En las elecciones estatales del 23-J en Vic los populares alcanzaron un 7,1%, porcentaje calcado al de Igualada, y similar a Manlleu –6,48%–. En la circunscripción de Girona, los populares obtuvieron un 9,68% de los votos y rozaron a un diputado con unos índices de apoyo sustancialmente superiores que en las municipales donde cayó hasta el 2,52%, pese a ser el mismo año. En las principales ciudades de la Catalunya Central también hubo unos resultados bajos: 3,86% en Vic –se quedaron a un centenar de votos de conseguir un concejal que no obtienen desde los comicios de 1999–, en Manlleu no es ni presentaron, en Igualada recibieron un 3,31% de votos y en Manresa obtuvieron un 4,77%. En cambio, en las elecciones catalanas no despuntan tanto como en las estatales, y los datos de Osona les hacen caer hasta el 3,75%. En cambio, en el Anoia el partido está fuerte, con más de un 8% el 12-M.
El PP quiere volver a Vic (y en Girona)
Los populares celebran un acto el 1 de febrero en la capital de Osona para visibilizar su proyecto en el territorio
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BarcelonaEn la Catalunya interior y en la demarcación de Girona, el PP siempre ha tenido su particular agujero negro. De hecho, en Osona no tiene ningún concejal y solo pudo presentar listas en tres municipios los comicios del 2023 –Vic, Tona y Taradell–, todas ellas fallidas. En la capital de Osona no tiene presencia desde los comicios de 1999. En la provincia de Girona, por su parte, consiguieron sólo ocho concejales. Ahora bien, desde hace más de un año que la formación prepara una estrategia de crecimiento y consolidación y celebrará un gran acto en Vic el sábado 1 de febrero para visibilizarla y darle un impulso: la jornada interparlamentaria de coordinación entre varios diputados de las diferentes instituciones (autonómica, estatal y europea), según fuentes populares consultadas por el ARA. Una ocasión que sirve para poner en el mapa el plan de implantación en la Catalunya interior en un momento en el que el partido denuncia la "parálisis" de Catalunya después de que el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, no haya presentado nuevos presupuestos y que ERC haya cerrado la puerta.
El empuje del plan del PP juega con la "plataforma" de dos diputados en el Parlament –el líder del partido en Osona y candidato en el 2023 a las municipales, Pau Ferran; y el concejal gerundense y líder en la provincia, Jaume Veray–, así como con la campaña de los populares para visitar todas las comarcas y presentar una "alternativa al presupuesto" del ejecutivo catalán buscando "las mejores iniciativas" a base de "pisar territorio". Como las cuentas del Govern han sido paralizadas por el congreso de ERC y todavía no tienen concreciones, los populares intentan hacer sangre, acusando a los socialistas de falta de responsabilidad. De hecho, el PP está recogiendo varias propuestas para confeccionar unas cuentas paralelas y que se verían reflejadas con enmiendas a los presupuestos de la Generalitat si Isla las presentara.
Empujados por los resultados electorales del 12-M, con quince diputados, conciben el acto como un fundamento del "compromiso" con la Catalunya Central basado más en el "pragmatismo" y la lucha ideológica que en el eje identitario. Una estrategia que tiene la misma receta en su interior que en Girona.
Dejar el estado crítico
Intentando confeccionar más juntas locales y preparando ya el terreno para las elecciones municipales del 2027 –los populares ya han fichado al anterior candidato de Cs a Manlleu, Francisco Javier Jiménez– han intensificado su presencia en la calle con carpas y reuniones con asociaciones. Los diputados lo acompañan con una batería de iniciativas en la cámara catalana con problemáticas locales: Ferran ha presentado una propuesta de resolución para crear una comisaría de los Mossos en Manlleu y mejorar diversas infraestructuras como el desdoblamiento de la B-224 o una variante de la C-153 –tras reunirse con asociaciones partidarias–. Mientras, Veray se ha centrado en presentar ayudas e iniciativas para defender el campesinado y también en reclamar un aumento de los días de pesca. "Política útil", dicen, a través de un pragmatismo que creen que puede hacerlos conectar con una parte de la sociedad que de entrada podría ser reticente.
En Vic y el interior tienen competencia, más allá de Juntos o sucedáneos del PDECat, con la incidencia de la extrema derecha de Josep Anglada, Vox y Aliança Catalana. Centrados en un tono contundente con los problemas de seguridad, y abordando también inmigración e infraestructuras, ven tener campo para correr, también en asuntos como "el empleo" delincuencial de inquilinos. Fuentes de la formación recalcan que en estos territorios tienen un "talante diferente" porque todo el mundo habla catalán y priorizan la lengua propia.
Consultado por el ARA, Ferran sostiene que han arrastrado malos resultados como un "pez que se muerde la cola". Tras no despegar, ha habido "menos juntas locales y menos ganas por presentarse" y con el Proceso hubo "mala convivencia" que alejaba el hecho de poder presentar candidaturas, como avala también Veray. Ferran sostiene que "Convergència supo captar mejor el territorio por motivos históricos heredados de la Transición", pero que ahora "Juntos no hace políticas de centroderecha y sólo está pendiente de Puigdemont" [...]. "La sociedad ha pasado página del Proceso y hay un votante de centroderecha huérfano". Dos ciudades clave para él son Vic y Manlleu, y tienen el modelo de Monistrol de Montserrat, con alcaldesa popular, para reflejarse en ella.
Por su parte, Veray se plantea la voluntad de ampliar presencia y listas en la costa y el Gironès y sobre todo en capitales como Banyoles, Olot, Puigcerdà y Ripoll, y está convencido de que tomarán "vuelta" tras la mejora que ya tuvieron hace un año. Él también ve que "hay una bolsa de votantes" desde que CDC se radicaliza, y también a los provenientes de Cs. El modelo de éxito gerundense es Calonge y Sant Antoni, donde el PP está en el gobierno municipal con Junts y el PSC.