército boliviano en noviembre del 2022, y este enero fue ratificado en el cargo, en un momento de cambio en la cúpula militar. Antes, había ocupado el cargo de jefe del estado mayor. Uno de sus puntos fuertes, según varios periódicos locales, es el dominio de la información de inteligencia. "Sabe mucho", afirmó el especialista en seguridad y defensa, Omar Durán, en el momento de su nombramiento. "No sólo sabe muchas cosas de Evo Morales, sino también de actores políticos, de ciudadanos, ONG, instituciones [...] y del presidente Luis Arce y el alto mando militar", afirmó al digital Urgente.
Este dominio de la información fue una de las claves para su nombramiento, ya que no destacaba por sus méritos militares. "Quienes le conocen aseguran que no fue un oficial destacado ni estuvo entre los primeros puestos de su promoción", apunta El Deber, que añade: "Eso sí, indican que es experto en inteligencia militar y que conoce muy bien los movimientos que hacen varios políticos".
Enfrentamiento con Evo Morales
En varias ocasiones, el expresidente Evo Morales había acusado al militar de utilizar el ejército en su contra. En septiembre del 2022, el exmandatario acusó por primera vez a Zúñiga de ser el principal responsable de un "plan negro" para desacreditarle. Y, de hecho, el nombramiento de Zúñiga se interpretó como señal de las crecientes diferencias entre Morales y Arce, que había sido ministro de Economía y uno de los hombres fuertes del ejecutivo del expresidente.
Morales también ha acusado a Zúñiga de formar parte de los Pachajchos, que, a su juicio, son los militares expertos en pinchazos telefónicos y seguimientos personales. Según el mismo diario, los compañeros de curso de Zúñiga en la academia militar también afirman que el general forma parte de este grupo, cuya principal misión es la inteligencia militar. Los Pachajchos se crearon en la última etapa de gobierno de Evo Morales. Operan en la frontera y han recibido denuncias que aseguran estar involucrados en el contrabando.
La prensa local también recuerda hoy que, antes de su nombramiento como jefe del ejército, Zúñiga había sido acusado del desfalco de 2,7 millones de pesos bolivianos (unos 365.000 euros) destinados al pago de bonos gubernamentales entre el 2012 y 2013, y fue sancionado con un arresto de una semana. El ejército es el encargado de entregar ayudas a gente mayor y estudiantes a zonas rurales del país, y un suboficial le acusó de haberse quedado con ese dinero y de haberle amenazado a él ya la suya familia. Además, un general aseguró que Zúñiga estaba también involucrado en el narcotráfico.
El día antes del levantamiento fallido, Zúñiga había sido destituido a raíz de una polémica por unas declaraciones que hizo en televisión amenazando con utilizar las fuerzas armadas para detener a Evo Morales en caso de que se volviera a presentar a las elecciones del próximo año, ya que según él la Constitución se lo prohíbe. Pese a la destitución, Arce no le sustituyó de inmediato y, de hecho, la prensa boliviana informaba que el miércoles por la mañana –antes del intento de golpe de estado– Zúñiga había participado en un acto militar.
Una historia convulsa
Durante unas horas, Zúñiga devolvió el miedo al cuerpo a los bolivianos, ciudadanos de un país con una historia convulsa repleta de levantamientos militares y regímenes castrenses. En sus 180 años de vida, Bolivia ha vivido 97 bajo mandatos militares. En 1964 comenzó un período de dos décadas en el que se fueron sucediendo una serie de regímenes autoritarios a través de una treintena de golpes de estado. En 1984, Bolivia recuperó la democracia y vivió un período largo de paz política, hasta el 2019, cuando el presidente Evo Morales dejó el poder y se exilió en México después de denunciar un golpe de estado contra él tras la primera vuelta de las elecciones presidenciales.