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Extrema derecha

Las contradicciones de Vox con sus alianzas trumpistas

Los aranceles de Trump perjudicarían al campo español, un granero de votos para los de Abascal

El líder de Vox, Santiago Abascal, en el acto de Patriotas por Europa
09/02/2025
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MadridSantiago Abascal salía triunfante de la demostración de fuerza que protagonizó el sábado de la mano de sus aliados de la extrema derecha europea en un acto en Madrid en el que propagaron su odio contra los migrantes, y la diversidad de género, religiosa y familiar. Para su parroquia, maquillaba una semana que había comenzado con el pie izquierdo, a raíz de la dimisión del líder de Vox en Castilla y León, Juan García-Gallardo, muy crítico con el funcionamiento interno del partido. Las deserciones se acumulan.

En la cumbre se van erigir en el espejo de Trump en Europa, aunque el magnate estadounidense esté amenazando con políticas perjudiciales para los intereses de los europeos. Una de las más claras es la de fijar aranceles del 25% a los productos que provengan de la Unión Europea, lo que repercutiría negativamente en el sector primario español. Según datos consultados por el ARA, las exportaciones del sector agroalimentario y pesquero a Estados Unidos en 2023 ascendieron a 2.975 millones de euros. No es el primer destino, ni mucho menos, y representa sólo el 4,2% del total, por detrás de los que van a Francia, Alemania, Portugal e Italia, entre otros. La información más reciente es que un 7,5% del total de exportaciones españolas a Estados Unidos son del sector agroalimentario y pesquero. "Defenderemos a nuestros agricultores, ganaderos y pescadores", subrayaba el presidente español, Pedro Sánchez, el jueves en un acto sobre alimentación.

El sector primario representa un granero importante de votos para Vox. Según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), es el segundo ámbito de empleo más fiel al partido de extrema derecha, sólo por detrás de policías y militares. "Ahora levantan la voz con los aranceles que parece que pueden llegar. El gran arancel es el pacto verde y los impuestos confiscatorios de Bruselas y de los gobiernos socialistas en toda Europa", señalaba Abascal el sábado en su discurso. Uno de los asistentes a la cumbre fue el ex primer ministro de la República Checa Andrej Babis, hijo de exportadores e importadores de productos agrarios. Hasta hace unos años él mismo dirigió a Agrofert, una empresa dedicada a la agricultura.

Trump, Orbán y Putin

¿Qué hará Trump con la guerra de Ucrania? ¿Seguirá fluyendo la ayuda militar hacia el ejército de Volodímir Zelenski? Nadie lo sabe todavía, tampoco Abascal, que, sin embargo, se ha abrazado al primer ministro húngaro, Viktor Orbán, quien sí ha puesto obstáculos al envío de armas a Ucrania. De hecho, el sábado fue el único que evidenció sus simpatías con Vladimir Putin cuando lamentaba que "Bruselas destina nuestro dinero a Ucrania en una guerra sin esperanza". En varias ocasiones Vox ha votado en el Congreso a favor de que España suministre armamento, e incluso ha pedido que no sólo se enviara material defensivo, sino también ofensivo. Cuando Zelenski compareció en la cámara baja en abril del 2022, la bancada de la extrema derecha se sumó al aplauso unánime de todo el hemiciclo, algo prácticamente inédito.

La extrema derecha europea aseguraba el sábado que está "destinada a gobernar". La gran mayoría -si no todos- de los partidos que conforman Patriotas por Europa necesitan pactar con la derecha tradicional y los liberales para alcanzar el poder. El Partido por la Libertad de Geert Wilders lidera, en Países Bajos, una coalición compleja como lo es la de Giorgia Meloni y Matteo Salvini en Italia. Sin ir más lejos, el ministro de Exteriores del gobierno italiano, Antonio Tajani, rechazaba esta semana pasada la propuesta de Trump de convertir a Gaza en la nueva Riviera. La ambiciosa agenda que pregona la extrema derecha es difícilmente aplicable y lo es aún más para Abascal, que ni siquiera aspira a ser presidente, sino, en todo caso, a ser el socio minoritario del PP, al que acusa de asimilarse al PSOE.

El castellano en la Casa Blanca

Abascal acudió a la toma de posesión de Trump en Washington, en la que el nuevo presidente firmó una serie de decretos. Una de las decisiones, quizás no tan trascendental, fue la eliminación del castellano de la página web de la Casa Blanca. Esta semana el portavoz de Vox en el Parlament, Joan Garriga, sacaba hierro a esta cuestión. "Está muy bien que desde aquí nos preocupamos de la página web de la Casa Blanca, pero a mí me preocupa, aquí, que el presidente del Parlament te diga en la cara que el español no le preocupa, que sólo se imponga una lengua y que no podamos rotular en español en nuestro país". Ni siquiera la web de Patriotes por Europa, el partido que preside Abascal, tiene versión castellana.

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