Tribunales

La madre de la niña Yaiza, culpable de asesinar a la hija siguiendo un plan "metódico" y "consciente"

El jurado popular, por unanimidad, descarta que sufriera un trastorno mental

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La acusada, sentada sola en el banquillo de los acusados, siguiendo el juicio en la Audiencia de Barcelona, ayer.

BarcelonaEl jurado popular ha declarado por unanimidad a Cristina Rivas culpable de haber asesinado a su hija de cuatro años, Yaiza, en mayo del 2021 en el piso donde vivían, en Sant Joan Despí. En un veredicto emitido este viernes por la tarde, consideraron probado que Rivas planificó el crimen meses antes de forma "metódica" y lo materializó para "causar sufrimiento" al padre de la criatura y expareja, Sergio. La acusada ya había confesado el crimen en varios estadios judiciales. Sin embargo, el jurado no se ha creído su versión. La defensa de Cristina Rivas esgrimía que sufría un trastorno de personalidad y que no era consciente de lo que hacía cuando acabó con la vida de su hija. El jurado lo ha descartado y, por tanto, no ha aceptado las eximentes que pedía la acusada para pasar menos tiempo en prisión. El juez decidirá la condena exacta para Cristina Rivas y en unos días se sabrá si opta por la misma pena que pedía la Fiscalía y la acusación particular, que era la prisión permanente revisable. Sea como fuere, el veredicto del jurado conduce al magistrado hacia lo alto de la condena por asesinato.

El jurado consideró probado por unanimidad que Cristina Rivas drogó a su hija la noche anterior y por la mañana la mató asfixiándola. La defensa de la acusada afirmó en sus conclusiones finales que estos hechos eran constitutivos de un homicidio y no de un asesinato. El jurado popular, sin embargo, consideró probado que la muerte de Yaiza fue un asesinato: "La víctima no tuvo oportunidad de defenderse y tampoco podía esperar ataque por parte de su madre", concluyeron los miembros del jurado . Hicieron énfasis en las búsquedas por internet (buscó dos meses antes del crimen como matar a una criatura, entre otras muchas búsquedas) y también en las cartas de suicidio que preparó, donde afirmaba que el padre de Yaiza era el "culpable de todo" y quería que matando la hija él "sufriera". Estos argumentos también los utilizan los miembros del jurado, junto con los informes de los psicólogos públicos que descartaban cualquier trastorno mental, para concluir que Cristina Rivas actuó conscientemente. El jurado, pues, ha apoyado el relato que ha defendido la Fiscalía y la acusación particular, que defiende el padre de la criatura, durante el juicio. Una versión de los hechos que también han ratificado todos los testigos (menos el psicólogo contratado por la defensa) que han hablado en la Audiencia de Barcelona durante las siete sesiones de juicio. Lo han hecho familiares, tanto maternos como paternos, los Mossos d'Esquadra y también los psicólogos públicos, entre otros testigos.

Agravando y atenuante

Los miembros del jurado tampoco han aceptado el atenuante de miedo insuperable a perder a su hija por el hecho de que el padre estuviera comenzando una relación con otra mujer ni el de arrebato. Ese miedo, aseguraba la defensa de la acusada, hizo que no tuviera todas sus facultades mentales en orden y ahora el jurado popular lo ha descartado por unanimidad. De hecho, en el veredicto han resaltado aquellas acciones que hizo la acusada antes y después de asesinar a la hija. Antes fueron a pasear ya cenar en el McDonald's. Una vez que la había matado ahogándola, llamó a la escuela de su hija ya su trabajo para decir que no irían, sacó a pasear al perro y dio de baja el coche del parking. Éste fue uno el final de un plan "metódico" que comenzó con la negativa del padre a volver con ella. Esto, según el veredicto, "motivó un estado creciente de indignación, rabia, tristeza y frustración que se materializó en la metódica planificación de la muerte de su hija y de su propio suicidio con el objetivo de causar el sufrimiento más mayor posible al padre".

El jurado popular sí ha aceptado un atenuante por confesión, concretamente por haber "colaborado" con las autoridades durante la instrucción judicial. Pero también le han aplicado un agravante de parentesco por haber asesinado a su hija. Por último, la Fiscalía y la acusación particular pidieron que se mantenga la pena de prisión permanente revisable considerando que el agravante pesa más que el atenuante. Cómo se traduce todo esto en la pena lo decidirá el magistrado que ha presidido el juicio.

Un antes y un después

La muerte de Yaiza, recordada con una mariposa de colores en el Parque de la Montañeta de Sant Boi de Llobregat , marcó un antes y un después en la tipificación de los casos de violencia familiar. La entonces consellera de Justícia, Lourdes Ciuró, admitió que este caso ocurrió "desapercibido" y pidió disculpas en nombre de la administración a la familia por haberles "abandonado" . Para que casos como el de Yaiza no caigan en el olvido, la Generalitat modificó el Código Civil y creó un registro de violencia familiar que está en marcha desde principios de este año. Sin embargo, Yaiza no forma parte porque el registro se puso en marcha con posterioridad a su cruel asesinato.

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