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Crisis climática

La niebla, una aliada inesperada contra la sequía

La crisis climática ha impulsado la recuperación con éxito de antiguas técnicas de captación de agua en el Garraf y Canarias

Imagen de niebla en la isla de Gran Canaria.
28/02/2025
4 min
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BarcelonaCataluña ya arrastra más de tres años de sequía histórica y, con la crisis climática, estos episodios serán cada vez más largos y extremos. Todo ello obliga a impulsar nuevas medidas y soluciones para garantizar en un futuro el agua de boca y riego y evitar la desaparición de la vegetación actual. Aunque ya están en marcha proyectos para potenciar aún más la desalinización y regeneración de agua en los próximos años, últimamente se ha puesto sobre la mesa otro elemento que podría ser un nuevo aliado contra la sequía: la niebla.

Antiguamente, las regiones áridas aprovechaban las gotas de la niebla para generar agua. Y ahora se está recuperando de nuevo esta técnica ancestral, mejorada con las herramientas y la tecnología actuales. Esto es lo que se ha venido haciendo estos últimos años con el proyecto europeo Life Nieblas, en el que ha participado el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF). Los investigadores instalan captadores de niebla con el objetivo de reforestar con el agua recolectada tres zonas áridas y de difícil regeneración: un bosque de la isla de Gran Canaria, una cantera del Garraf y un bosque arrasado por un incendio en Portugal.

Los resultados finales son muy prometedores, ya que se ha alcanzado una supervivencia en torno al 87% de las decenas de miles de árboles plantados en estas zonas gracias a esta técnica; es decir, el doble que en los procesos de reforestación tradicionales. De hecho, los nuevos captadores utilizados sobre todo en Gran Canaria han demostrado que pueden recogerse entre 300 y 400 l/m² de agua anuales.

En el caso de la cantera del Garraf, no sólo se ha aprovechado el agua de la niebla para regenerar un terreno castigado por la explotación humana, sino que sobre todo se ha hecho uso de la producida por el rocío de la humedad. "El éxito ha sido rotundo en esta primera prueba", explica al ARA Vicenç Carabassa, investigador del CREAF que ha liderado la parte científica del proyecto Life Nieblas.

Imagen de Vicenç Calabaza en la cantera del Garraf.

Los datos obtenidos abren la puerta a que algunas zonas del país y de todo el mundo puedan aprovechar la niebla para ayudar a hacer frente a una sequía hídrica cada vez más acentuada. "Esta técnica no recauda grandes cantidades de agua como una desalinizadora y no puede abastecer a grandes núcleos urbanos, pero sí puede ser una ayuda para zonas remotas, pequeñas poblaciones o plantaciones de secano no muy extensas", añade el investigador.

No toda la niebla es aprovechable

Cuando hablamos de niebla en Cataluña nos viene a la cabeza el plan de Lleida o la plana de Vic, dos zonas donde habitualmente se produce este fenómeno. Pero curiosamente este tipo de niebla estancada en llanuras y hondonadas interiores no sirve. "Necesitamos niebla, pero también viento que la impulse a través de los captadores para atrapar las microgotas y generar agua, y estas condiciones no son tan habituales en nuestra casa", afirma Carabassa, quien apunta que algunas de las zonas que cumplen estos requisitos son la Meseta Central o la cordillera Litoral. Además, la humedad del Mediterráneo genera mucha agua de rocío que los aparatos también pueden recolectar.

El éxito obtenido en la reforestación de la cantera del Garraf ha hecho que la propia empresa Promsa, propietaria de los terrenos, haya querido replicar el proceso en otra cantera ubicada en la Riera de Gaià, en el Tarragonès. Carabassa explica que desde el CREAF ya se ha realizado la petición de nuevos fondos europeos para financiar más proyectos con captadores de niebla en Catalunya, como la reforestación de una cantera del Bages o la garantía del riego de plantaciones de olivos en el valle de Àger.

"La captación de agua de niebla es un elemento más que nos debe permitir afrontar con mejores garantías un futuro que se presenta seco", explica Carabassa. Y concluye: "Más allá de encontrar nuevas fuentes de agua, como sociedad debemos reducir y adaptar nuestro consumo desmedido a la nueva realidad climática".

Diferentes tipos de captadores

Varias zonas áridas del mundo han vuelto a poner en práctica esta técnica recientemente, como el desierto de Atacama de Chile. Existen distintos tipos de captadores que se utilizan según las condiciones climatológicas de cada área. Los más habituales son unas mallas verticales que acumulan el agua de la niebla que las atraviesa en un depósito o sistema de riego.

Imagen de captadores de niebla instalados en Gran Canaria.

En Gran Canaria algunos de los aparatos empleados son innovadores, ya que imitan las hojas de un árbol llamado garoé que los antepasados ​​de la zona utilizaban para recoger agua. En cambio, en el Garraf se ha utilizado un tipo de estructura que rodea a cada árbol plantado individualmente y que sobre todo capta la humedad ambiental. "Se trata de una técnica con una eficiencia energética muy alta, ya que prácticamente no genera emisiones y utiliza materiales reutilizables y biodegradables", concluye Carabassa.

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