Industria

Los fondos prometen mantener "la españolidad" de Celsa en su aterrizaje en la empresa

Los nuevos accionistas dan el primer paso para tomar el control de la compañía

ARA
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Instalaciones de la empresa Celsa

BarcelonaLos fondos acreedores de Celsa, a quien el juez dio el control de la empresa, han pedido al gobierno español su aval para tomar el control de la compañía. Un primer paso en el que han dado una auténtica declaración de intenciones para intentar allanar el camino de su aterrizaje: aseguran que mantendrán la plantilla y la capacidad de producción en España, garantizan "la españolidad" del proyecto y acceden a buscar dentro del Estado un socio industrial.

En un comunicado, estos fondos, entre ellos Deutsche Bank, SPV Global, Sculptor Investment o Anchorage Capital, han anunciado este nuevo paso. El pasado mes de septiembre el juzgado mercantil número 2 de Barcelona validó el plan de reestructuración, que aparta de la empresa una rama de la familia catalana Rubiralta, que tenía su control, para traspasarlo a los fondos acreedores.

Los fondos han reconocido que tanto el gobierno español como el catalán les han pedido compromisos "firmes y vinculantes" de mantener la viabilidad de la empresa –la primera familiar catalana en facturación– a largo plazo, que se mantenga el centro de decisión en España, la capacidad de producción en el Estado y el mantenimiento del empleo, por el carácter estratégico de esta siderúrgica, así como el nombramiento de un consejo de administración independiente y la incorporación de un socio industrial español. En este sentido, los fondos ya anunciaron un primer paso: el nombramiento de Rafael Villaseca, expresidente de Gas Natural, como presidente.

Según los fondos, han trasladado al gobierno español su "total compromiso" de mejorar la posición financiera de Celsa, mantener la plantilla y asumir el resto de objetivos señalados, y han asegurado que mantendrán transparencia en sus pasos con el gobierno y con los trabajadores.

Para desembarcar en Celsa, los fondos necesitan el aval del ejecutivo español, que debe aprobar en consejo de ministros que tomen el 100% del capital de la compañía, lo que han pedido este mismo jueves.

En busca de un socio español

Fuentes del ministerio de Industria han insistido este jueves en que las capacidades productivas y tecnológicas de Celsa son "de gran relevancia" para el tejido industrial español y la seguridad del abastecimiento de productos siderúrgicos, por lo que en "estrecho contacto" con la Generalitat, han comunicado "a los nuevos propietarios que es imperativo que la empresa se quede" en España, así como evitar decisiones "de cierre o recortes que pongan en riesgo" la viabilidad de la compañía. Según fuentes conocedoras de las negociaciones, los fondos han recibido muestras de interés por parte de varios grupos industriales por entrar en Celsa y cumplir así con la exigencia de un socio industrial español. Pese a la discreción de estas negociaciones, en los últimos días se ha especulado con que Sidenor o CL Grupo Industrial podrían tener interés en ese proceso de búsqueda de un socio industrial. Celsa, con sede en Castellbisbal, uno de los principales productores de acero de Europa y de los principales consumidores industriales de energía de España, emplea a unos 10.000 trabajadores, cuenta con seis grupos empresariales y tiene presencia en nueve países del continente.

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