Sólo 1 de cada 3 entrenamientos de fútbol se realiza mayoritariamente en catalán: así es la salud de la lengua en el deporte
El ARA tiene acceso a la encuesta de Òmnium Cultural y la UFEC, que señala el potencial catalanizador del deporte: fuera de las entidades un 38% hablan sobre todo catalán, y dentro lo hablan un 46,2%


BarcelonaEl fútbol es el gran deporte de masas en nuestro país, pero en cuanto al uso del catalán es la disciplina más minoritaria. Sólo un 36% de los entrenamientos de fútbol que se realizan cada día en campos de todo el país se llevan a cabo mayoritariamente en catalán, un porcentaje que baja al 12% si nos fijamos en los que se realizan exclusivamente en catalán y que asciende al 63 % si le sumamos los entrenamientos que mezclan catalán y castellano. Son cifras que se desprenden de la macroencuesta sobre el catalán y el deporte que ha elaborado Òmnium Cultural junto con la Unión de Federaciones Deportivas de Cataluña (UFEC), la mayor que se ha hecho nunca ya la que ha tenido acceso exclusivo 'AHORA.
La radiografía indica que el estado de salud general de la lengua en el mundo del deporte tampoco es satisfactorio: el 22% de los encuestados afirman que hablan catalán siempre dentro del entorno deportivo y un 24% más dicen que el hablan mayoritariamente (un 19% más hacen usos bilingües). Ahora bien, un dato muy destacable es que el uso del catalán aumenta en las entidades deportivas respecto al de la calle, lo que demuestra su potencial como espacios catalanizadores. Si fuera del club los encuestados hablan mayoritariamente castellano (un 39% respecto a un 38% que hablan sobre todo catalán), dentro de los clubes deportivos la balanza se da la vuelta: un 38% hablan más castellano y un 46% hablan sobre todo catalán. "Estos espacios actúan como una especie de dique de contención ante el retroceso generalizado de la lengua", dice Marina Gay, vicepresidenta de Òmnium y responsable de lengua de la entidad, que los ve como un "ámbito de actuación prioritario" por mejorar la situación del catalán.
La encuesta muestra cómo los usos bilingües y, en especial, de terceras lenguas se reduce dentro del mundo del deporte. Una polarización que indica que las personas se adaptan a la lengua establecida en las dinámicas de los clubs. "La lengua dominante [del club] a menudo la marca la inercia social. Si transformamos las inercias de estos espacios, podremos revertir la situación de forma más efectiva", apunta Gay.
Sin regulación en los despachos
En Cataluña existen cerca de 680.000 personas federadas en 70 federaciones. Sólo un tercio tiene el compromiso con la lengua recogido en los estatutos y menos del 15% tienen el catalán como requisito o mérito en las contrataciones. En 2006, el catalán se valoraba en un 43% de los casos: se trata de una caída de 30 puntos en menos de 20 años.
El análisis al por menor muestra que si bien la comunicación (rotulación, publicidad, etc.) la emiten mayoritariamente en catalán, y en las relaciones internas y externas priorizan el catalán (aunque en un 60%-75% , en clara regresión desde la última encuesta), cuando se baja al campo oa la pista sólo un 14% de los entrenamientos se realizan exclusivamente en catalán, un 26% más afirman que son sobre todo en catalán y un 21% que se utilizan las dos lenguas por igual. La ausencia de regulación lingüística tiene un impacto directo en el uso del catalán de forma cotidiana en el club. En los contextos informales, imprevistos y grupales, el catalán pierde pistonada.
"Los clubs deben adquirir compromisos claros y concretos, como hacen con cualquier otro aspecto organizativo. Somos prescriptores de mantener y promover el catalán para que no se cambie de lengua", dice Gerard Esteva, presidente de la UFEC, consciente de que los clubs y entidades tienen un papel clave "en la formación de los jóvenes" y "al determinar qué lenguas acabarán hablando en su día a día". Los jóvenes de entre 0 y 19 años son los que más incrementan el paso al catalán, y los deportistas de 20 a 39 años son los que más firmemente hablan castellano.
Problemas en el campo
La encuesta se ha realizado a 3.315 personas, la mayoría deportistas y miembros de clubs que se dedican a todas las disciplinas. Los entrenadores y deportistas son los que menos utilizan el catalán, por detrás de directivos y familiares. Entre el 34% y el 41% de interacciones en el campo se realizan mayoritariamente en catalán y en castellano, por debajo del 35%. En el entrenamiento es cuando los usos son más promiscuos y variables, y menos dirigidos por la entidad.
Para sumar nuevos hablantes al catalán, Òmnium señala que es necesario el compromiso del club, pero también de los referentes deportivos y de los entrenadores, que son los asentadores de la lengua de interacción grupal. Según la encuesta, un 32% afirman que responden en catalán independientemente de la lengua con la que se les dirijan los jugadores, pero el 58% hablan la lengua del jugador. El 90% de entrenadores de hockey habla siempre en catalán porque el 95% de los jugadores les habla mayoritariamente en catalán. En el fútbol, en cambio, el 32% de jugadores les habla más castellano y un 25% catalán y castellano, y el 67% de entrenadores responden en la lengua en la que se les han dirigido.
"El fútbol es donde tenemos más margen para crecer y generar un impacto —dice Gay—, por su influencia en la sociedad y en el imaginario colectivo. Es un espacio privilegiado para prestigiar la lengua y hacerla llegar a sitios donde ahora mismo no llega". Òmnium quiere aprovechar la "capacidad de cohesión social" del fútbol y su "efecto multiplicador". Es decir, no sólo es el lugar donde aprender y practicar catalán de forma natural y distendida y, por tanto, de integrarse en la comunidad, sino que también puede ayudar a romper prejuicios vinculados a la lengua. "Cuando un club o futbolistas reconocidos hablan más catalán públicamente, se transforma la percepción de la lengua, especialmente entre los jóvenes: cambia la imagen de quien la habla, cómo suena y en qué contextos se puede utilizar", dice la vicepresidenta de Òmnium . La entidad desplegará una campaña con la UFEC para transformar los hábitos y dinámicas lingüísticas en campos, clubes y pistas deportivas.