El PSOE y Podemos suavizan la tensión por el conflicto en Ucrania

El partido violeta pone en valor que los socialistas apuesten por el diálogo y la diplomacia a pesar de las maniobras militares

3 min
El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, en Bruselas

MadridUcrania ya provoca suficiente tensión en Washington, Bruselas y Moscú como para que se reproduzca en Madrid. Después de unos días en los que Podemos ha explicitado sus diferencias en el gobierno español respecto a la posición del PSOE en cuanto al conflicto, ayer hubo un cierto retroceso. El presidente español, Pedro Sánchez, no quiere fisuras que puedan debilitarlo a escala internacional y el partido violeta respondió a las peticiones de “contención” que le llegaron por boca de la portavoz de la Moncloa, Isabel Rodríguez. El portavoz de Podemos, Pablo Fernández, dejó ayer en un segundo plano la discrepancia sobre el envío de barcos y aviones de combate al mar Negro y Bulgaria y celebró que el PSOE apueste por el diálogo y la diplomacia para responder a la amenaza de Rusia.

Fernández ha hablado de una “rectificación” y un “viraje” de los socialistas que ha negado taxativamente el ministro de Exteriores, José Manuel Albares. “No ha habido ningún cambio”, ha querido dejar claro en rueda de prensa desde Bruselas, donde ha participado en una reunión con sus homólogos europeos y el secretario de estado norteamericano, Antony Blinken. Albares, que este martes comparecerá de urgencia en el Congreso para explicar la posición de la Moncloa, ha subrayado que la Alianza Atlántica trabaja en el escenario del que ha denominado las “cuatro D”: diplomacia, distensión, desescalada y disuasión. Más allá de la agrupación de los términos por su letra inicial, es exactamente lo mismo que Albares manifestó el pasado viernes en un almuerzo informativo. Entonces ya remarcó que la crisis con Rusia se tenía que resolver con diálogo y ponía sus esperanzas en el encuentro que tenían que mantener Blinken y el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov.

La polémica se originó el jueves cuando la ministra de Defensa, Margarita Robles, anunció el envío de la fragata Blas de Lezo hacia la zona en conflicto, así como de cuatro cazas Eurofighter. Se enmarca en tareas de apoyo a la OTAN ya previstas, aprobadas por el Congreso y ratificadas por el consejo de ministros por última vez el 21 de diciembre pasado, tal como se ha encargado de recordar Robles los últimos días. El hecho excepcional, eso sí, es que decidió avanzar la operación.

Ministros de Podemos como Irene Montero e Ione Belarra abanderaron rápidamente el lema de No a la guerra para sintetizar su oposición a las maniobras militares. Fuentes del espacio violeta se quejan de que el PSOE llegó a “presumir” de poner armamento e infraestructuras militares al servicio de la OTAN para "acontentar" al presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, y que introdujo en los medios una especie de ambiente preguerra. Un escenario bélico que, añaden, no es probable que suceda. Podemos, con todo, es consciente de que en el fondo no ha cambiado tanto el discurso del PSOE en relación con la apuesta por la vía pacífica, pero sí en el ámbito comunicativo. Este lunes Robles ha insistido en que el “compromiso de España con la paz es indisoluble” y el portavoz del PSOE, Felipe Sicilia, ha defendido que el No a la guerra no es incompatible con apoyar las acciones de la OTAN. Fuentes de la Moncloa reiteran que el PSOE no ha cambiado el discurso y hacen notar que estos días la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, no se ha pronunciado.

El papel de Iglesias y Díaz

En este episodio de tensión por Ucrania destacan los papeles dispares que han mantenido la actual líder de Unidas Podem en el gobierno y su antecesor, Pablo Iglesias. Díaz no alimentó públicamente las discrepancias de los violetas con el PSOE, pero sí ha mantenido “negociaciones” con Sánchez, según su entorno, cuyo contenido no quiere revelar. La ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, también ha tenido contacto con el titular de Presidencia, Félix Bolaños. Ahora bien, el margen de intervención de Unidas Podemos es muy limitado. “La acción exterior la marca el presidente”, ha insistido Albares este lunes.

Iglesias, en cambio, ha jugado un rol beligerante y el sábado acusó a Robles de tener “fulgor militarista”. El ex líder de Podemos fue uno de los primeros en responder al anuncio de la ministra de Defensa el pasado jueves y desencadenó la oleada de reacciones de dirigentes del partido. Por eso Isabel Rodríguez lo ha llegado a calificar de “portavoz” de Podemos, mientras que Robles no ha querido dar cuerda a la opinión de alguien con “tiempo libre y ausencia de responsabilidades”, según ha dicho.

La coalición no peligra, de momento

A pesar de que la incertidumbre caracteriza el conflicto de Ucrania, el ejecutivo confía en que no se llegará a una guerra armada. Fuentes del PSOE y Unidas Podemos no expresan preocupación por la salud de la coalición, si bien el partido violeta es consciente de que no podría asumir una participación de España en una acción bélica. Albares ha insistido desde Bruselas en las “cuatro D” y en no añadir hipótesis para no “agravar la tensión” internacional.

Casado critica la "sobreactuación" de Sánchez y marca distancias con Vox

La comparecencia de este martes del ministro Albares en el Congreso servirá para medir el tono de Unidas Podemos y de las formaciones soberanistas, muy críticas con el refuerzo militar en la zona de conflicto. Desde la derecha, PP y Cs cierran filas con la adhesión de España a los planes de la OTAN. Pablo Casado ha querido desmarcarse mínimamente criticando a Sánchez por la "sobreactuación" con sus llamadas de este fin de semana a líderes internacionales, pero también a Vox por no haberse posicionado a favor de Ucrania. Este lunes su portavoz, Jorge Buxadé, sí lo ha hecho.

stats