El catalán en las aulas

Feijóo promete que, si gobierna, legislará para que el castellano "no sea una lengua extranjera en Catalunya"

El líder del PP dice que el Gobierno español no puede "negociar con la Generalitat incumplir una sentencia"

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Alberto Núñez Feijóo con Alejandro Fernández en un acto en Barcelona

La ofensiva del PP contra el catalán sigue. El relevo a la dirección de los populares no ha supuesto un giro en su posicionamiento contra la política lingüística de la Generalitat. Siguiendo con las ocurrencias de su predecesor, Pablo Casado, el nuevo líder del PP, Alberto Nuñez Feijóo, ha prometido que, si gobierna, legislará para que el castellano "no sea una lengua extranjera en Catalunya" después de que el Govern y el ejecutivo español acordaran blindar el catalán en la escuela en la tercera reunión de la mesa de diálogo.

"Les diremos a los jueces que sigan aplicando la Constitución, el Estatuto y las sentencias del TC. No los dejaremos solos y no aceptaremos que el español sea una lengua extranjera en Catalunya", ha afirmado Feijóo en una entrevista dominical en 'El Mundo'. "Con este marco, y en el ejercicio de las competencias exclusivas del Estado, si es necesario, legislaremos y, con jueces que apliquen la legislación y sentencias en caso de incumplimiento, actuaremos", ha continuado el líder del PP, que también ha criticado el protagonismo del independentismo en la política española: "Es contrario a la Constitución y a la convivencia", ha espetado.

"Respecto a Catalunya, hablar de cómo invertir, mejorar la economía, rebajar los impuestos...., a esto nunca nos negaremos. Pero, pensar que se tiene que dialogar con ERC para transitar hacia una Catalunya donde el español sea un idioma extranjero, en la que se negocia el incumplimiento de sentencias, en la que se pretende seguir con actos de sedición y reclama que se retire del Código Penal, pues... un presidente del Gobierno no está autorizado a hacerlo", ha reflexionado en voz alta Feijóo.

Volviendo al conflicto del 25% de castellano ha reiterado: "No puede estar a la orden del día negociar con la Generalitat incumplir una sentencia. Si el gobierno lo hace, es que no es un gobierno", ha insistido el presidente del PP, que ha apostado por un "marco de bilingüismo cordial, que proteja el catalán y el castellano". En una entrevista a La Vanguardia, la ministra de Educación, Pilar Alegría, que ha tildado a Feijóo de "pregonero del catastrofismo", ha criticado este mismo domingo que "la derecha siempre utiliza como arma arrojadiza las lenguas de este país".

No es la primera vez que Feijóo carga contra el catalán. En una entrevista a Onda Cero, aseguró que en las escuelas catalanas hay "apartheid lingüístico" y sentenció que los alumnos "no pueden tener conocimiento del castellano en las aulas".  Las palabras de Feijóo ya recibieron entonces una ola de críticas que fueron desde el Govern hasta representantes de los socialistas y los comunes.

Las declaraciones de Feijóo llegan después de las polémicas declaraciones que hizo Casado en diciembre a raíz del caso de la escuela de Canet de Mar, en el que una familia solicitó (con éxito) que en la clase de su hijo se hicieran el 25% de clases en castellano. "¿Se puede tolerar que haya profesores con instrucciones de no dejar ir al lavabo a niños porque hablan en castellano?", espetó el entonces máximo representante del PP.

Casado convirtió aquella primera familia que pidió un 25% de las clases en castellano después de la sentencia del Tribunal Supremo en su filón para señalar el modelo de inmersión lingüística en Catalunya, que hace tiempo que tiene en el punto de mira. Casado pasó a la acción explicando supuestas situaciones que pasan en las escuelas catalanas, donde, según él, hay profesores que no dejan ir al lavabo a los niños que hablan en castellano y que se ponen piedras en la mochila de los niños que utilizan esta lengua: "¿Se puede tolerar que haya niños que para hablar castellano en el patio les pusieran piedras en la mochila?", se preguntó.

Sin embargo, no detalló cómo, dónde y cuándo habían pasado supuestamente estas escenas, sino que elaboró el discurso, pronunciado desde Galicia, en base de archivo: "¿Se puede tolerar que a los hijos de la Guardia Civil y la Policía Nacional se les señale en la clase y se diga que estos niños no pueden ser integrados?". Casado se refería a la causa contra los nuevo profesores del IES El Palau de Sant Andreu de la Barca que fueron denunciados por "humillar" a los alumnos que eran hijos de estos dos cuerpos policiales el día siguiente del 1-O en una causa, sin embargo, que quedó archivada por el juzgado de instrucción número 7 de Martorell. 

El Govern no se quedó con los brazos cruzados y denunció a Casado, pero el Tribunal Supremo archivó las querellas presentadas por la Generalitat y JxCat contra el expresidente del PP por sus afirmaciones porque como ya no era aforado, el Supremo concluyó que no era competente para investigarlo. La querella del gobierno catalán acusaba a Casado de presuntos delitos de injurias y calumnias, y Junts sumaba el delito de incitación al odio.

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