Seis años más de Putin: ¿qué cabe esperar?

El presidente ruso mantendrá su deriva autoritaria y su pugna con Occidente

El presidente y candidato a la presidencia ruso, Vladimir Putin, se ve en las pantallas grandes mientras habla durante un concierto de conmemoración del 10 aniversario de la reunificación de Crimea con Rusia en la Plaza Roja de Moscú, Rusia, 18 de julio. Marzo de 2024.
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BarcelonaEl 87% de soporte que la autoridad electoral rusa ha otorgado a Vladimir Putin en sus quintas elecciones presidenciales legitiman al mandatario para continuar en su senda de confrontación y represión. Este lunes, Putin ha estrenado su quinta legislatura y, de no haber sorpresas o eventos inesperados, mandará hasta, al menos, en el 2030, cuando habrá completado tres décadas en el poder. Aunque los analistas coinciden en describir al presidente ruso como un mandatario imprevisible, parece claro que cabe esperar una intensificación de su deriva autoritaria y su pugna con Occidente.

En su discurso este domingo por la noche después de hacerse públicos los resultados, Putin dejó claro que va a por todas a Ucrania, ahora más que nunca, con la legitimación de los ciudadanos. Destacó que la alta participación en las elecciones, la mayor desde 1991, está estrechamente vinculada con la invasión de Ucrania. "Está relacionado con que nos vemos obligados, en el sentido literal de la palabra, a defender con las armas en mano los intereses de nuestros ciudadanos", defendió.

"Hemos planteado planes grandiosos y haremos todo lo posible para llevarlos a cabo", afirmó. Y añadió que los principales retos de su próximo mandato están ligados a la guerra: "Conseguir los objetivos de la operación militar especial [en Ucrania] y fortalecer nuestra capacidad de defensa y las fuerzas armadas".

De momento, Putin ya se ve con corazón de proclamar las primeras victorias. Este lunes, en un acto de conmemoración del décimo aniversario de la anexión de la península ucraniana de Crimea, ha proclamado "el gran hito" de haber incorporado también las provincias de Donetsk, Lugansk, Kherson y Zaporíjia, a las que se ha referido como "Nueva Rusia". Ha dicho que la anexión de estos territorios ha sido mucho más difícil y "trágica" que la de Crimea. "Pero, sin embargo, lo hemos conseguido, y eso también es un gran hito en la historia de nuestro estado", ha dicho con tono de arenga.

Movilización de soldados

El opositor Dmitri Gudkov pronosticó a la agencia Efe que Putin "tensará aún más la cuerda" en los próximos meses y abrirá el debate sobre la necesidad de una nueva movilización para nutrir las filas en Ucrania. Habitualmente, el período después de las elecciones presidenciales es cuando el Kremlin introduce las políticas más impopulares. Por ejemplo, en 2018 Putin alargó la edad de jubilación.

Esto hace que ahora haya una preocupación por otra movilización obligatoria como la que ordenó en septiembre del pasado año, que provocó malestar social yun éxodo de hombres para evitar ser enviados a primera línea de frente. El presidente ha negado repetidamente que sea necesaria, al menos hasta ahora. Pero varios analistas militares han alertado en los últimos meses de una gran cantidad de bajas en el ejército, sobre todo por la toma de Avdíivka.

Más represión

Varios analistas auguran un empeoramiento de la situación de cualquier tipo de disidencia. La represión de la oposición no es un fenómeno nuevo en la Rusia de Putin, pero sí se ha visto fuertemente intensificada en los últimos dos años. Una ley aprobada días después del inicio de la invasión de Ucrania criminaliza a cualquier crítica pública a la guerra con penas de prisión de hasta 15 años, y las protestas, en la práctica, han quedado prohibidas. La cantidad de detenciones, casos penales y juicios se han disparado, siendo las penas de prisión más frecuentes. Durante este período, el principal opositor ruso, Aleksei Navalni, fue condenado a dos décadas entre rejas, hasta que hace un mes murió en prisión donde estaba en circunstancias sospechosas. También el opositor y periodista Vladimir Karà-Murzà ha sido condenado a 25 años de cárcel por criticar la guerra de Ucrania.

Pero la represión no se ha centrado sólo en grandes figuras opositoras, sino también en los ciudadanos anónimos. "Cualquier persona, y especialmente los rusos, serán siempre capaces de distinguir a los verdaderos patriotas de la escoria y los traidores", dijo Putin pocos días después de lanzar la invasión. De este modo, se anima a los ciudadanos a informar sobre los vecinos que se oponen a la guerra.

En sus 24 años en el poder, Putin ha creado un estado policial, un factor que, en parte, explica su apoyo. Las elecciones de este fin de semana se han descrito desde Occidente como una farsa y es imposible saber cuántos votos ha tenido realmente el presidente. Según la organización Golos (en ruso significa voz), que defiende del derecho de los votantes en Rusia, estas elecciones han sido "las más fraudulentas y corruptas" en la historia del país.

Pero esto no significa que Putin no tenga apoyo entre la población rusa. El director del Centro Levada de estudios sociológicos –el único independiente en el país–, Denis Volkov, ha afirmado en el New York Times que varias encuestas muestran una consolidación de Putin como líder indiscutible. "Hacemos preguntas abiertas. Preguntamos por la situación económica y por el estado de ánimo de la gente. Todos estos indicadores apuntan en una dirección", asegura. En este punto ha jugado un papel crucial la propaganda del Kremlin, dado que todos los medios independientes han sido prohibidos y han tenido que cerrar u operar desde el extranjero.

Alexander Gabuev, director del Carnegie Rusia Eurasia Center, apunta también al New York Times que la popularidad de Putin entre una parte de la población responde también a que durante sus dos primeras legislaturas logró que hubiera una prosperidad material y una relativa libertad que no habían existido en Rusia durante décadas.

Confrontación con Occidente

En cuanto a la política internacional, el politólogo ruso Kirill Shamiev, analista del European Council on Foreign Relations (ECFR), afirma al ARA que Putin "está convencido de que tiene tanto poder que puede utilizarlo como quiera". Considera que el Kremlin ve este año como una "ventana de oportunidad" para avanzar en Ucrania y desestabilizar a Occidente, aprovechando las desavenencias y la creciente polarización en Europa y la falta de munición para Ucrania. "Explotarán todas las oportunidades que tengan para influir en Occidente de forma que beneficie a Rusia", añade Shamiev, quien alerta de que las cosas pueden cambiar en función de quien gane las elecciones en Estados Unidos.

Shamiev indica que Putin también intentará influir en la política interna de países de su entorno, sobre todo en Moldavia y Georgia. También señala a Armenia como posible punto de conflicto, después de que Rusia dejara a este país en la estacada en el último enfrentamiento contra Azerbaiyán.

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