Los planes de Putin para sabotear la entrada de Suecia y Finlandia en la OTAN
Rusia habría incentivado campañas islamofóbicas para incrementar las fricciones entre Turquía y los países europeos


BarcelonaYa hace más de año y medio que Suecia solicitó el ingreso en la OTAN y, de momento, sigue esperando, mientras Finlandia le ha pasado por delante. Aunque el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, accedió a levantar el bloqueo el pasado junio, el proceso se ha ido alargando, y Estocolmo sigue pendiente de la luz verde tanto de Turquía como de Hungría. Tras este retraso estaría los tentáculos de Vladimir Putin y sus servicios secretos, que idearon un plan para sabotear el acceso de los dos países nórdicos a la Alianza Atlántica, según confirmó la inteligencia de Finlandia.
La televisión pública finlandesa YLE ha sacado a la luz esta semana un documento de la inteligencia rusa en el que detalla diversas acciones, sobre todo campañas islamofóbicas con el objetivo de incrementar las fricciones entre Turquía y los países europeos, especialmente Suecia. El documento fue filtrado en el Dossier Center, una organización rusa financiada por el opositor Mijaíl Jodorkovski que "rastrea la actividad criminal de personas asociadas con el Kremlin", según consta en su web. Los servicios de seguridad de Finlandia han confirmado que tenían conocimiento de estos planes de Rusia.
En enero la crisis diplomática entre Turquía y Suecia estalló después de que un político danés ultraderechista organizara una concentración antiislam frente a la embajada turca en Estocolmo, donde ardió una copia del Corán. La capital sueca también acogió protestas prokurdas donde los manifestantes pisaron fotografías del presidente turco. Además, un muñeco con el aspecto de Erdogan fue colgado por los pies en el centro de Estocolmo.
El documento de la inteligencia rusa destacaba que las protestas violentas en Suecia tras la quema del Corán –que se repitió en varias ocasiones– hacían crecer el miedo a un aumento del islamismo radical en la Unión Europea, y señalaba que era necesario aprovecharlo y alimentar aún más las tensiones. Entre los métodos descritos para conseguirlo estaba justamente fomentar en grandes ciudades europeas manifestaciones en las que se pusiera en ridículo Erdogan.
El documento mencionaba también otros métodos, como pintar grafitis contra el islam y el presidente turco en lugares conocidos de ciudades europeas, así como distribuir lo máximo posible a través de las redes sociales las imágenes de las manifestaciones contrarias a Erdogan.
Además del documento sobre los planes para sabotear la entrada de Suecia y Finlandia en la OTAN, el Dossier Center ha tenido acceso al documento sobre la operación completa, que incluye planes de desestabilización también en otros lugares de Europa. Según YLE, documenta con precisión acciones para llevar a cabo en París en marzo del 2023, cuando se organizaron manifestaciones contra el islam y Turquía en la capital francesa.
Suecia, en el punto de mira
Ilya Rozhdestvensky, periodista de investigación del Dossier Center, ha explicado a YLE que Rusia intentó ralentizar el proceso de ingreso en la OTAN tanto de Finlandia como de Suecia, pero que la campaña se enfocó sobre todo en Suecia. A su juicio, es habitual que la inteligencia rusa aproveche disputas ya existentes entre países o grupos étnicos en Europa para echar más leña al fuego y desestabilizar el continente. Es la misma acusación de ataque híbrido que ahora hace Finlandia, que asegura que el Kremlin está detrás del incremento de migrantes que llegan al país nórdico, lo que ha derivado en el cierre de todos los pasos fronterizos limítrofes con Rusia.
Las cremas del Corán en Suecia este último año han provocado una ola de indignación en países árabes, aunque no era la primera vez que ocurría. El islamófobo Rasmus Paludán convocaba recurrentemente este tipo de acciones provocativas, tanto en Suecia como en Dinamarca, hasta que las reacciones traspasaron fronteras y tomaron eco mundial.
De hecho, los servicios de seguridad suecos elevaron el nivel de amenaza terrorista en agosto, del nivel 3 al 4 (en una escala de 5), por el "deterioro de la situación de seguridad". "La decisión de elevar el nivel no viene motivada por un único evento, pero sabemos que Hezbolá, Al Shabab y Al Qaeda han pedido a sus partidarios que cometan actos contra Suecia", dijo entonces la responsable de Säpo, Charlotte von Essen. En octubre un hombre mató a dos suecos en Bruselas, y la Fiscalía belga consideró que el delantero eligió a las víctimas por su nacionalidad.